La primera medida de Almeida en Madrid tras las elecciones y las cinco claves que explican su mayoría absoluta
José Luis Martínez-Almeida logra los 29 ediles, gobernará en solitario y prepara para las próximas semanas un pleno para aprobar la primera ordenanza municipal de su nuevo mandato
Del peor resultado de la historia del PP en 2019, a la mayoría absoluta en 2023. De estar en el limbo hace un año y tres meses, con una guerra civil interna en el partido, con el intento de espionaje a la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, desde su Ayuntamiento a través de altos cargos municipales, y con la gestión del pelotazo de las mascarillas (cuando dos comisionistas vendieron mater...
Del peor resultado de la historia del PP en 2019, a la mayoría absoluta en 2023. De estar en el limbo hace un año y tres meses, con una guerra civil interna en el partido, con el intento de espionaje a la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, desde su Ayuntamiento a través de altos cargos municipales, y con la gestión del pelotazo de las mascarillas (cuando dos comisionistas vendieron material sanitario al Consistorio en marzo de 2020 por un valor de 15,8 millones de euros cobrando por ello una comisión de casi seis millones), a cosechar la mayor victoria de un alcalde madrileño del PP hasta la fecha: los 21 distritos. “Me lo dicen hace un año y no me lo creo”, cuenta por teléfono un alto cargo del Ayuntamiento de Madrid. José Luis Martínez-Almeida ha arrasado en los colegios electorales de la capital de España con 29 concejales y más de 729.302 votos.
La mayoría absoluta en el palacio de Cibeles está en 29 ediles. El alcalde de Madrid ha revalidado su mandato con un golpe de efecto: gobernará en solitario, sin ataduras, volviendo al PP a las cifras de 2011, con las mayorías aplastantes de Alberto Ruiz-Gallardón. Almeida, ya reelegido, salió al emblemático balcón de la sede nacional de Génova de la mano de Isabel Díaz Ayuso el domingo, a ritmo de Fix You, de ColdPlay. “Buenas noches, Madrid. ¿Cómo están los máquinas? Hemos ganado las elecciones. Hemos arrasado en la Comunidad y en el Ayuntamiento”. El lunes, eso sí, guardó silencio. Al contrario que la presidenta madrileña, no concedió ninguna entrevista política. Más allá de las cifras, las claves. ¿Por qué Almeida ha barrido en los 21 distritos, incluyendo Puente de Vallecas? ¿Qué es lo primero que hará cuando tome posesión?
La primera medida de Almeida: las normas urbanísticas. La votación para que Almeida sea reelegido será el 17 de junio. Inmediatamente, los populares llevarán al pleno del Ayuntamiento ―a finales de junio o a primeros de julio, según fuentes municipales― las nuevas normas urbanísticas de la capital, que están guardadas en un cajón tras el rechazo de Vox a aprobarlas hace unas semanas. Durante estos últimos meses, Ciudadanos, que gobernaba en coalición con Almeida y dirigía el área de Desarrollo Urbano, ha elaborado en distintas comisiones municipales esta norma urbanística para Madrid. El texto, entre otras cuestiones, neutraliza las cocinas fantasmas en la capital ―la moratoria de dos años sin nuevas licencias concluía en agosto― y permitirá también estudiar un nuevo Plan General de Ordenación Urbana.
El arrastre de Ayuso. Esta es la primera clave de la victoria de Almeida. Isabel Díaz Ayuso ha arrastrado al votante popular a épocas pasadas, recordando las aplastantes mayorías de Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz-Gallardón. El efecto Ayuso ―con una mayoría absoluta más holgada, logrando 71 diputados, tres más de los necesarios en la Asamblea― se ha traducido también en votos para Almeida. El tique electoral Ayuso-Almeida ha funcionado perfectamente en su primera reválida. La presidenta, eso sí, ha logrado 48.023 votos más que el alcalde en la ciudad de Madrid: 777.325 papeletas y un 47,77% del sufragio, frente a 729.302 votos y un 44,50%. El distrito con más votos, una vez más, ha sido el de Salamanca, donde los populares han alcanzado el 60,53%. Ese resultado es como un viaje en el tiempo, porque devuelve al PP a 2011, la última vez en la que gobernó con mayoría absoluta las dos instituciones.
La desaparición total de Ciudadanos. Begoña Villacís no ha logrado superar el umbral del 5%. Solo ha cosechado 47.510 votos y un 2,83% de las papeletas. Hace cuatro años, la formación y la misma candidata lograron un éxito sin precedentes en Madrid, alcanzando 311.617 votos, un 19,13% del sufragio y 11 concejales, a solo 60.000 votos de superar, incluso, al PP. Ahora, todo ha desaparecido. Borrado del mapa. “No hay espacio para nosotros ya”, cuenta una voz con mucho peso dentro del partido en Madrid. “Son malos tiempos para el centro. Se ha votado contra Pedro Sánchez, nada más”. El caudal de Ciudadanos ha ido directamente a los populares, que han pasado de cosechar 394.708 votos hace cuatro años, con un 24,23% de los sufragios y 15 concejales, a sumar en 2023 todo el voto de Ciudadanos y arrastrar, además, a 22.977 nuevos votantes. Aquí, explican fuentes del equipo de Almeida, fue fundamental jugar una baza clave durante la semana de campaña electoral. “Las encuestas internas nos decían que Villacís estaba por debajo del 3%”, explican fuentes del PP en Madrid. “Necesitábamos reforzar un posible pacto de Ciudadanos con la izquierda para reforzar el voto útil, y por eso Almeida lanzó esos mensajes de concentración del voto”.
Podemos se queda a las puertas. El partido de Pablo Iglesias se ha presentado por primera vez en Madrid y se ha quedado a solo un puñado de votos de entrar en el Ayuntamiento y dar la vuelta al arco municipal. Su candidato, Roberto Sotomayor, ha alcanzado 79.874 votos, un 4,87% del total. A tres décimas de cosechar los tres ediles. O dicho de otra manera: menos de 1.000 votos. Si Sotomayor hubiera accedido, la mayoría absoluta de Almeida no sería tal, pues habría bajado de 29 ediles a 27.
Una campaña que no dio por sentada la mayoría absoluta. Al contrario que las encuestas de la región con Isabel Díaz Ayuso, ninguna encuesta publicada hasta la fecha garantizaba la mayoría absoluta de Almeida. El equipo de campaña del alcalde, según señala un estrecho colaborador, trató de generar un clima de que nada estaba hecho entre sus votantes, pero, eso sí, contando diariamente con unas encuestas internas que aseguraban esa mayoría en el bolsillo. “Nos aprovechamos de estas encuestas para apostar siempre por el voto útil del PP frente a Ciudadanos. Por eso, Almeida incidía siempre en el voto útil en la última semana”.
La campaña en clave nacional solapa la gestión de la ciudad y los barrios. Pese a que Más Madrid y PSOE ha tratado de hacer una campaña centrada en la gestión de los barrios y la ciudad, con numerosos incendios aun sin cerrar, los 14 días previos a las elecciones han estado marcados por temas nacionales. “Esto ha sido nuestro drama”, cuenta un concejal de Más Madrid en el Ayuntamiento de Cibeles. “La clave para nosotros era hipermovilizar al votante de derechas”, apunta un alto cargo del PP en la capital, “y eso lo entendimos con la campaña que se estaba haciendo. Primero fueron las listas de Bildu y luego una sobreexposición de Sánchez”. El resultado: Almeida ha ganado en todos los distritos, incluido Puente de Vallecas.
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