Un veto teledirigido y mucha prisa: así se fraguó el pacto del PP con Vox para gobernar la Comunidad Valenciana

La ultraderecha no había presentado sus listas al Congreso y eso dio una vía de escape a Flores que facilitó el pacto con los populares

El candidato de Vox a la presidencia de la Comunidad Valenciana en los comicios del 28M, Carlos Flores (en primer plano); el del PP, Carlos Manzón (detrás); y el vicesecretario de Organización del PP de la Comunidad Valenciana, Juan Ignacio Pérez Llorca (al fondo), este martes en las Corts Valencianes. Foto: MÒNICA TORRES | Vídeo: EPV

“Me gustaría contarte que ha sido toda una estrategia, pero no”. Una fuente del PP resume así cómo se llegó este martes al acuerdo que dará la presidencia de la Comunidad Valenciana a Carlos Mazón con el apoyo de Vox.

Durante las dos últimas semanas, los dirigentes valencianos del PP y Vox han intercambiado mensajes… muchos mensajes y alguna conversación. Pero la primera cita y el primer encuentro cara a cara de lo...

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“Me gustaría contarte que ha sido toda una estrategia, pero no”. Una fuente del PP resume así cómo se llegó este martes al acuerdo que dará la presidencia de la Comunidad Valenciana a Carlos Mazón con el apoyo de Vox.

Durante las dos últimas semanas, los dirigentes valencianos del PP y Vox han intercambiado mensajes… muchos mensajes y alguna conversación. Pero la primera cita y el primer encuentro cara a cara de los equipos negociadores no se dio hasta las 10 de la mañana de este martes cuando, tras poco más de dos horas, ambos partidos sellaron la base de un gobierno de coalición. Las más largas fueron las horas previas a ese encuentro.

Mazón había dicho en reiteradas ocasiones que apostaba por un gobierno en solitario a sabiendas de que Vox no le iba a regalar sus más de 300.000 votos. Tal como había prometido, escuchó a los representantes de todos los partidos que han obtenido representación en la Comunidad Valenciana antes de recibir a los únicos que podían facilitar que llegara a la presidencia de la Generalitat, Vox.

Apenas 24 horas antes de que se celebrara ese encuentro, el portavoz de campaña del PP, Borja Sémper, reventó cualquier estrategia ideada hasta ese momento. Sémper vetó al aspirante a ocupar la vicepresidencia de la Generalitat, Carlos Flores, condenado en 2002 por un caso de violencia machista, un delito por violencia psíquica y 21 faltas de coacciones, injurias y vejaciones que le provocaron a su exmujer un “quebranto psicológico”. “Te voy a estar jodiendo toda la vida hasta que te mueras y acabe contigo”, “ladrona, secuestradora de niños, dueña de calabozo, puta”, fueron algunas de las palabras que le dirigió.

Sémper marcó una línea roja en la negociación pese a que poco antes el vicesecretario de Organización del PP valenciano, Juan Francisco Pérez Llorca, había asegurado que no se había vetado a nadie. Varias fuentes de los populares valencianos aseguran que desconocían la decisión del portavoz de campaña de Alberto Núñez Feijóo y, por tanto, del propio líder del PP, de condicionar la negociación con los de ultraderecha y, mucho menos, con su candidato. De hecho, fuentes oficiales del entorno de Carlos Mazón mantuvieron la tesis de Llorca durante la tarde, sin querer precisar las palabras de Sémper: “Nos mantenemos en lo dicho”, aseguraron. “Igual ambas declaraciones no son incompatibles”, acertó a decir otra fuente horas después. Y así fue. La línea roja no se ha traspasado en Valencia y los populares valencianos han logrado el pacto sin necesidad de vetar a Flores porque su partido le ha buscado otro destino. Pero antes de eso, hubo varias llamadas.

Juan Francisco Pérez Llorca, Carlos Mazón y Miguel Barrachina, a su llegada a la reunión con Vox este martes en Valencia. MONICA TORRES

Tras escuchar las palabras de Sémper el propio Mazón llamó a Carlos Flores. El líder de los populares valencianos está acostumbrado, por su gobierno provincial en minoría en la Diputación de Alicante, a bregar con amigos (Ciudadanos) y enemigos (Compromís) y es conocida su habilidad para establecer espacios de diálogo y ententes que promociona con soltura y de forma continuada. De hecho, este martes, tras el acuerdo con Vox, el líder popular tuvo palabras de agradecimiento tanto para los socialistas como para Compromís, con quienes espera, según ha dicho, llegar a algunos acuerdos.

Mazón le aseguró a Flores que la postura de Sémper no era la suya. Pero la caja de truenos estaba ya destapada, aunque en 12 horas se resolviera con un acuerdo del que Mazón está “muy satisfecho”. El PP cede a Vox la presidencia de las Cortes, el segundo puesto como autoridad en la autonomía y uno de los mejor retribuidos. También “varias” consejerías, en un número proporcional a la fuerza que le han otorgado sus votos, es decir, entre dos y tres del máximo de nueve que tiene previsto crear Mazón.

