Navarra concentra el mayor número de municipios donde no se presenta ninguna candidatura a las elecciones

La región abarca 37 de los 43 municipios españoles en los que no se ha presentado ninguna candidatura a las alcaldías

Ambiente en una calle de Peralta, en septiembre de 2020.Eduardo Sanz Nieto (Europa Press via Getty Images)

La Comunidad Foral de Navarra ha vuelto a dar de qué hablar en estas elecciones autonómicas. Ya ha ocurrido en otras citas y, esta vez, los números también hablan por sí solos. Si en España hay 43 municipios en los que no se ha presentado ninguna candidatura a las alcaldías, 37 de ellos están ubicados en territorio navarro (hay otros cuatro en Burgos, uno en Segovia y otro en Teruel). Además, hay otros 86 concejos (equivalentes a una pedanía en otras autonomías, c...

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La Comunidad Foral de Navarra ha vuelto a dar de qué hablar en estas elecciones autonómicas. Ya ha ocurrido en otras citas y, esta vez, los números también hablan por sí solos. Si en España hay 43 municipios en los que no se ha presentado ninguna candidatura a las alcaldías, 37 de ellos están ubicados en territorio navarro (hay otros cuatro en Burgos, uno en Segovia y otro en Teruel). Además, hay otros 86 concejos (equivalentes a una pedanía en otras autonomías, con un solo representante) sin candidatos. Y otra cuestión que preocupa: en otro medio centenar de municipios navarros (hay un total de 272 municipios en Navarra) solo se ha presentado una candidatura. Es decir, alcaldesas y alcaldes sin otra lista con la que competir. Es lo que ha ocurrido, por ejemplo, en Legarda (en la comarca de Valdizarbe), con apenas un centenar de habitantes. Allí se vuelve a presentar a la reelección el actual regidor, Silvestre Belzunegui, que lleva ya 16 años en el cargo.

Sin embargo, hay supuestos de todo tipo. Por ejemplo, en el caso del pueblo de Barásoain, con poco más de 600 habitantes. Su todavía alcaldesa, Rita Roldán (Barásoain, 63 años), anunció hace meses que ni ella, que lleva 12 años como alcaldesa, ni su equipo de concejales volverían a presentarse a las elecciones. Roldán reconoce estar preocupada por la baja participación —en las dos últimas citas electorales solo se presentó su lista y, en esta ocasión, no lo ha hecho ninguna—. “Es una decepción y una preocupación porque estos pueblos si no los defendemos, no los defiende nadie. Y si no trabajas por ellos, nadie va a venir a sacarte las habas del puchero”.

Además de Barásoain, otros 36 municipios y 86 concejos no celebrarán elecciones el próximo 28 de mayo. Tienen otra oportunidad porque, tanto la Delegación del Gobierno —en el caso de los municipios— como el Gobierno de Navarra —en el de los concejos— volverán a convocar elecciones en noviembre. Una suerte de segunda oportunidad. Si entonces tampoco hay candidaturas, se designa una comisión gestora. Roldán aspira a convencer a sus vecinos para que se involucren en la vida municipal: “Queremos que la gente se incorpore a la labor de gobernanza, que sea gente que tenga la ilusión de mejorar el pueblo”, dice. “No es tan complicado, es decir cómo quiero mi pueblo, cómo lo veo, cuál es su futuro. Es necesario que la gente tome conciencia”.

Para Juan Carlos Castillo, presidente de la Federación Navarra de Municipios y Concejos (FNMC), la constitución de una comisión gestora “no es deseable”. Expresa también una cierta preocupación por la falta de ciudadanía activa en la política municipal navarra. Entre los argumentos que justifican esta circunstancia, podría apuntarse al tamaño de los municipios porque “el 70% de los 272 tienen menos de 1.000 habitantes”. Castillo, que además es el alcalde de Peralta, cargo que aspira a revalidar, señala que, “si ya cuesta hacer una lista para presentarse a las elecciones, por ejemplo, en un pueblo como Peralta, que tiene 6.000 habitantes, imagínate ahora en pueblos de 50 o de 100, es muchísimo más complicado”.

