La cara amable de la muerte

Beatriz Carvajal baja al inframundo para protagonizar ‘Noche de difuntos’ en el Fernán Gómez

Beatriz Carvajal protagoniza 'Noche de Difuntos' en el Teatro Fernán Gómez de Madrid. SANTI BURGOS
Madrid -

Beatriz Carvajal se sube a los escenarios para dar vida a la muerte, un personaje complejo de representar pero que llamó su atención porque se alejaba de los tópicos sombríos que rodean a esta figura. “Tiene mucho que ver con cómo tratan en México el hecho de la muerte, pasas a otro lado que no es tan terrible y se celebra. Aquí en cambio tenemos una cosa mucho más oscura de flores y llantos”, comenta la consagrada actriz en una de las salas del ...

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Beatriz Carvajal se sube a los escenarios para dar vida a la muerte, un personaje complejo de representar pero que llamó su atención porque se alejaba de los tópicos sombríos que rodean a esta figura. “Tiene mucho que ver con cómo tratan en México el hecho de la muerte, pasas a otro lado que no es tan terrible y se celebra. Aquí en cambio tenemos una cosa mucho más oscura de flores y llantos”, comenta la consagrada actriz en una de las salas del Teatro Fernán Gómez que acoge Noche de difuntos por pocos días, desde el 28 de octubre al 1 de noviembre.

Enamorada de la profesión, Carvajal asegura que los escenarios no los deja nunca, aunque en medio de una pandemia “va a ser extraño salir y ver las mascarillas, pero hay que cuidarse”, declara. Encarnar a la muerte le ha hecho además reflexionar sobre el sentido de la existencia: “Soy un poco escéptica con el más allá, pero con estos textos de repente te planteas que por qué no, el cuerpo se queda allí pero el alma, la verdad y la esencia del ser humano sigue”.

Equipo artísitico de la obra 'Noche de Difuntos' que se estrena en el Teatro Fernán Gómez de Madrid. SANTI BURGOS

La batuta femenina marca el sello de este estreno. “Es la segunda vez en mi vida que soy dirigida por una mujer. La primera fue en Sabor a miel, una fantástica función en la que me sentí muy a gusto, y ahora con Elisa Marinas me pasa lo mismo. Las mujeres se toman las molestias de decirte, son menos estéticas y más de dentro”, cuenta Carvajal. También resalta este detalle la propia Marinas, directora de Noche de difuntos: “Hemos sacado adelante un proyecto que ampara una directora como Laila Ripoll, una protagonista como Beatriz y yo, así que el hecho femenino es importante".

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Esta obra pretende transmitir la idea de que la muerte no es culpable de nada porque cuando llega la vida ya se va, no es quien mata a las personas sino quien las abraza, expone Carvajal, contenta de interpretar a una parca amable, vestida de blanco, irónica en muchos momentos e incluso divertida, que reina en el inframundo y espera a que vayan llegando los fallecidos traídos por Caronte. Algunos de los personajes que aterrizan en ese infierno son Larra con su pluma afilada, la delicadeza de los versos de Rosalía de Castro, un Espronceda canalla, un Bécquer vital o un Zorilla reflexivo, símbolos del romanticismo del siglo XIX.

“Me asusté un poquito porque tenía poco tiempo para el estudio y para preparar todo, pero me están ayudando muchísimo”, confiesa la actriz madrileña, que se incorporó más tarde al reparto. También señala que el lenguaje poético que se emplea no es cotidiano, aunque no por eso deja de ser entendible. “La obra arranca con un monologo mío que es solo una página y me ha costado mucho aprendérmela, pero a la vez es tan hermoso y está tan bonito hecho, que la verdad es un placer hacer un texto así. Pocas veces te encuentras con cosas de este tipo”, apunta.

Detrás de esa dramaturgia se encuentran Carlos Jiménez y Daniel Migueláñez de la compañía Arte-factor, que tiene como objetivo inundar de versos el escenario y revitalizar la poesía para que no se quede escondida entre los libros. Por eso, Noche de difuntos persigue continuar con el legado de estos escritores y poetas que son patrimonio cultural español. El resultado es un nudo dramático que discurre por distintos niveles hasta llegar incluso al metateatro en donde los personajes representarán fragmentos de sus propias obras.

“Yo ya fantaseaba con hacer teatro a los tres o cuatro años, lo tenia bastante claro. Luego que pudiera hacerlo o sirviera era otra cosa, pero a mí me gustaba”
Beatriz Carvajal

Estrenar en estas circunstancias es un motivo de celebración para la directora Elisa Marinas, que matiza que la parte visual de Nacho Chueca es muy importante en la obra, no como ilustración sino como un desdoblamiento de los personajes, una luz que marca la frontera entre un mundo y otro. La función, por tanto, intercala partes en prosa y fragmentos en verso y se adereza con música de piano en vivo.

La actriz Beatriz Carvajal en el Teatro Fernán Gómez de Madrid. SANTI BURGOS

Noche de difuntos es también una unión de comedia y drama, registros que domina a la perfección Beatriz Carvajal, rostro familiar para el público por sus muchas apariciones en televisión. Pero relata que esa nunca fue su verdadera vocación y que tras 12 años en ese medio decidió regresar a los mismos escenarios con los que soñaba cuando era niña: “Yo ya fantaseaba con hacer teatro a los tres o cuatro años, lo tenia bastante claro. Luego que pudiera hacerlo o sirviera era otra cosa, pero a mí me gustaba”.

De ahí que defienda que esta disciplina es la esencia de la interpretación: “Tienes que convencer a esos que están ahí, que han pagado por ver la obra. Si estás haciendo un drama que lloren, si es divertido que se rían, y a veces cuesta, pero es muy hermoso cuando lo consigues”. A los actores que les da miedo hacer teatro, la polifacética artista les dice que se están perdiendo algo estupendo: la inmediatez de las emociones del público en cada espectáculo.

Respecto a la precaria situación del sector, Carvajal opina que la profesión siempre ha estado “enferma” y que cuando empezó a los 15 años ya se hablaba de ello. Aun así esgrime que la cultura debería ser catalogada como necesaria porque “se trabaja para comer pero también habrá que alimentar la cabeza y el alma, y la cultura es de lo que se encarga”.

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