Un brindis por la moda, el arte y la artesanía ‘made in Spain’
En su proyecto ES Fascinante, Margarita Ruyra de Andrade y Valentina Suárez-Zuloaga, madre e hija, dan valor a proyectos nacionales, centralizados en un original espacio de la calle Conde de Aranda
Explicar qué es exactamente ES Fascinante es complicado. No por el concepto sí mismo, sino porque en España es algo del todo único. Para ello quizá sea más fácil recurrir a una de sus fundadoras, el tándem formado por Margarita Ruyra de Andrade y Valentina Suárez-Zuloaga, madre e hija respectivamente y creadoras de la idea y el espacio que le da vida. “ES Fascinante es un portal online multimarca, más una comunidad que engloba talento creativo español y que comparte la filosofía slow (lenta), de cosas bien hechas y que aporten”, define la hija. “No solo es una tienda, también es ...
Explicar qué es exactamente ES Fascinante es complicado. No por el concepto sí mismo, sino porque en España es algo del todo único. Para ello quizá sea más fácil recurrir a una de sus fundadoras, el tándem formado por Margarita Ruyra de Andrade y Valentina Suárez-Zuloaga, madre e hija respectivamente y creadoras de la idea y el espacio que le da vida. “ES Fascinante es un portal online multimarca, más una comunidad que engloba talento creativo español y que comparte la filosofía slow (lenta), de cosas bien hechas y que aporten”, define la hija. “No solo es una tienda, también es un magazín que agrupa talento creativo e historias inspiradoras”, relata. Y todo ello se agrupa en un gran espacio de varios salones, paredes blancas llenas de arte y altos techos dentro del número 22 de la calle de Conde de Aranda.
El germen de este proyecto de Margarita (de 57 años) y Valentina (de 27), con casi tres años de andadura, parte de cuando crearon en 2010 el proyecto España Fascinante, una web de la Fundación Zuloaga (establecida por la familia en 2008 en honor al célebre pintor y a su estirpe) en la que ponen en valor “alimentos, vinos, leyendas, trajes regionales, fiestas...” de todo el país, repasa Ruyra. A partir de ahí, y gracias a los conocimientos que Suárez-Zuloaga aprendió tras trabajar en diversas marcas de moda en Londres, como Stella McCartney y Temperley, surgió ES Fascinante.
Su intención con ella, como se ve en su web, su Instagram y por supuesto en su espacio físico, es que la moda (sobre todo, pero también el arte) de origen español y de creación lenta se pongan en valor. Cuando arrancaron hace unos tres años —que parecen muchos más, dada la situación actual y la evolución del sector— se sentaron a charlar con la Asociación Española de Creadores de Moda. “Los primeros eran ellos, eran prioritarios. Pero entonces no se entendía bien lo que queríamos hacer”, rememoran las empresarias, que entonces decidieron investigar por su cuenta para encontrar a sus potenciales clientes. “Entramos en Instagram a investigar marcas españolas. Solo en la primera búsqueda dimos con 50 marcas interesantes”, relatan. Ellas no estaban tan sorprendidas como muchas de las amigas y clientas a las que consultaban.
“Cuando preguntábamos a la gente por marcas españolas que les gustaran, no sabían decirnos”, relata Margarita. “Había un desconocimiento total”, reafirma Valentina. “Mis amigas me decían que nunca habrían imaginado que la moda española era tan apetecible”. Su madre dice que los últimos años “se ha abierto una ventana impresionante, ha sido un boom”. De hecho, ahora ES Fascinante tiene 110 marcas y maneja referencias de más de 1.500 productos, aunque en los algo más de 200 metros cuadrados de Conde de Aranda caben “alrededor del 15%”, calcula Suárez-Zuloaga.
Nadie puede acusarlas de intentar vender solo lujo. “Con la crisis económica de 2008 nos dimos cuenta de que habíamos estado viviendo en un país rico sin serlo”, reflexiona Margarita. “La tradición de la austeridad se perdió, y de cuidar y heredar cosas buenas, que estaban impecables. Perdimos el valor de la herencia por el hecho de consumir y consumir”. Sin embargo, ellas quieren defienden que se puede retomar aquello, mezclando, recuperando y juntándolo con buenas novedades españolas, poniendo en valor a una artesana que tarda 15 días en pintar un mantel de lino completamente personalizado o un chaleco de punto hecho para durar más de una temporada.
Madre e hija quieren demostrar que hay montones de ideas cuyo precio puede ser muy similar al de las marcas de calle más conocidas. Tienen prendas y accesorios “desde 20 o 30 euros, y puede ir a los 500, los 800 o los 3.000 de los vestidos de novias ya confeccionados”, enumera la más joven, que afirma que su objetivo era y siempre ha sido “acercar la moda española al público, porque hay moda de muchas marcas a las que no han llegado”. O, como dice su madre, “tomar la costumbre de mirar más allá”.
Además de vender las piezas de los diseñadores, ellas les ayudan a tener una plataforma y a completar todo el proceso comercial. “En España”, reflexiona Ruyra, “tenemos muy buenos creadores con mucho potencial. Pero después están tienen que trabajar con los proveedores, la producción, la comercialización... Cuando llegan a la parte de la comunicación, están exhaustos. Les cuesta, no es su espacio”. Y para eso están ellas, para echarles una mano en ese aspecto y hacerles de experimentadas guías por los tortuosos caminos de la venta y el e-commerce, gracias al que alcanzan lugares como EE UU, Colombia, México o el lejano Oriente.
Algo que llama la atención en el espacio de Conde de Aranda son los toques de diseño que cuelgan de las paredes, así como las lámparas, los sofás o las cerámicas. Todo es de productores españoles y (casi) todo está a la venta. En el arte que han empezado a despachar (y cuyas marcas por ahora suponen apenas 18 de sus 110) se han dado cuenta de algo importante. No son ARCO, ni pretenden serlo. Ellas logran llegar a un coleccionista joven, que busca “piezas medianas y muy personales”, porque más que invertir se mueve por lo que le gusta.
Creen que el éxito de este proyecto tan especial se ha dado, sobre todo, “por el boca a boca” y por el cuidado especial que ponen para poder unir al creador con el cliente final. Su crecimiento ha sido natural, y en el futuro pretenden que siga siendo “orgánico y flexible, que crezcan las marcas, la comunidad y también la tecnología”, reflexiona Valentina con un ligero movimiento de cabeza aprobatorio de su madre. Aunque ninguna tiene formación en moda sí tienen un fondo “artístico y cultural” que logra que el buen gusto siempre parezca estar presente a su alrededor.
Sobre todo, desde ES Fascinante han logrado, también gracias a una labor pedagógica en las redes sociales, que el comprador pierda el miedo. Tanto a los artículos de lujo como a la moda lenta y, sobre todo, al diseño español, que hay quien veía como un hermano pequeño de otras economías europeas. “Antes muchas prendas ni siquiera ponían la etiqueta de Made in Spain. No sabías de donde venía ni te importaba”, rememora Valentina. Ahora, la clave es esa: que esté hecho en casa y con orgullo y placer.