Diputados y senadores de Ciudadanos exigen a Arrimadas dimisiones por el desplome en Cataluña

Ciudadanos ha entrado en combustión. La debacle en las elecciones del domingo en la cuna del partido, Cataluña ―donde Cs perdió 30 de sus 36 escaños y un millón de votos― ha desatado todas las tensiones larvadas desde hace meses y amenaza con una grave crisis interna. Al menos una docena de diputados y senadores de todo el país, además de la corriente crítica de la formación en Cataluña, formada por exdiputados y concejales, exigen a Inés A...

Ciudadanos ha entrado en combustión. La debacle en las elecciones del domingo en la cuna del partido, Cataluña ―donde Cs perdió 30 de sus 36 escaños y un millón de votos― ha desatado todas las tensiones larvadas desde hace meses y amenaza con una grave crisis interna. Al menos una docena de diputados y senadores de todo el país, además de la corriente crítica de la formación en Cataluña, formada por exdiputados y concejales, exigen a Inés Arrimadas dimisiones a escala autonómica y nacional. Al mismo tiempo, importantes dirigentes de su dirección tienen pensado pedirle que destituya fulminantemente a su vicesecretario general, Carlos Cuadrado, y al vicesecretario general adjunto, José María Espejo, en la reunión del comité ejecutivo que se celebrará la tarde de este lunes. La líder de Cs, que atribuye el desplome a la baja participación y a la herencia recibida de Albert Rivera, ha descartado dimitir y realizar cambios en su equipo.

“Perder casi un millón de votos en Cataluña, y la huida continua y sin parangón de afiliados y cargos electos muestran a todas luces un liderazgo y una estructura de partido que no funciona. Por ello exigimos de forma imprescindible e inaplazable responsabilidades y cambios de liderazgo a nivel nacional y de Cataluña, así como cambios en la organización del partido y en las personas que la componen”, reclama el comunicado hecho público este lunes por la corriente interna autodenominada Renovadores. Este grupo está integrado por exdiputados del Parlament como Sergio García y Antonio Espinosa, a quienes Carlos Carrizosa ya dejó fuera de las listas al 14-F, después de que estos cuestionaran su designación como candidato a la presidencia de la Generalitat sin primarias.

Los críticos exigen responsabilidades a Inés Arrimadas, que ha visto el hundimiento de la marca en Cataluña un año después de asumir la presidencia tras la dimisión de Albert Rivera por el batacazo en las generales de 2019. “Estamos ante el tercer fracaso electoral bajo la presidencia de Inés Arrimadas. Primero fueron las elecciones gallegas y vascas, ahora las catalanas, en las primeras con malos y decepcionantes resultados y las catalanas se han saldado con el más estrepitoso batacazo electoral sufrido por Ciudadanos. En consecuencia, esperamos y exigimos cambios importantes”, enfatiza el comunicado de los Renovadores.

Al menos una docena de diputados de distintos parlamentos autonómicos de Cs están empezando a pronunciarse en público pidiendo a la líder y a la dirección que asuman responsabilidades por el resultado. “Un líder tiene que tener dos virtudes por si acaso: sencillez en el triunfo y valor para responsabilizarse del fracaso. Tiempos de fracaso, sin paliativos ni responsabilidades ajenas”, ha escrito en redes sociales el diputado en el Congreso Pablo Cambronero. “Albert Rivera y parte de la cúpula de Cs dieron ejemplo con su dimisión después de haber llevado a lo más alto a Cs. ¿Y los que han llevado esta campaña y la estrategia de Ciudadanos ahora? Están fallando a los afiliados, a toda la militancia sin asumir su responsabilidad”, opina Cristina Gabarda, diputada en las Cortes Valencianas. “Es hora de asumir responsabilidades”, ha apuntado el portavoz adjunto en el Parlamento andaluz, Fran Carrillo.

El partido bulle en mensajes críticos contra la presidenta y sus dos principales escuderos. “Arrimadas ha hundido el apoyo a Cs en menos de un año. Ayer Ciudadanos consiguió el apoyo de un 5,57% de los votantes cuando en 2020, con Inés como presidenta, todas las encuestas daban de media en torno a un 12,5%”, dice uno de los mensajes que circulan entre los dirigentes del partido, al que ha tenido acceso EL PAÍS. El texto prosigue: “Arrimadas se negó a presentar su candidatura a la investidura en el Parlament de Cataluña, algo que ha sido criticado duramente por sus votantes y utilizado reiteradamente por sus adversarios políticos. Arrimadas ha sido líder de la formación y jefa de la oposición en Cataluña hasta 2019 cuando en un movimiento táctico abandonó la formación en Cataluña para convertirse en candidata en las elecciones generales. Nuevamente muy criticado por sus votantes y utilizado reiteradamente por sus adversarios políticos”. “¡DIMISIONES YA! Cuadrado y Espejo han demostrado sobradamente su incapacidad para dirigir Ciudadanos”, cierra el mensaje.

Las pretensiones de los críticos van a caer de momento en saco roto, según las manifestaciones de Arrimadas, que ha descartado este lunes dimitir, así como destituir a miembros de su equipo. “Yo voy a seguir adelante de este proyecto con apoyo del partido”, ha dicho la líder en Onda Cero. Arrimadas atribuye el batacazo electoral a la baja participación en las elecciones del 14-F, que ha llegado solo al 53,54%, y a la herencia recibida de Albert Rivera. “Desde el 10-N, estábamos en ese porcentaje de voto”, ha defendido la presidenta de Cs. No obstante, los críticos recuerdan que en la encuesta del CEO del pasado mes de julio, antes de que la dirección de Cs destituyera a Lorena Roldán como candidata y la sustituyera por Carlos Carrizosa, el partido tenía una intención de voto en Cataluña del 14, 4% y una expectativa de 19 escaños, según este sondeo, frente al 5, 57% y los solo 6 diputados logrados en las elecciones de ayer.