Las damas inglesas que se digitalizan para continuar su ayuda social
El bazar navideño de la ‘British Ladies Association’, con el que han llegado a recaudar hasta 28.000 euros para organizaciones benéficas de Madrid, se celebra desde 1952
El último domingo de noviembre, desde hace casi 70 años, la British Ladies Association (BLA) celebra su Christmas Bazaar en algún local de Madrid. Hay puestos de todo tipo: de tartas, de ropa, de juguetes, de libros… incluso una tómbola en la que le tocó un bidón de detergente Colón al entonces príncipe Felipe cuando era niño. “Abríamos a las 12.00 y a las 10.30 ya había gente haciendo cola”, cuenta Annie Roda, la hija de la presidenta de la asociación. Este año son ellas, las hijas y nietas de las socias, las que las han ayudado a trasladarse a Zoom para que el 29 de noviembre no falte el eve...
El último domingo de noviembre, desde hace casi 70 años, la British Ladies Association (BLA) celebra su Christmas Bazaar en algún local de Madrid. Hay puestos de todo tipo: de tartas, de ropa, de juguetes, de libros… incluso una tómbola en la que le tocó un bidón de detergente Colón al entonces príncipe Felipe cuando era niño. “Abríamos a las 12.00 y a las 10.30 ya había gente haciendo cola”, cuenta Annie Roda, la hija de la presidenta de la asociación. Este año son ellas, las hijas y nietas de las socias, las que las han ayudado a trasladarse a Zoom para que el 29 de noviembre no falte el evento benéfico a pesar del coronavirus. A las British Ladies, muchas mayores de 80 años, les ha costado comprenderlo. Entre ellas, a su madre, Sheila Stuart:
—¿Pero dónde se va a hacer?
—Cada uno en su casa.
—¿Pero salen todos a la vez o qué?
Sheila tiene 87 años y preside la asociación desde 2007. Actualmente son alrededor de 50 socias, pero asegura que han llegado a ser el triple. Antes de la pandemia, se reunían todos los meses y tomaban el té, bebían vino, asistían a charlas y talleres o se iban de excursión. “Dentro de Madrid porque ya somos todas un poco viejecitas y no querían salir”, explica. La última fue en marzo al Real Jardín Botánico. Pero su evento más emblemático es el bazar. Gracias a él, Sheila fue galardonada con la British Empire Medal en 2019, una medalla por servicio meritorio civil que la propia reina Isabel II entrega en persona cada año. Todos menos este, debido a la pandemia. “Está esperándome en el Palacio de Buckingham”, comenta.
Normalmente empiezan a preparar el mercadillo con tres meses de antelación, pero este año han ido a contrarreloj. Su nieta, Carmen Rodríguez, ha sido la encargada de publicitar el evento online a través de las recién creadas redes sociales de la asociación, donde tienen ya más de 300 seguidores. En ellas aparecen todos los productos que hay a la venta, desde tartas y mermeladas caseras, hasta bufandas y colchas tejidas por ellas. Además, han creado una cuenta de Wallapop con todos los objetos que no pueden vender presencialmente este año. Ellas se encargan de llamar a las empresas para que les manden los productos que ponen en venta. “Hace un porrón de años se celebró en lo que era el Hotel Hilton y nos regalaron un coche para la tómbola”, recuerda Sheila.
El primer bazar se celebró en la Embajada Británica en 1952, pero ha pasado por múltiples ubicaciones, como el Colegio Británico, donde tuvieron que dejar de hacerlo por la gran cantidad de asistentes, según afirma Sarah Lerma, de 80 años y socia desde hace décadas. “Cuando abrían la puerta era una locura, parecían rebajas”, dice con un marcado acento inglés, a pesar de que lleva más de 50 años en Madrid. Este año, sin embargo, ha quedado reducido a una reunión de Zoom de 50 asistentes.
Durante la hora y media que dura el evento virtual, guiado por Annie acompañada de su madre, surgen algunos problemas técnicos por el desconocimiento de la plataforma, como un micrófono en silencio o un vídeo que no se reproduce, pero todas sonríen y se acercan a la pantalla para no perderse ningún detalle. No hay puestos, pero cuentan con un discurso inaugural de la mujer del embajador británico, villancicos de un coro en el que participan varias socias, sketches humorísticos de actores británicos y un brindis final en el que las asistentes se felicitan la Navidad alegremente.
Solo con este evento, las British Ladies han conseguido recaudar 750 euros que se suman al resto de donaciones por la venta de productos del catálogo online. De momento, llevan cerca de 2.000 euros en total, cifra que confían que aumentará en los próximos días. El método de este año, sin embargo, sigue siendo confuso para muchas. “¿Pero si quiero un bizcocho, qué tengo que hacer, cómo me lo das?”, pregunta Sarah. Annie se lo explica pacientemente: “Miras el catálogo, ves lo que quieres comprar y sumas lo que cuesta en total, haces una transferencia a la cuenta de BLA, mandas el resguardo al email y ellas ya te dicen qué día puedes recoger el pedido. No es muy fácil, pero es lo que hay”.
La recaudación se destina a diferentes asociaciones locales. Su récord está en 28.000 euros en un día. Annie reconoce que “antes había muchas asociaciones”, pero lo han reducido porque “al dividir la cantidad entre tantas al final tocaba a muy poco”. Por eso, este año han elegido tres: Manos de ayuda social, encargada del comedor social del barrio de Vallecas; Avante 3, que se ocupa de niños con problemas de discapacidad; y Asociación Nazaret, radicada en San Blas para atender las necesidades de personas desfavorecidas del barrio.
El mítico bazar da mucho trabajo a las socias y sus familias, pero Annie sostiene que “a pesar de amenazar todos los eneros con que nunca más se va a volver a hacer, se ha hecho siempre ininterrumpidamente y se sigue haciendo”. La edad nunca ha frenado a estas damas inglesas para continuar su ayuda social. Este año, el coronavirus tampoco.
Un trozo de Inglaterra en España
Sarah era bailarina de ballet en Inglaterra y cuando lo dejó, uno de los trabajos que le ofrecieron fue como niñera inglesa de una familia madrileña. Así que cogió un avión por primera vez en su vida y se mudó a la capital, con 24 años y sin saber ni una palabra de castellano. “Para mi madre la BLA siempre ha sido un trocito de su tierra en España y lo que le dio un grupo de amigas instantáneo. Siempre cuenta que para ella fue providencial dar con ellas”, explica su hija, Sally Hambleton. Pero para ser una British Lady no es necesario ser inglesa, basta con saber inglés. Es el caso de Alicia Arias, de 83 años, que aprendió el idioma durante los seis años que estudió enfermería en Inglaterra. “Yo me apunté porque tenía una amiga casada con un inglés y antes habíamos ido al bazar. Le dije, ‘cuando me jubile me quiero apuntar’ y eso hice”, relata la madrileña.