La CUP quiere condicionar la legislatura y avisa de que no negociará con prisas tras el 14-F
“Que nadie se engañe: somos necesarios y queremos condicionar la vida de la gente”, dice Sabater
La CUP quiere condicionar la próxima legislatura y conseguir que el Govern dé un giro de 180 grados tanto en las políticas sociales como con las relacionadas con la resolución del conflicto soberanista. Su objetivo es que se produzca un vuelco a las políticas del último Govern y un viraje hacia la izquierda de acuerdo con los resultados que arrojaron las elecciones del 14-F. Los anticapitalistas tienen previsto celebrar el sábado dí...
La CUP quiere condicionar la próxima legislatura y conseguir que el Govern dé un giro de 180 grados tanto en las políticas sociales como con las relacionadas con la resolución del conflicto soberanista. Su objetivo es que se produzca un vuelco a las políticas del último Govern y un viraje hacia la izquierda de acuerdo con los resultados que arrojaron las elecciones del 14-F. Los anticapitalistas tienen previsto celebrar el sábado día 27 de febrero un consejo político ordinario en el que abordarán los resultados electorales y se trasladará la oferta que hacen sus socios potenciales pero en ningún caso tomarán ninguna decisión. La CUP, una organización asamblearia, no quiere forzar sus tiempos.
En una comparecencia en la sede del partido, Dolors Sabater, líder de la candidatura CUP-Guanyem, ha afirmado que el diálogo que van a emprender es “complejo”. “Dijimos que no queríamos perder un minuto pero las prisas no van a estar reñidas con hacer las cosas bien y pensando en el que y en el cómo y sin perder tiempo. Que nadie se engañe: somos necesarios y queremos condicionar la vida de la gente”, ha afirmado la exalcaldesa de Badalona. El diputado Cales Riera ha subrayado que de forma simultánea la decena de entidades que conforman la CUP abrirán el debate interno. Los anticapitalistas suman 9 diputados y ERC y Junts, si alcanzan un acuerdo, necesitan tres para lograr la mayoría. “Queremos dar un vuelco al Parlament y al Govern a lo que han sido tres años en clave independentista, social y antirrepresiva”; ha dicho. “La gobernabilidad vendrá condicionada por los avances que haya”.
La dirección de Esquerra decidió este lunes iniciar las conversaciones para la investidura con la CUP al considerar que es un actor “indispensable”. De momento, todavía no habían concertado cuándo será la primera reunión. Pese a la urgencia con la que ha parecido actuar ERC, los anticapitalistas creen que hay tiempo y que no pueden precipitarse al recordar que las elecciones fueron el día 14, que el Parlament se constituye el día 12 y el plazo límite para la investidura es el 26 de marzo. La CUP, a diferencia de ERC, no ha facilitado el nombre de los políticos al afirmar que son una entidad coral y abierta por tanto a rotaciones. Paralelamente, la entidad empezará una ronda de contactos con las entidades sociales.
La CUP estuvo en el último mandato en la oposición en el que acusó al Govern de aplicar políticas autonomistas y de gesticulación en el eje soberanista y de no impulsar el rescate social. En su intervención, Sabater ha vuelto a exponer los cuatro ejes sobre los que pivotan sus reivindicaciones: el fin de la represión; la concreción del referéndum; el rescate social -su programa contempla una renta universal de 735 euros- y un plan de transición ecológica. La diputada ya electa ha precisado que quieren un referéndum vinculante y con referéndum internacional. La CUP se ha fijado como fecha tope para alcanzarlo en 2025 aunque esa concreción no figura en su programa.
ERC no puede garantizarlo pero la CUP exige esto: “Queremos que expongan su compromiso de conseguirlo, sea pactado o no. Vamos a hacerlo para que sea vinculante y la voluntad de que sea posible”. Y respecto al fin de la represión, piden al Govern que no aplique la ley mordaza y que deje de ejercer la acusación contra manifestantes. “Interior puede decidir si actúa con congruencia, proporcionalidad y oportunidad”, ha plantado.