Todos somos ‘fodechinchos’
Otra cosa es que algunos piensen que no existe más España fuera de la capital
Fue una tarde de verano en un hotel de Estambul, cuando Internet aún gateaba. Quería ver qué pasaba en España y, como era la hora del Telediario, puse el canal internacional de TVE. En los deportes, el presentador anunció: “El Real Madrid busca hoy su primer título de la temporada”. Vaya, ¿y quién sería el rival? ¿Alemanes, italianos, ingleses, balcánicos acaso? Pues no, lo que se jugaba era la Supercopa de España y quien se medía al Madrid era el Mallorca, cuyo nombre tardó en ser mencionado, a pesar de que, lógicamente, también buscaba el título. No había conectado un canal autonómico madril...
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Fue una tarde de verano en un hotel de Estambul, cuando Internet aún gateaba. Quería ver qué pasaba en España y, como era la hora del Telediario, puse el canal internacional de TVE. En los deportes, el presentador anunció: “El Real Madrid busca hoy su primer título de la temporada”. Vaya, ¿y quién sería el rival? ¿Alemanes, italianos, ingleses, balcánicos acaso? Pues no, lo que se jugaba era la Supercopa de España y quien se medía al Madrid era el Mallorca, cuyo nombre tardó en ser mencionado, a pesar de que, lógicamente, también buscaba el título. No había conectado un canal autonómico madrileño, donde ese tratamiento informativo sería el esperado. No, estaba ante una emisión para toda España y en la televisión pública ¿Sería que en mi ausencia Baleares se había independizado?
Recordé ese episodio años después, con ocasión de un célebre lapsus de Esperanza Aguirre. La compañía catalana Gas Natural pretendía comprar Endesa, y la entonces presidenta de la Comunidad lamentó que una empresa tan importante pudiese marcharse “fuera del territorio nacional”. Tras el revuelo, Aguirre matizó: cuando había dicho “territorio nacional” quería decir Madrid.
Hace poco, en el programa de la SER A vivir que son dos días llamaron a distintos lugares de España preguntando si “no están hasta las pelotas” de las elecciones madrileñas. Un gallego respondió: “Estamos encantados. Nos llamamos todas las noches para saber cómo están las cosas en Madrid”. Luego explicó que en Galicia hay tanto cariño por los madrileños que en las Rías Baixas les llaman fodechinchos (literalmente, jodejurelitos).
Esto de fodechinchos viene de muchísimo antes de la ola de madrileñofobia que ahora denuncia la presidenta. Obviamente es burlón: alude al frenesí gastronómico que se apodera de los madrileños en Galicia y a que los chinchos son uno de los pescados más baratos (y no por ello menos sabrosos). Pero la burla y el cariño van a menudo mezclados entre los gallegos. Hay fodechinchos que ya suman la cuarta generación veraneando siempre en el mismo lugar. Yo conozco algunos en mi pueblo y no es que sean amigos, son como de la familia. Vale que podamos hacer bromas y que algún espabilado se aproveche, como un primo mío muy cutre que vendió navajas por percebes a unos y hasta le dieron las gracias por ser tan buenos y baratos. Pero hostilidad jamás he visto. Además, fodechinchos somos todos -y los gallegos lo sabemos muy bien- cada vez que vamos de viaje a lugares que no conocemos.
Tampoco he oído nunca a un gallego quejarse de que lo maltraten en Madrid, más bien todo lo contrario. Otra cosa es que algunos aquí piensen que no existe más España allende la capital. Y que cuando el Madrid juega con el Mallorca y se está hablando para todo el país, no se diga que el Madrid juega con el Mallorca, sino solo que juega el Madrid.