Localizan en Pontevedra un laboratorio de drogas en el que también se procesaba crack

Agentes de la Udyco han detenido a seis presuntos integrantes de una red de distribución que contaba con un gran potencial económico

El grupo segundo de la Unidad contra la Delincuencia y el Crimen Organizado (Udyco) de la Policía Nacional ha localizado en Meis (Pontevedra) un laboratorio donde se procesaban diversos tipos de estupefacientes, incluido crack, una sustancia con escasa demanda en Galicia de la que los agentes se han incautado de casi un kilo, además de cocaína, heroína, hachís y marihuana.

Como responsables de este laboratorio que se había instalado en una vivienda de la localidad de Mosteiro, en el municipio de Meis, han sido detenidos seis presuntos narcos, cinco de ellos gallegos y un ciudadano de or...

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El grupo segundo de la Unidad contra la Delincuencia y el Crimen Organizado (Udyco) de la Policía Nacional ha localizado en Meis (Pontevedra) un laboratorio donde se procesaban diversos tipos de estupefacientes, incluido crack, una sustancia con escasa demanda en Galicia de la que los agentes se han incautado de casi un kilo, además de cocaína, heroína, hachís y marihuana.

Como responsables de este laboratorio que se había instalado en una vivienda de la localidad de Mosteiro, en el municipio de Meis, han sido detenidos seis presuntos narcos, cinco de ellos gallegos y un ciudadano de origen húngaro. El grupo integraba una solvente organización que operaba desde el sur de la provincia y que se dedicaba a la introducción, cultivo, preparación y posterior distribución de importantes cantidades de droga, según confirmaron este lunes fuentes policiales.

Además del alijo de 800 gramos de crack, esta operación denominada Aceifa se ha saldado con la incautación de 1,5 kilos de heroína, otro tanto de cocaína, 800 gramos de crack, dos kilos de hachís, 110 kilos de cogollos de marihuana y 50 litros de licor de marihuana. También se han intervenido 35 kilos de sustancias de corte, documentación de la red, una prensa hidráulica, una mezcladora industrial, secadoras, balanzas de precisión, varios vehículos y los teléfonos móviles que utilizaban los detenidos para distribuir la droga.

La investigación ha estado dirigida por el juzgado de instrucción número dos de Cambados y todavía no está cerrada por lo que no se descartan más detenciones. Dos de los detenidos ya han entrado en prisión.

Tanto los responsables del operativo como la comisaria provincial, Estíbaliz Palma, y la subdelegada del gobierno en Pontevedra, Maica Larriba, han destacado por su trascendencia la incautación del crack, toda vez que este derivado de la cocaína es “una sustancia especialmente adictiva y peligrosa para la salud” y cuya incautación es “poco frecuente en Galicia”, según ha informado Europa Press.

El jefe del grupo segundo de Udyco Galicia y máximo responsable de la operación ha admitido que les hizo “especial ilusión” localizarlo, pues supone sacar del mercado una sustancia responsable de muchas adicciones. El inspector ha explicado que las detenciones se produjeron el 4 de junio, a raíz de un registro que realizaron varios agentes de esta unidad policial en la casa de Mosteiro, en el que confirmaron que había un laboratorio en el que manipulaban las distintas sustancias.

La mayoría de los detenidos tienen antecedentes por tráfico de drogas y cada uno de ellos tenía asignado un rol diferente en una organización con las funciones muy bien definidas, subrayó el inspector jefe. También ha destacado la “capacidad económica” de la red y la rentabilidad económica de la droga intervenida, en especial la de la marihuana que ha multiplicado su demanda en los últimos años.

El precio de cada kilo de marihuana puede alcanzar los 1.500 euros, por lo que los 110 cogollos intervenidos hubieran generado a la organización unos 165.000 euros en el mercado ilícito. Además, cada kilo de cocaína vendido en dosis supone doblar los 30.000 o 35.000 euros que vale en el mercado negro. En el caso de la heroína, la rentabilidad es incluso mayor al obtenerse más cortes. ya que un kilo se pueden transformar en hasta dos y medio convertido en dosis.


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