Puntos de encuentro para la moda emergente

Dos espacios con dos conceptos muy diferentes detrás, pero un mismo espíritu: dar a conocer marcas de moda y accesorios independientes o emergentes, reuniéndolas a todas bajo un mismo techo

Colmado Shop en MadridSanti Burgos

El concepto de tienda multimarca no es ninguna novedad, pero con los años hemos visto cómo este tipo de establecimientos se han ido especializando y reinventando, dando como resultado espacios de lo más diversos, a los que conviene acercarse a menudo para conocer las últimas tendencias. Tiendas como Colmado –surgida en 2012 en Barcelona y cuya primera tienda en Madrid abrió el pasado diciembre– reúnen en un mismo local “prendas de autor, de calidad y atemporales; piezas especiales, pero que las quieras utilizar de forma cotidiana”. Así las d...

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El concepto de tienda multimarca no es ninguna novedad, pero con los años hemos visto cómo este tipo de establecimientos se han ido especializando y reinventando, dando como resultado espacios de lo más diversos, a los que conviene acercarse a menudo para conocer las últimas tendencias. Tiendas como Colmado –surgida en 2012 en Barcelona y cuya primera tienda en Madrid abrió el pasado diciembre– reúnen en un mismo local “prendas de autor, de calidad y atemporales; piezas especiales, pero que las quieras utilizar de forma cotidiana”. Así las define Susana Rey, que además de ser la propietaria de Colmado, es diseñadora. Su marca, Pleguezuelos, es una de las muchas que podemos encontrar en su local de la calle de Moratín. “Diseño las cosas que me gusta llevar y me uso a mí misma para crear los patrones, así que las tallas están adaptadas a una figura con curvas. Además, le tengo una especie de odio al poliéster, casi todos los tejidos que uso son sedas, algodones, linos o viscosas”.

Joyas de la tienda ColmadoMaría Arranz

La mayoría de lo que aquí se vende se produce en España. Ahí tenemos, por ejemplo, a las barcelonesas Clō Stories y Pale Swimwear o a las valencianas Nude Label –una marca de ropa interior que utiliza algodones orgánicos, con diseños muy cómodos y relajados–. Junto a la ropa, encontramos también accesorios como las joyas de KetevanStudio –inspiradas en el alfabeto georgiano– o de Sewasong – que Susana eligió porque le recuerdan “a las esculturas de Calder”–, los zapatos de Naguisa, los perfumes de Botanicae –creados por un grupo de amigos de Murcia a partir de experiencias como un viaje en coche o una tarde tomando algo en un patio andaluz–, las cerámicas artesanales de Working in the Red Woods –realizadas con diseños minimalistas y conservando los colores naturales del barro–, el menaje de diseño de DOIY e incluso algunos objetos de papelería de Studio Stationery. La tienda se llama Colmado como las tradicionales tiendas de alimentación, porque el primer local que Susana vio cuando iba a abrir en Barcelona fue un colmado, aunque como ella apunta, la palabra tiene otro significado: algo que está muy lleno, en este caso, muy lleno de calidad, de diseño y de cercanía.

A unas paradas de metro y en un barrio totalmente diferente –el de Salamanca–, se encuentra Kraft & Walkers, un espacio que también le ha dado una vuelta de tuerca al concepto de tienda multimarca, en su caso desde el punto de vista empresarial. Detrás del proyecto hay tres socios con perfiles diferentes, que se complementan entre sí: Lucas Monroy –que viene del mundo de la comunicación–, Javier Arias –ex directivo de Unilever– y el abogado y consultor Rodrigo Navalón –que trabajaba para PwC–. Su negocio consiste en asesorar a marcas de moda emergente para que logren crecer y posicionarse en el mercado. “No les ayudamos a diseñar mejor, sino a emprender mejor”. Kraft & Walkers tiene tres patas diferentes: una tienda ubicada en el número 55 de la calle de Lagasca, una central de compras y servicios y una publicación en redes sociales. La tienda física es necesaria para dar visibilidad a las marcas, que ya suelen tener un punto de venta online y que, precisamente, lo que necesitan es un espacio en el que mostrar lo que hacen.

Bolsos de mujer en la tienda Kraft & Walkers del barrio Salamanca de MadridDavid Expósito

Cuentan que muchas de ellas lo utilizan como un laboratorio para saber qué productos funcionan mejoro si deben cambiar algo. “Nuestro equipo de ventas, que recibe una formación directa de los fundadores de cada marca, recaba muchos datos de los clientes que entran en la tienda y así podemos darles un feedback muy preciso”.

Zapatos de la tienda Kraft&WalkersMaría Arranz

Abrieron en diciembre de 2019 con ocho marcas y ahora ya cuentan con 30, entre ellas las camisas de Sepiia –que no se manchan, no se arrugan ni cogen olores–, las prendas de Name the Brand –la marca de la influencer María Pombo–, las joyas artesanales de Black and Coral o de Musula, los bolsos de neopreno personalizables de Vanylu o las bailarinas para tallas grandes (llegan hasta el 43) de Mömita. Para seleccionar las marcas que pueden estar interesadas en formar parte de Kraft & Walkers, afirman “no fijarse en el número de seguidores que tienen en Instagram”, sino en aquellas que “tienen un potencial de crecimiento y un producto singular”. El concepto es distinto al de una tienda multimarca, porque la idea es que cada una tenga su propia tienda dentro de este espacio; junto a sus productos hay una ficha con su nombre, su historia y sus señas de identidad.

Más allá de la tienda, Kraft & Walkers funciona como una asesoría especializada. Desde su central de compras y servicios ofrecen ayuda en áreas tan variadas como la comunicación, el marketing, el apartado legal o fiscal y hasta la realización de fotos y videos. Han ido ampliando su cartera de servicios a medida que las marcas se los han ido pidiendo. La última pata del proyecto es Walkraft Mag, una iniciativa de apoyo al sector, que consiste en una revista de Instagram enfocada a dar visibilidad a las marcas de moda emergente, contando la historia de sus creadores y dándolas a conocer más en profundidad.

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