Libros para ver estrellas

La Biblioteca Nacional muestra una de sus grandes obras en una exposición dedicada al conocimiento del cosmos a través de las publicaciones impresas y sus autores más relevantes

Detalle del Astronomicus Caesareum, libro expuesto en la Biblioteca Nacional. BNE

En el siglo XVI ya se viajaba a las estrellas. Pedro Apiano, matemático de la corte del emperador Carlos V, lo hizo en sentido metafórico a través de un libro en el que el arte explicaba la ciencia: Astronomicum Caesareum. Esa pieza de imprenta se conserva en Madrid. De gran tamaño y fechada en 1520, está compuesta por múltiples grabados coloreados a mano con los que el autor resumía buena parte de sus conocimientos sobre astronomía.

La Biblioteca Nacional de España, la institución que aloja l...

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En el siglo XVI ya se viajaba a las estrellas. Pedro Apiano, matemático de la corte del emperador Carlos V, lo hizo en sentido metafórico a través de un libro en el que el arte explicaba la ciencia: Astronomicum Caesareum. Esa pieza de imprenta se conserva en Madrid. De gran tamaño y fechada en 1520, está compuesta por múltiples grabados coloreados a mano con los que el autor resumía buena parte de sus conocimientos sobre astronomía.

La Biblioteca Nacional de España, la institución que aloja la obra, ha inaugurado este miércoles una exposición en torno a ella. La belleza del cosmos: Astronomicun Caesareum pone en valor hasta el 9 de enero la investigación que el ser humano ha hecho a lo largo de la historia para tratar de conocer mejor el cosmos y todo aquello que lo compone.

El libro también explica el funcionamiento de instrumentos que se utilizaban para mirar al cielo, como el astrolabio, pieza fundamental en la navegación moderna, que también se encuentra presente en la exposición. Originalmente, la obra fue concebida como un regalo de Apiano para Carlos V.

Para Carmen García Calatayud, la comisaría encargada de la muestra, se trata de una oportunidad para conocer “la belleza del cosmos a través de una visión de imprenta”. Con respecto al volumen, García apunta que su exposición es una ocasión para contemplar “una de las joyas” de los fondos documentales de la Biblioteca Nacional. Durante el diseño del programa y catálogo, García contó con la ayuda de una colaboradora titulada en Física para mantener el máximo rigor en todas las explicaciones sobre astronomía, ha explicado este miércoles durante la presentación de la exposición a la que ha acudido el ministro de Ciencia e Innovación y exastronauta, Pedro Duque.

El espacio expositivo, dispuesto en el vestíbulo y la escalinata del edificio y en la antesala del Salón de Lectura María Moliner, es un recorrido a lo largo de la evolución de la visión del universo y las leyes que lo rigen por parte del ser humano.

Esta evolución, que cuenta con el libro de Apiano como eje y reclamo, se desarrolla a través de la muestra con los libros de astrónomos célebres como Copérnico, Kepler o Galileo, que impulsaron entre otras cosas los descubrimientos acerca de la rotación terrestre y el movimiento de traslación alrededor del sol, lo que supuso el destierro definitivo de nuestro planeta como centro del universo en favor del astro rey.

Detalle de la exposición. BNE

Junto a ellos, se encuentra reivindicada la figura de la astrónoma María Cunitz. Esta mujer de origen polaco, que desarrolló su obra a lo largo del siglo XVII, es considerada como una de las astrónomas más importantes y eruditas desde Hipatia de Alejandría, según afirma el texto de la exposición. Además, la comisaria añade que la investigación que realizó sobre Cunitz no deja lugar a dudas sobre sus capacidades: “Hablaba 7 idiomas y era experta en matemáticas y astronomía”. Sin embargo, remarca, Cunitz tuvo que luchar contra su propia época. “Publicaba siempre con su marido, acabó firmando solo una obra y lo consiguió en el último momento”. El libro que Cunitz logró firmar se llama Urania Propitia.

La exposición puede visitarse de lunes a viernes entre las 11 y las 17.30 horas en la sede de la Biblioteca Nacional del Paseo de Recoletos. Debido a las medidas de prevención sanitaria, el aforo máximo es de ocho personas.

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