¿Por qué es importante para la ciudadanía un Consejo de Cultura?

Es necesario incluir a los diferentes colectivos de la ciudad para que, juntos, diseñemos una política cultural clara

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida conversa con la delegada del Área de Cultura, Turismo y Deporte, Andrea Levy antes del comienzo del pleno ordinario del Ayuntamiento de MadridJ.J. Guillén (EFE)

Desde hace algún tiempo venimos observando la desafección de la ciudadanía por los temas culturales, pues se encuentran barreras de tipo físico, económico, territorial y simbólico que, en lugar de aproximarlos a la cultura, sin embargo hacen que la distancia sea cada vez mayor.

Y hay un motivo importante que también explica esa desafección y que además, nos enfoca hacia una posible solución: la poca participación de la gente sobre las decisiones en las políticas públicas. Siendo un derecho que hay que reconocer (el derecho a participar en la vida cultural, a crear, acceder y participar ...

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Desde hace algún tiempo venimos observando la desafección de la ciudadanía por los temas culturales, pues se encuentran barreras de tipo físico, económico, territorial y simbólico que, en lugar de aproximarlos a la cultura, sin embargo hacen que la distancia sea cada vez mayor.

Y hay un motivo importante que también explica esa desafección y que además, nos enfoca hacia una posible solución: la poca participación de la gente sobre las decisiones en las políticas públicas. Siendo un derecho que hay que reconocer (el derecho a participar en la vida cultural, a crear, acceder y participar en las políticas públicas), aún queda mucho trabajo por hacer en este sentido. Y un Consejo de Cultura es una herramienta, un órgano consultivo y un espacio de debate que le da sentido pleno a este derecho de la ciudadanía, a participar de las decisiones políticas.

Tradicionalmente, Madrid ha carecido de una política cultural clara y definida, que pueda debatirse, evaluarse y reajustarse o reorientarse. Debemos ser capaces, como institución pública, de invitar a participar a los diferentes colectivos de la ciudad de Madrid para que, entre todos, diseñemos esa hoja de ruta que los responsables políticos al servicio de la ciudadanía deben ejecutar con las mejores garantías y buen gobierno.

Un Consejo de Cultura supone, justamente, generar un espacio de diálogo entre el Ayuntamiento y la ciudadanía y los agentes de la cultura de la ciudad. Este lugar no existe y, por eso, en muchas ocasiones hemos sido testigos de cómo la cultura se ha quejado de no ser tenida en cuenta, no ser escuchada o ser utilizada por la política.

Un Consejo de Cultura es un paso hacia más transparencia y rendición de cuentas, el Ayuntamiento no podrá hacer lo que quiera en materia de cultura; no podrá despedir y nombrar a dedo a directores artísticos; ni eliminar unas ayudas para poner otras sin ningún criterio más que el personal del responsable del Área sin rendir cuentas ante los agentes culturales y ciudadanos, que estarán representados por el Consejo de Cultura.

Recientemente la Junta de Gobierno del Ayuntamiento aprobó iniciar el procedimiento para un nuevo reglamento. No entendemos, sin embargo, por qué el Gobierno municipal se ha embarcado en este complejo proceso de elaboración, cuando ya existe un reglamento vigente sobre el que se podían haber introducido mejoras acordadas con el sector cultural y los distintos grupos municipales.

No ha habido un proceso de consulta al sector sobre la necesidad y/o conveniencia de sustituir el reglamento vigente, se va directamente a un periodo de alegaciones a un texto ya resuelto por la actual mayoría gubernamental. Toda una declaración de intenciones sobre su intervencionismo en materia cultural.

Por no hablar de que el proyecto elimina las principales funciones que el anterior reglamento atribuía al Consejo y que permitía vehiculizar la opinión del sector de la cultura en las principales decisiones del Ayuntamiento en la materia: la participación. También se politiza extremadamente su composición y las reuniones del Pleno del Consejo ya no serán públicas.

Propusimos trabajar este texto en el ámbito de los Acuerdos de la Villa, donde todos los grupos políticos nos reunimos para acordar medidas para el sector de la cultura, pero la delegada del Área lo impidió.

Ahora estamos ante un nuevo documento, un nuevo reglamento, un nuevo recorrido administrativo (largo) y ha pasado un año y medio desde el cambio de Gobierno. Esperamos que el texto definitivo incorpore nuestras alegaciones sobre la participación y las funciones de este nuevo Consejo de Cultura y que podamos escuchar la voz de la ciudadanía y del sector de la cultura mucho más alta y darle la importancia que tiene.

Pilar Perea es concejala de Más Madrid.

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