El paseo de la Castellana acogerá el carril bici sin reducir el espacio para coches

Las asociaciones en defensa de este transporte aplauden que la principal vía ciclista de la capital empiece a construirse, pero esperan que el Ayuntamiento acepte algunas mejoras

Marcha ciclista, para reclamar al Ayuntamiento más carriles bici.Santi Burgos

El paseo de la Castellana mantendrá finalmente el mismo número de carriles para coches que en la actualidad, una vez que entre en funcionamiento en 2023 la primera fase del carril bici que llevará de la plaza de Castilla hasta Raimundo Fernández Villaverde (dos kilómetros). Cuando llegue hasta la glorieta de Carlos V, junto a la estación de Atocha, serán unos 13 kilómetros, 6,5 en cada sentido. La idea inicial dibuja...

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El paseo de la Castellana mantendrá finalmente el mismo número de carriles para coches que en la actualidad, una vez que entre en funcionamiento en 2023 la primera fase del carril bici que llevará de la plaza de Castilla hasta Raimundo Fernández Villaverde (dos kilómetros). Cuando llegue hasta la glorieta de Carlos V, junto a la estación de Atocha, serán unos 13 kilómetros, 6,5 en cada sentido. La idea inicial dibujada hace un lustro preveía una reducción de las vías para automóviles. Esta es la principal queja de integrantes del sector ciclista y la oposición que han conocido este lunes en una reunión los detalles del proyecto elaborado por el área de Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento. La última manifestación para reclamar al Consistorio que pase de las palabras a los hechos fue el pasado sábado.

Un proyecto “aceptable, pero no óptimo”

Miguel Andrés, portavoz de Pedalibre, la principal asociación en defensa del uso de la bicicleta, cree que el proyecto es “aceptable, pero no óptimo”. Fernando García, de la plataforma Carril Bici Castellana, expresa su “alegría”, pese a la “falta de ambición en el diseño”. Ambos grupos prevén proponer mejoras con idea de que sean aceptadas antes de que comiencen las obras en diciembre de este año. Al encuentro han acudido también Greenpeace y otras asociaciones.

La previsión del Consistorio, una vez acabados todos los tramos, es multiplicar por cuatro el número de viajes en bicicleta que acoge todo el eje en la actualidad, que son de 921 al día, y alcanzar los 4.000. La nueva infraestructura permitirá, según esos mismos cálculos, el trasvase a la bicicleta de 1.400 viajes diarios que hoy se realizan con coches y motos. Además, estiman que habrá una reducción de emisiones de 187 toneladas de CO2 anuales. Por el paseo de la Castellana pasan cada día 107.000 vehículos, según datos del Ayuntamiento.

Para sacar el espacio necesario de la que será la más importante vía ciclista de la capital, se van a estrechar algunos de los carriles para coches y las plazas de aparcamiento en batería pasarán a ser en línea. El carril proyectado, de dos metros de ancho y color rojo, se construirá junto a la parte exterior del bulevar y quedará segregado de la calle y de la zona peatonal por un doble parterre. Desaparecen 134 plazas de aparcamiento, según la documentación facilitada por el área.

Quejas de Más Madrid y PSOE

Esther Gómez, edil de Más Madrid, cree que “se pierde una oportunidad importante para reformar de forma íntegra la Castellana y crear una vía realmente sostenible y propia de una ciudad moderna y saludable”. La solución ha sido “encajar como puede el carril, sin quitar ni un milímetro al coche”, añade. Esta formación acusa de electoralismo al alcalde, José Luis Martínez-Almeida (PP), por presentar el proyecto en medio de la campaña del 4 de mayo.

Nacho Benito, concejal socialista, expresa un “sentimiento agridulce”. Por un lado, cree que es “positivo” para avanzar en la propuesta que hizo su partido en 2019, cuando se aprobó en el Pleno, y que tuvo en 2020 cabida en los Acuerdos de la Villa que todos los grupos aprobaron por unanimidad. Por otro, le resulta “decepcionante que se proceda a la inclusión de este carril bici sin la supresión de ningún carril de circulación, lo que en la práctica supondrá que no habrá reducción de coches en esta vía”.

La marcha ciclista del pasado sábado. Santi Burgos

Para el portavoz de Pedalibre, faltan todavía por conocer detalles como los ciclos de los semáforos o el complicado paso por las rotondas. También echan en falta aclarar las conexiones con zonas como la que está ya en remodelación en la calle de Joaquín Costa, que se convierte en un nuevo bulevar. “Aunque hay cosas que mejorar nos esperábamos algo peor”, señala con cierto optimismo Fernando García, de la plataforma Carril Bici Castellana. Entienden que el hecho de que no vaya a ser adyacente a la acera, sino al bulevar va a dificultar el paso de los ciclistas por las rotondas. También destacan que el Consistorio ha apostado por el ancho mínimo de dos metros para un eje de mucha envergadura como el previsto y que eso va a dificultar una posible ampliación en el futuro.

Las obras del carril bici del eje Castellana-Recoletos-Prado comenzarán a finales de este año por el primero de los seis tramos, que transcurrirá entre la plaza de Castilla y el cruce con Raimundo Fernández Villaverde a los largo de dos kilómetros. Está previsto que las obras de esta primera fase duren un año y su coste será de seis millones de euros. En etapas sucesivas, se abordará el tramo hasta la plaza de San Juan de la Cruz; luego, hasta la glorieta de Emilio Castelar; el cuarto hasta la plaza de Colón; después, hasta la plaza de Cibeles; y, finalmente, hasta Atocha.

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