Ayuso, sobre Cantó: “Ha dado la cara en momentos difíciles”

El primer acto electoral conjunto de Isabel Díaz Ayuso y Toni Cantó sirve este miércoles para intentar justificar un fichaje que ha desvelado las discrepancias entre el equipo de la presidenta y la dirección nacional, y también para dejar claro el quién es quién de la campaña del PP en la Comunidad de Madrid. Tras dar más de una decena de entrevistas el día después de anunciarse su incorporación a la lista electoral de la presidenta de la Comunidad de Madrid, ...

El primer acto electoral conjunto de Isabel Díaz Ayuso y Toni Cantó sirve este miércoles para intentar justificar un fichaje que ha desvelado las discrepancias entre el equipo de la presidenta y la dirección nacional, y también para dejar claro el quién es quién de la campaña del PP en la Comunidad de Madrid. Tras dar más de una decena de entrevistas el día después de anunciarse su incorporación a la lista electoral de la presidenta de la Comunidad de Madrid, lo que incomodó a más de un dirigente popular, el exdiputado de UPyD y Cs apenas interviene unos segundos. Le da tiempo a dar las gracias, a hablar de la importancia del trabajo en equipo, y poco más. Los focos, como siempre, son para la presidenta, santo y seña de la campaña popular, y para el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida.

“Es la primera vez que coincido con Toni y quisiera agradecerle la generosidad de venir al PP, de entender que somos la casa común del centro derecha, y a Díaz Ayuso tener esa visión amplia, generosa y abierta de lo que es el PP”, dice el regidor, poniéndole palabras al sueño de su partido, que es reunir a los votantes de PP, Cs y Vox en la papeleta que Díaz Ayuso tendrá en los colegios electorales el 4 de mayo.

“Toni Cantó se caracteriza por su pasión a la hora de defender la libertad y en contra de las injusticias”, amplía Díaz Ayuso en el campo de fútbol de la sociedad deportiva Oña Sanchinarro, donde actúa como si nunca hubiera empleado la polémica sobre el fichaje del exactor —impulsado por la dirección nacional— para subrayar que quiere actuar con autonomía y decidir los tiempos y mensajes de su campaña —no quiso confirmar el fichaje—. “Toni ha dado la cara en los momentos más difíciles, cuando en Valencia ha visto que los nacionalistas han secado la convivencia, han creado ciudadanos de primera y de segunda, han fabricado una identidad contrapuesta, como si no pudiera serse español y valenciano al mismo tiempo”, añade. Y remata: “Eso es pobreza, tiranía, romper la convivencia”.

Antes, Díaz Ayuso, Martínez-Almeida y Cantó entran al campo como si fueran estrellas de fútbol, golpeando los puños de los niños de la escuela deportiva, dispuestos en línea para crear un pasillo. La banda sonora de sus pasos son los flashes de las cámaras, porque nada se deja al azar en el PP a la hora de aprovechar el efecto Díaz Ayuso.

Siempre rodeada de votantes y peticiones de fotos en una de las zonas de Madrid en las que el PP espera explotar la debacle que predicen todas las encuestas para Cs, la candidata popular se centra luego en lo que había venido a hacer: defender las supuestas bondades de su coordinación con el alcalde de la capital en tiempos de pandemia; criticar al Gobierno central; y advertir del riesgo que a su juicio supone que Pablo Iglesias (Podemos) llegue al Gobierno regional.

“Mi querido partner, que además es el alcalde de España, es el mejor compañero que podría desear un presidente autonómico, porque nos entendemos en todos los aspectos, y hemos entendido que vivir a la madrileña es una manera muy concreta de ser ciudadano en el mundo”, dice Díaz Ayuso de Martínez-Almeida. “En los momentos más difíciles de la pandemia, o [del temporal] Filomena, nos hemos compenetrado, porque los dos hemos comprendido que había que anteponer los derechos las necesidades de los ciudadanos a nuestros puestos como políticos y que la libertad tenía que ser el motor que nos guiara”, asegura. “Que los dos veamos la política de la misma manera le da mucha estabilidad a Madrid y mucha coherencia al proyecto del PP”, añade.

Martínez-Almeida, que volvía al lugar del crimen —aquí le pegó hace unos meses un balonazo a un niño, como recordó él mismo— no puede más que validar esa tesis, claro. Al lado de ambos, Cantó, con gesto cómplice, las manos a la espalda... Y callado.