Siete dedos y mil malabares
Vuelve a Madrid Los siete dedos de la mano, una de las compañías más influyentes del nuevo circo de Quebec, para estrenar en los Teatros del Canal ‘Passagers’
Hay una expresión francesa, “les 5 doigts de la main”, que se utiliza para describir la unión férrea de distintas piezas que se coordinan en pos de una meta común, justamente como una mano y sus dedos. Con una variante numérica que atendía a cada uno de los siete miembros que la crearon hace casi 20 años, la compañía Les 7 doigts de la main (Los siete dedos de la mano) ha trabajado en conjunto para convertirse en una de las troupes de nuevo circo más célebres de Quebec. Ahora no paran de girar y su celebridad ha crecido exponencialmente, gracias a sus emocionados y acrobáticos montajes ...
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Hay una expresión francesa, “les 5 doigts de la main”, que se utiliza para describir la unión férrea de distintas piezas que se coordinan en pos de una meta común, justamente como una mano y sus dedos. Con una variante numérica que atendía a cada uno de los siete miembros que la crearon hace casi 20 años, la compañía Les 7 doigts de la main (Los siete dedos de la mano) ha trabajado en conjunto para convertirse en una de las troupes de nuevo circo más célebres de Quebec. Ahora no paran de girar y su celebridad ha crecido exponencialmente, gracias a sus emocionados y acrobáticos montajes alejados de las convenciones del circo. La compañía ha vuelto a Madrid, para inaugurar la temporada de Navidad de los Teatros del Canal, con su creación Passagers (2018), con funciones previstas hasta el 9 de enero.
“Eran siete artistas que venían del Circo del Sol y decidieron hacer un proyecto propio que hoy se mueve en diferentes formatos. Los directores de cada espectáculo varían pero siempre parten de una idea base, en la que trabajan sobre las propias historias y experiencias de los artistas”, relata el acróbata y malabarista argentino Pablo Pramparo, uno de los nueve miembros de Passagers. “No soy del cast original, así que no viví el período de creación, lo que hace más difícil el trabajo porque debes aprender sobre las vivencias de otro”.
Y es que las vivencias de cada uno de los participantes es el eje de la dramaturgia, lo que otorga humanidad a las propuestas de la compañía, lo que les hace tan cercanos y conmovedores para el público. Era así en Psy (2009), que se desarrollaba en la consulta de un psiquiatra, en la que asistíamos a los delirios acrobáticos de los pacientes chiflados o en Cuisine & Confessions (2014), ambientada en una gran cocina, donde se hacían juegos malabares con los huevos de la tortilla que se preparaba en directo, mientras se escuchaban historias personales vividas entre fogones. Y no es menos Passagers que, como las dos obras citadas, viene firmada por Shana Carroll, una de los siete fundadores y tal vez, la creadora más relevante e imaginativa del equipo.
Pasajeros en tránsito
“Passagers se centra en la idea del viaje, un vagón de tren donde coinciden varios desconocidos. El viaje es una analogía de la vida, y se habla de las relaciones, del amor, de historias que aparecen y desaparecen de nuestras vidas, expresado todo a través de circo, danza y teatro, que ha sido el sello de la compañía desde sus orígenes”, explica Pramparo.
Alejados de las prácticas del circo tradicional de pistas, animales y números independientes y sin trama, los siete de Montreal han preferido siempre trabajar alrededor de una dramaturgia, muy cercana a los modos narrativos de cierta danza contemporánea, que les permite abordar temas muy concretos y originales en cada una de sus producciones. Se unieron por vez primera para montar Loft (2002), el espectáculo que inauguró el TOHU, la edificación de circo más moderna de Norteamérica, con sede en Montreal. A partir de esta experiencia comenzaron una colaboración que a lo largo de estas casi dos décadas ha dado espectáculos de muy diversa inspiración que han llevado por todo el planeta.
También se han diversificado y siguiendo un poco el modo operativo de Circo del Sol, mantienen espectáculos en gira, mientras que en San Francisco hacen un show fijo, cercano al cabaret, en el legendario Club Fugazi de esta ciudad norteamericana, de donde son dos de los miembros originales, y ya tienen en marcha la nueva propuesta Mi isla, mi corazón, que será “una carta de amor” a Montreal, donde el espectáculo también permanecerá fijo.
“Cada creación se toma entre cuatro y cinco meses. Hay mucha discusión con el director y se van haciendo improvisaciones a partir de tareas. Te llevas deberes. Para Passagers uno de ellos consistía en pensar en gente que desapareció de tu vida, personas que a lo mejor ya no están, y entonces a partir de la improvisación debías convertir en circo esas emociones”.
Montreal bajo una carpa
El Circo del Sol, fundado en los ochenta por un grupo de zancudos y saltimbanquis que divertían a la gente en un bulevar de Montreal, fueron el impulso inicial que convirtió a Quebec en un foco de la producción internacional de nuevo circo. Pero los del sol ya son un clásico, fueron los fundadores, y sus seguidores han tomado rumbos muy diversos, matando al padre. “En Canadá conviven tres generaciones: la del Circo del Sol, que fue pionera, una segunda que empezó a buscar innovaciones y nuevas formas, que es donde nos ubicamos Los siete dedos de la mano, y una tercera muy diseminada en pequeños grupos, gente joven que está haciendo sus propios proyectos, buscando una dramaturgia diferente para el circo, todos muy distintos”, explica Pablo Pramparo que se formó originalmente en Argentina.
En cambio Anna Kichtchenko (hula hop, aéreos), que también participa en Passagers, se formó en la exigente y célebre Escuela de Circo de Montreal, que atrae a gente de todo el mundo y a su vez es la cantera donde compañías como Los 7 dedos… buscan talentos. Así le sucedió a ella. “Hay en Quebec una gran necesidad de circo, que se ha acentuado en los últimos quince años con mucha actividad. Tenemos un importante festival, numerosas agrupaciones, se convocan audiciones y las compañías ofrecen talleres, que al final terminan en la contratación de artistas para sus nuevas producciones”, señala.
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