Detenidos tres menores por insultar y agredir a un joven homosexual en Leganés
Se les imputa un delito de odio y otro de lesiones y han sido puestos a disposición de la Fiscalía de Menores
Nueva agresión homófoba en Madrid. Ocurrió la noche del domingo en un autobús con destino a Leganés en el que viajaban la víctima y tres menores. Según relata la Jefatura Superior de Policía de Madrid, los tres menores agredieron al joven y profirieron insultos y comentarios vejatorios contra él por su indumentaria y su condición sexual. La Policía Nacional ha detenido a los tres presuntos agresores, de nacionalidad española, a los que se les imputa un delito de odio y otro de lesiones y que han sido puestos a disposición de la Fiscalía de Menores.
El ataque comenzó sobre las diez y med...
Nueva agresión homófoba en Madrid. Ocurrió la noche del domingo en un autobús con destino a Leganés en el que viajaban la víctima y tres menores. Según relata la Jefatura Superior de Policía de Madrid, los tres menores agredieron al joven y profirieron insultos y comentarios vejatorios contra él por su indumentaria y su condición sexual. La Policía Nacional ha detenido a los tres presuntos agresores, de nacionalidad española, a los que se les imputa un delito de odio y otro de lesiones y que han sido puestos a disposición de la Fiscalía de Menores.
El ataque comenzó sobre las diez y media de la noche en el propio autobús, de la línea 487, que discurre entre Aluche y el barrio de San Nicasio, en Leganés. En él viajaban la víctima y tres menores, dos de 17 años y un tercero de 16, que comenzaron a asediar e insultar al joven, del que la policía no ha aportado ningún dato para preservar su intimidad. “Vas vestido como un maricón”, “has visto la peluca rubia que llevas” o “maricón te vamos a coger”, fueron algunas de las amenazas que le gritaron.
Una vez que la víctima se bajó del autobús, en la avenida Pueblo Saharaui de Leganés, lo persiguieron por la calle y, tras darle alcance, le dieron una paliza. No pararon hasta que dos ciudadanos pudieron socorrer a la víctima y avisar al 091. Las gestiones practicadas por los agentes permitieron localizar y detener a los tres menores de edad, que fueron puestos a disposición de la fiscalía de menores como presuntos responsables de un delito de odio y lesiones.
El delito de odio está castigado en el Código Penal con pena de prisión de uno a cuatro años y además con la pena de multa de seis a 12 meses. El de lesiones, depende de si son leves o graves, por lo que van de pena de prisión de dos a cinco años o multas de uno a tres meses. Al ser menores, será conmutado por el ingreso en un centro o por servicios a la comunidad.
Axel Matías Sarraille, coordinador de Arcópoli (Asociación de Lesbianas, Gais, Transexuales, Bisexuales y Heterosexuales de la Comunidad de Madrid) y del Observatorio Madrileño contra la LGTBIfobia, condena una vez más “este tipo de actitudes, agresiones e incidentes”, al tiempo que hace hincapié en la necesidad de continuar con “el esfuerzo preventivo de conciliación y de educación”, como las charlas que imparten en centros educativos y espacios de trabajo. “Mientras luchamos por su erradicación, es importante que estos incidentes no caigan en el olvido, que se denuncien, porque el mayor problema de los delitos de odio es que se lanzan contra todo un colectivo y el mensaje es que por ser LGTBI, por ser quien eres, te arriesgas a que te den una paliza”, subraya Matías Sarraille.
“Esperamos que haya una condena y que tenga un efecto disuasorio sobre las personas que piensan que se puede vejar a otra por cualquier motivo”, confía el representante del colectivo, que asegura que, con la pandemia y el confinamiento, se ha notado un “ligero pero muy ligero descenso” de las agresiones que llevan recogidas a octubre de 2021 respecto al mismo mes del año pasado. “Pero ni de lejos es el descenso esperable tras estos meses de encierro y restricciones”, lamenta Matías Sarraille, para quien lo que demuestra este hecho es que “la LGTBIfobia no está solo en las calles, también sucede en las casas y que dentro de los propios hogares la víctima tiene una situación de mayor vulnerabilidad que fuera”.