“Han jugado a nuestro favor dos cosas: Vox tenía prisa por llegar a un acuerdo y hacer valer sus votos de cara a las generales y la dirección aún no había aprobado las listas de candidatos al Congreso para el próximo 23-J”, aseguran fuentes del PP. Las mismas apuntan a que el factor determinante ha sido la “pericia” del propio Carlos Mazón, un hombre que supo irse de la primera línea política antes de que al PP de Alicante le salpicaran media decena de casos de corrupción y hábil para, aprovechando su relación con el exsecretario general del PP, Teodoro García Egea, situarse en la cabeza del PP valenciano, posición que ha mantenido después de negar a su mentor, Pablo Casado.

El hecho es que el plazo para presentar las listas electorales concluye el día 18. Vox aún no había anunciado las suyas y la candidatura al Congreso por Valencia ha sido la vía de escape. Con el destino de Flores aclarado, ni unos ni otros estaban dispuestos a prolongar las negociaciones ni a someterse a más titulares sobre vetos y amenazas. Además, el pasado 16 de mayo, en una entrevista a EL PAÍS, Carlos Flores dijo: “Me puse a disposición de Vox para cualquier cosa que pudiese necesitar, y este encargo de liderar la candidatura para la Generalitat fue el que Vox me confió. Si esa invitación se hubiese producido dentro de unos meses, quizás hubiera sido candidato al Congreso; si se hubiese producido años atrás, quizá hubiese sido candidato al Parlamento Europeo”. Así que el destino que la dirección de la ultraderecha ha dado a Flores incluso estaba entre sus opciones.

Vicente Barrera, Carlos Flores e Ignacio Gil Lázaro, a su llegada a las Cortes valencianas este martes. MONICA TORRES

Fuentes del PP aseguran que hasta la misma mañana del martes no sabían que Vox iba a facilitar la investidura de Mazón cumpliendo el requisito de la dirección del PP, apartando a Carlos Flores de la Comunidad Valenciana, pero dejando el “marrón” al PP de Feijóo con esa línea roja en la bancada del Congreso. Otras afirman que el martes amaneció con el acuerdo ya prácticamente hecho, pero coinciden en que no fue hasta la reunión de los equipos negociadores cuando fueron conscientes de que Vox no les iba a apretar hasta un límite que no pudieran admitir.

La posibilidad de que Vox se negara a ceder sobre su candidato estuvo en la mesa hasta que él mismo expuso su próximo destino. Durante la reunión, Carlos Mazón fue el encargado de dirigir la negociación por parte del PP. Pese a que el experimentado políticamente en el lado de Vox era Ignacio Gil Lázaro, el peso de la charla recayó en manos de Flores. Así, ambos candidatos, sentados frente a frente, hablaron de los ejes que conformarán la base del próximo Gobierno valenciano. En porcentajes, según las mismas fuentes, Gil Lázaro fue protagonista de apenas un 20% de las aportaciones en la conversación, mientras que el tercer miembro del equipo de Vox, el extorero Vicente Barrera, apenas intervino.

Y en poco más de dos horas y para sorpresa de todos, PP y Vox sellaron un Gobierno de coalición que puede marcar el futuro del Gobierno de España. Ese tiempo es el que el PP tardó, una vez salvado el escollo de Carlos Flores, en ceder a la ultraderecha parte de su gobierno. De forma tan prematura como el comunicado que ambos partidos repartieron entre los medios de comunicación en los que, según dijeron, se reflejan los cinco ejes de su acción de gobierno: libertad, desarrollo económico, sanidad y servicios sociales, señas de identidad y apoyo a las familias. Esos son los principios del Ejecutivo que regirá el futuro de más de cinco millones de valencianos.

Los seis hombres del pacto

Carlos Mazón

El presidente del PP valenciano y futuro presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, ha presidido y dirigido todas las reuniones que los populares han mantenido con los tres partidos políticos que obtuvieron representación el 28-M.

Carlos Flores

Carlos Flores fue el candidato de Vox a la presidencia de la Generalitat en las pasadas elecciones del 28-M. El veto del PP para que ocupara un puesto en el Gobierno valenciano por su condena por violencia machista, le ha convertido, en 24 horas, en cabeza de lista de la misma formación al Congreso para el 23-J.

Juan Francisco Pérez Llorca

Pérez Llorca llegó a la vicesecretaría de Organización del Partido Popular de la Comunidad Valenciana de la mano del propio Mazón. Es alcalde de un pequeño municipio de Alicante pero el líder del PP valenciano confía en él desde que le encargó poner orden en aquella provincia.

Ignacio Gil Lázaro

Ignacio Gil Lázaro hubiera estado sentado entre los integrantes del PP hace 10 años pero desde 2019 es diputado de Vox. Cambió de partido para no cambiar de principios, según dijo. Es el hombre fuerte de Santiago Abascal en Valencia.

Miguel Barrachina

Si Pérez Llorca es cuota alicantina, Barrachina lo es castellonense. Ha sido el director de campaña del PP valenciano pero, sobre todo, quien ha desarrollado una crítica más afilada al Gobierno del Botànic desde su escaño en las Cortes.

Vicente Barrera

Vicente Barrera ha sido la sorpresa del equipo negociador de Vox. Nieto de torero, el diestro valenciano se retiró de los ruedos en 2011 y en 2018 se afilió a Vox. Ni en las elecciones del 2019 ni en las del pasado 28-M logró que su posición en las listas le dieran entrada en el Ayuntamiento de Valencia. Este martes ha sido protagonista de la negociación del acuerdo PP-Vox.

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