Perder como comunidad
He repasado todos los espacios donde tejí redes de cuidados y de resistencia de manera virtual con otras personas parecidas a mí durante estos tiempos
Os escribo con un ojo mirando las actualizaciones de los resultados de las elecciones en EE.UU. y el otro escribiéndoos mientras procuro no cerrar los ojos del sueño acumulado del mes pasado. Ya me advirtieron que, en Taipéi acabaría abrumado en octubre ya que se junta el día nacional de Taiwán, la noche de Halloween y el Orgullo, que este año se celebró los días 30 y 31 de octubre. Y que, al llegar a la primera semana de noviembre, terminaría desplomado en el sofá de tu casa envuelto en pilas de mantas acudiendo eventos online desde el sofá y arrancar las malas hierbas de mi isla de Animal Cr...
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Os escribo con un ojo mirando las actualizaciones de los resultados de las elecciones en EE.UU. y el otro escribiéndoos mientras procuro no cerrar los ojos del sueño acumulado del mes pasado. Ya me advirtieron que, en Taipéi acabaría abrumado en octubre ya que se junta el día nacional de Taiwán, la noche de Halloween y el Orgullo, que este año se celebró los días 30 y 31 de octubre. Y que, al llegar a la primera semana de noviembre, terminaría desplomado en el sofá de tu casa envuelto en pilas de mantas acudiendo eventos online desde el sofá y arrancar las malas hierbas de mi isla de Animal Crossing.
En la marcha trans del 30 de octubre, aprendí el proverbio ‘Su lâng m̄ su tīn, su tīn pháinn khuànn bīn’ (輸人不輸陣,輸陣歹看面), que significa algo así como “Es aceptable cuando solo pierde una persona, pero es una vergüenza cuando se pierde como comunidad”. Esta marcha fue organizada por 'The Taiwan Tongzhi (LGBTQ+) Hotline Association), en el distrito Ximending, hogar de muchos de los bares ‘Tongzhi’ de Taipéi (Tongzhi significa camarada, aunque se empezó a utilizar para referirse a disidentes sexuales y de género). Este proverbio es un claro ejemplo de la importancia y el valor que le dan a la comunidad las personas taiwanesas. Al preguntarle a la persona que sujetaba esta pancarta lo que significaba, ya que vuestro servidor sigue sin saber leer en chino, me explicó que, en este contexto, era una respuesta a las violencias que recibe la comunidad trans tanto fuera como dentro de la comunidad, y que él, como hombre cis gay, reconocía sus privilegios y tenía que aliarse con todas aquellas personas oprimidas por el cisheteropatriarcado en vez de excluir a comunidades.
“¿Cómo se forjarán alianzas en tiempos de pandemia?”, me preguntó B. mientras cruzábamos por el duodécimo Seven Eleven. Me acordé del congreso online ‘Las artes de desbordar la pantalla’, este 6 de noviembre de 17.00 a 21.00 horas, organizado por la Facultad de Bellas Artes UCM, donde se propone compartir, a partir de materiales audiovisuales “prácticas, poéticas y reflexiones motivadas por las situaciones sobrevenidas en la pandemia” estudiando los retos, las dificultades, y las posibilidades “de pensar juntas para aliarnos y seguir creando comunidades críticas y saberes colectivos” en el universo virtual. Me acordé de todos los espacios donde tejí redes de cuidados y de resistencia con otras personas parecidas a mí durante estos tiempos de manera virtual, en fiestas organizadas en Zoom. Además de este evento, también recomiendo el Hay Festival Digital Arequipa’, un festival cultural y de ideas que “celebra las artes y las ciencias a través de eventos inclusivos, accesibles y lúdicos”. Tiene lugar hasta el 8 de noviembre y justo hoy, en esta edición digital y gratuita, Paul B. Preciado conversará con Gloria Susana Esquivel, entre otras muchas más actividades. Y recuerdo de nuevo: “Es aceptable cuando solo pierde una persona, pero es una vergüenza cuando se pierde como comunidad”.