Junts domina en los municipios ricos y en los barrios de más renta de Barcelona
De la lista de los 30 municipios más acaudalados, el PSC se llevó la victoria en cinco y ERC en uno
La identidad nacional y el conflicto por la independencia son determinantes a la hora de votar en Cataluña, pero la posición social y el eje izquierda-derecha también definen el mapa electoral. Junts per Catalunya (Junts) venció en 23 de los 30 municipios con mayor renta de Cataluña en las pasadas elecciones autonómicas. La formación heredera de la extinta Convergència i Unió (CiU) también se impuso en 7 de los 10 barrios más ricos de Barcelona.
Junts mantiene la hegemonía electoral en la Cataluña rica heredada de CiU, según confirman los datos del 14-F. De los 25 municipios españoles d...
La identidad nacional y el conflicto por la independencia son determinantes a la hora de votar en Cataluña, pero la posición social y el eje izquierda-derecha también definen el mapa electoral. Junts per Catalunya (Junts) venció en 23 de los 30 municipios con mayor renta de Cataluña en las pasadas elecciones autonómicas. La formación heredera de la extinta Convergència i Unió (CiU) también se impuso en 7 de los 10 barrios más ricos de Barcelona.
Junts mantiene la hegemonía electoral en la Cataluña rica heredada de CiU, según confirman los datos del 14-F. De los 25 municipios españoles de más de 1.000 habitantes con una renta media bruta más elevada, 13 son catalanes. De estos, Junts se impuso en diez frente a tres del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC). El caso más emblemático es el de Matadepera (Barcelona), el pueblo con la renta media más alta de España, según datos de la Agencia Tributaria de 2018. Junts ganó en Matadepera de forma muy holgada, con un 42% de los votos.
Junts no se considera un partido de derechas porque entre sus filas incluye a antiguos referentes de la izquierda, del socialismo al poscomunismo. Uno de sus dirigentes más destacados, el exconsejero Jordi Turull —uno de los condenados por la sentencia del procés— llegó a asegurar que son un partido de centro-izquierda. Sin embargo, el peso de la derecha conservadora de CiU es lo que domina entre sus cuadros, también su aproximación a cuestiones como la política fiscal. Para el resto de los partidos, desde Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) al PSC o En Comú Podem, Junts es un partido de derechas.
De la lista de los 30 municipios más acaudalados, el PSC se llevó la victoria en cinco y ERC en uno. Los republicanos, en cambio, son quienes dominan las elecciones en los 30 municipios con menor renta media bruta de Cataluña. En el 60% de estos pueblos se llevó el primer puesto electoral la formación presidida por el exvicepresidente Oriol Junqueras, frente al 33% de Junts. El PSC solo ganó en uno, Batea (Tarragona), el de renta más baja de la comunidad autónoma: 16.233 euros de renta bruta media frente a los 218.788 de Matadepera.
Diferencias de clase
Ninguno de estos 30 núcleos urbanos más pobres se encuentra en la provincia de Barcelona y solo uno está en la de Girona: se trata de Salt, donde ganó Junts. El partido liderado por el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont —huido a Bélgica de la justicia española— es hegemónico en las comarcas de Girona: en el conjunto de la provincia, Junts fue la opción más votada con un 32% de los votos escrutados, seguida por ERC, con un 21%.
Las diferencias de clase a la hora de votar quedan también patentes en la ciudad de Barcelona. Junts obtuvo la victoria en siete de los diez barrios más pudientes de la ciudad y el PSC, en tres. Los socialistas se impusieron en los diez barrios de la capital catalana que presentan una renta familiar per cápita más baja, según datos de 2017 del Ayuntamiento de Barcelona.
Los datos confirman patrones de voto que se han mantenido estables, con pocas excepciones, en las últimas dos décadas. Thomas Piketty, economista francés de referencia mundial, publicó en 2019 su libro Capital e Ideología. En este trabajo, Piketty destacaba “lo sorprendente que es constatar a qué nivel están determinadas las convicciones regionalistas en función del nivel de ingresos y de estudios”. “Si uno se ciñe a los apoyos en un referéndum de autodeterminación, se constata que la división todavía está más marcada”, añadía Piketty: “El apoyo a la independencia tiene un tirón sorprendente en los grupos más favorecidos, sobre todo entre las rentas más elevadas”.