El PP de Ayuso se alía con Vox para gobernar en Móstoles y Alcalá de Henares

El PP y Vox han firmado sendos pactos de gobierno en Móstoles (210.000 habitantes) y Alcalá de Henares (197.000), las dos ciudades más pobladas de la Comunidad de Madrid tras la capital de España. Además, los conservadores también han pactado que la extrema derecha entre en los ejecutivos municipales de Aranjuez (60.000 habitantes), Colmenar Viejo (50.000), Galapagar (35.000), Villaviciosa de Odón (28.000), Torrelodones (25.000) o Moralzarzal (13.000). Aunque ni en Móstoles ni en Alcalá han trascendido aún los términos concretos de los acuerdos, ni qué cesiones ha hecho el partido de Alberto N...

El PP y Vox han firmado sendos pactos de gobierno en Móstoles (210.000 habitantes) y Alcalá de Henares (197.000), las dos ciudades más pobladas de la Comunidad de Madrid tras la capital de España. Además, los conservadores también han pactado que la extrema derecha entre en los ejecutivos municipales de Aranjuez (60.000 habitantes), Colmenar Viejo (50.000), Galapagar (35.000), Villaviciosa de Odón (28.000), Torrelodones (25.000) o Moralzarzal (13.000). Aunque ni en Móstoles ni en Alcalá han trascendido aún los términos concretos de los acuerdos, ni qué cesiones ha hecho el partido de Alberto Núñez Feijóo al de Santiago Abascal para contar con sus votos este sábado, cuando se constituyen todos los ayuntamientos de España, esas decisiones tienen un carácter trascendental. El PP regional, que dirige Isabel Díaz Ayuso, se había marcado el objetivo de recuperar municipios que un día gobernó y que luego perdió a manos de la izquierda. Tras el 28-M, este es el balance: el PP termina la jornada de este sábado gobernando 6 de las 10 ciudades más pobladas de la Comunidad (Madrid, Móstoles, Alcalá, Alcobendas, Leganés y Torrejón) cuando entre 2019 y 2023 solo lo hizo en 2 (Madrid y Torrejón de Ardoz). Y además suma un total de 33 alcaldías que no tenía, para un balance de 115 de 178 posibles.

Así, se estrenan como alcaldes Manuel Bautista, que liderará la segunda ciudad más poblada de la región, Móstoles, durante los próximos cuatro años; Judith Piquet, que gracias a Vox lo hará en Alcalá de Henares tras perder las elecciones ante el PSOE por 1.500 votos; o Rocío García, que gobernará Alcobendas negociando durante la legislatura, previsiblemente, con Aitor Retolaza, el anterior alcalde (Ciudadanos), o Vox. Además, Miguel Ángel Recuenco se ha hecho este sábado con el poder en Leganés tras semanas de tensión porque un partido local (ULEG) puede decantar el poder en favor de la lista más votada (PP) o de la izquierda. Sin embargo, es ya seguro que los conservadores no gobernarán en Alcorcón, donde se impusieron el 28-M, porque la suma de las izquierdas tiene más representantes.

Para el PP, confirmar ese balance supone un giro copernicano que se puede medir en cifras. Primer dato: como consecuencia de gobernar esas cuatro ciudades, los conservadores gestionarán el día a día de 700.000 personas más que hace cuatro años, cuando los comicios de 2019 se convirtieron en una debacle que los dejó al frente de solo 2 de los 10 núcleos principales de la región (Madrid y Torrejón de Ardoz).

Segundo dato: el PP gobernará sobre 4,1 millones de personas de los 4,7 millones que residen en las 10 ciudades más pobladas, pues tendrá la alcaldía en 6 de ellas (Madrid capital, Móstoles, Alcalá, Leganés, Torrejón de Ardoz y Alcobendas), por las 4 del PSOE (Fuenlabrada, Getafe, Alcorcón y Pinto).

Tercer dato: el PP, que solo gobernó en 83 municipios entre 2019 y 2023, ganó el 28-M en 120 de los 178 municipios de la Comunidad con elecciones, en 67 por mayoría absoluta, entre ellos la capital.

Y cuarto dato: al sumar a ese balance municipal una mayoría absoluta a nivel regional, la figura de Díaz Ayuso ha quedado aún más reforzada, pues ella diseñó las listas municipales y ella decidió la estrategia en su debut como presidenta del PP de Madrid.

Porque las elecciones municipales del 28-M fueron para la líder de los conservadores una suerte de prueba del algodón para el efecto Ayuso. Estas eran las preguntas: ¿el PP tiene tirón por sí mismo en Madrid, o solo lo tiene su líder? ¿Había sido un error o un acierto prescindir de varios alcaldes en el cargo por su apoyo a Pablo Casado en la guerra civil que lo enfrentó con Díaz Ayuso? ¿Cómo funcionaría su apuesta por la renovación, con aspirantes desconocidos para el gran público y centrados en hacer campaña a base de fotos y vídeos con la líder?

Una celebración sirve de contestación para todas esas cuestiones. En la noche electoral del 28-M, la presidenta, acompañada por su mano derecha, Alfonso Serrano, el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, y otros candidatos, se colocó frente a un mapa de la región colgado de una pared en la sede del partido en la calle Génova. Ante ellos se desplegaban varias chinchetas de diferentes colores para simbolizar al PP, al PSOE y a otros partidos. Poco a poco, cada una encontró su destino en los distintos municipios. Y cada chincheta azul colocada por los conservadores en el mapa fue celebrada como un gol. Una operación que ha culminado este sábado, cuando el PP ha recuperado cuatro de las ciudades más pobladas de la Comunidad, y en la que incluso han tenido premio las derrotas.

Así, tanto Noelia Núñez, que no logró gobernar en Fuenlabrada, como Antonio González Terol, que se quedó a unas decenas de votos de hacerlo en Alcorcón, han sido incluidos en las lista de Alberto Núñez Feijóo al Congreso para las elecciones generales, con opciones de ser elegidos diputados a lo largo de la legislatura. Porque Madrid está hoy como siempre en el corazón del PP nacional. Y lo que está decidiendo Ayuso en la región es lo mismo que está permitiendo Feijóo en todo el país: pactar con Vox donde haga falta para retener u obtener el poder.

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