Lo cierto es que no siempre depende del número de habitantes. En Aoiz (en la comarca de Sangüesa) hay censadas cerca de 3.000 personas, pero desde 2015 —hace dos citas electorales— tan solo concurre una candidatura, la de EH Bildu. Se da la casualidad de que este es el municipio del que fue alcalde entre 1999 y 2007 José Javier Esparza, actual presidente de UPN y candidato a la presidencia de Navarra. En aquel momento, Esparza lideró la Agrupación Independiente de Aoiz (AIA). Esta formación gobernó en el Ayuntamiento hasta 2011 y luego desapareció. En aquel momento, EH BIldu obtuvo el bastón de mando y tan solo ha tenido competencia en los comicios de 2015, cuando el partido socialista se presentó y obtuvo dos concejales. Desde entonces, la coalición abertzale ha sido la única en presentar su candidatura. El alcalde, Ángel Martín Unzué (Aoiz, 56 años), sostiene que esta situación siempre genera “preocupación” porque “de alguna forma, es por el desprestigio de la política municipal que ciertos partidos se encargan de fomentar”. La falta de candidatos no ha afectado demasiado a la participación electoral de una ciudadanía que no para de crecer, en contraste con los valles aledaños, afectados por la despoblación. “En los últimos comicios votó un 70%, si bien es cierto que en 2015 fue el 72%”. En aquellas elecciones, EH Bildu contó con los votos de 882 vecinos de Aoiz, casi el 48% de los emitidos. No obstante, hubo algo menos de 400 votos blancos y nulos.

Más allá de los partidos políticos mayoritarios, las agrupaciones independientes son habituales en los municipios navarros. Es llamativo el ejemplo de Cáseda, cercano al millar de habitantes. Hay tres listas aspirantes a ocupar la Alcaldía y todas son agrupaciones independientes. Entre las novedades, Cáseda Avanza, caracterizada por la juventud de los miembros.

En otros municipios más grandes, como Sangüesa, con alrededor de 5.000 habitantes, se ha dado otro caso curioso. La actual alcaldesa, Lucía Echegoyen, pertenece a la Agrupación Progresista de Sangüesa-Zangoako Talde Progresista. Es el tercer mandato de este grupo al frente del Ayuntamiento, pero no concurren a las del 28 de mayo porque no han encontrado a gente suficiente para completar la lista. Sin embargo, hay otras tres candidaturas (EH Bildu, Agrupación Independiente San Sebastián y PSN).

El presidente de la FNMC apunta otros dos motivos que dificultan hallar reemplazo a los actuales ediles. El primero es que es “una dedicación muy voluntariosa y de ella no depende la vida laboral de quien se dedica a esto”. De la misma opinión es Roldán, que destaca precisamente que, entre las dificultades para encontrar aspirantes a primeros regidores, está la necesidad de compatibilizar el cargo con “otro trabajo para vivir”. Roldán, por ejemplo, compatibiliza su labor de alcaldesa con su trabajo de limpiadora. “A las tardes limpio y a las mañanas voy al Ayuntamiento. Tienes que tener ganas y ser consciente de las limitaciones”.

Hay otro obstáculo más, añade Castillo: “La gente se conoce mucho más, tiene un trato directo y hay que tomar decisiones que a veces son comprometidas en municipios o concejos donde los vecinos casi son como una familia. Eso dificulta también”.

En cualquier caso, asegura Roldán, el cambio de Gobierno en municipios tan pequeños no afecta de forma sustantiva al desarrollo de los proyectos vecinales. “En los ayuntamientos pequeños somos conscientes de que tenemos cuatro años para realizar un trabajo, pero el que venga después lo va a seguir realizando. Los proyectos no son políticos, son del pueblo. Entonces, continuarán con una visión del que venga detrás, pero normalmente no hay tanto cambio, son a largo plazo”.

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