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La mano derecha de Mazón dice ante la jueza de la dana que los “WhatsApps” que desmontan su defensa “están descontextualizados”

Cuenca sostiene que no dio órdenes a la exconsejera Pradas sobre cómo gestionar la tragedia, pese a que los mensajes de móvil le incriminan

José Manuel Cuenca, el que fuera jefe de gabinete y mano derecha del expresidente de la Generalitat Valenciana Carlos Mazón, ha asegurado este viernes ante la jueza de Catarroja que investiga la dana —la catástrofe que dejó 230 muertos en 2024 en Valencia— que los mensajes de WhatsApp que confirman su papel protagonista en la gestión de la tragedia y que revelan que dio órdenes a la exconsejera Salomé Pradas “están descontextualizados”. “No di instrucciones [a Pradas]”, ha insistido, desafiante. Así lo indican a EL PAÍS fuentes presentes en su comparecencia, la segunda en quince días como testigo, una condición que le obliga a decir la verdad.

Frente a lo que afloran las comunicaciones con Pradas, Cuenca dice ahora que no propuso medidas, que “sólo expresó dudas jurídicas” sobre la posibilidad de confinar a la población. Y se ha negado a entregar su móvil en el juzgado “para proteger su intimidad”. En su primera declaración, adujo que no podía recuperar sus mensajes porque los había borrado y carecía de copia de seguridad.

Tras resistirse, ha accedido hoy a que se pregunte a la Generalitat si se pueden rescatar sus comunicaciones con Mazón durante la desgracia. Y que, después, se pregunte al expresident si acepta voluntariamente entregar estos mensajes. Como Mazón es aforado -mantiene su acta de diputado en las Cortes Valencianas- esta debe ser la vía. El exmandatario sólo puede ser investigado por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV) tras el razonamiento de la instructora.

Siguiendo el criterio de la Fiscalía, la jueza ha rechazado la petición de una letrada de que Cuenca pasara de testigo a investigado, pese al reguero de contradicciones en el juzgado del exjefe de gabinete.

En su intervención, Cuenca ha negado que Mazón transmitiera mensajes a Pradas a través de él. Y ha relatado que se enteró del Es Alert –la alerta masiva a móviles para informar a la población de la magnitud de la tragedia- cuando sonó en su móvil.

En un tenso interrogatorio, la magistrada Nuria Ruiz Tobarra ha reprochado al exjefe de gabinete que “diera órdenes a Pradas”. Cuenca ha respondido, contundente. “He venido a decir la verdad. No puedo permitir que se me atribuyan órdenes. No me encomendaron dar órdenes”, ha zanjado.

Pese a que Pradas informó a Cuenca a las 16.28 horas de una víctima mortal en Utiel –un dato que contradice la versión de Mazón, que dijo en el Congreso que se enteró de que había muertos al día siguiente-, el exjefe de gabinete ha sostenido ante la jueza que “no procesó la información sobre ningún fallecido”. “No vi la oficialidad en ningún momento [...]. Le transmití al presidente que la cosa se había complicado y que deberían ir a Utiel”, ha agregado.

El fiscal ha recordado que entre las 14.11 horas, cuando Cuenca envía un mensaje a Mazón en el que le advierte de la gravedad de la situación en Utiel, y las 16.29, el exjefe de gabinete recibió “información relevante” de la desgracia. Y le ha preguntado si el expresident le pidió que transmitiera a Pradas que “no molestara”. “No, en ningún momento”, ha reaccionado Cuenca. El día de la catástrofe, Mazón disfrutó de un almuerzo de casi cuatro horas mientras se inundaba parte de la provincia de Valencia en el restaurante El Ventorro con la periodista Maribel Vilaplana. “¿Por qué le dan esa información a usted? Parece el vicepresidente del Gobierno", ha ironizado el representante del ministerio público.

Dos horas sin noticias del ‘president’

El que fuera asesor de referencia del barón popular ha reconocido que “durante dos horas” no pudo contactar con Mazón, que le llamó para interesarse por la situación del metro, a las 19.41 horas, después de la comunicación que el expresident mantuvo con el secretario autonómico de Infraestructuras y Transportes de la Generalitat y responsable de Ferrocarrils de la empresa pública Generalitat Valenciana (FGV), Javier Sendra.

Cuenca declara por segunda vez en el juzgado en dos semanas. La jueza decidió de nuevo su citación como testigo —una condición que le obliga a decir la verdad— después de que se conociera su papel protagonista en la gestión de la crisis, cuando dio órdenes a la exconsejera de Justicia e Interior, que es la principal imputada en la causa, Salomé Pradas. “Salo, de confinar nada por favor. Calma”, llegó a decir Cuenca a Pradas a las 19.54, en lo peor de la desgracia, según unos whatsapps aportados por la exdirigente al juzgado y que desmontan la tesis de defensa de la mano derecha de Mazón.

En su primera declaración ante la jueza, el pasado día 26, Cuenca sostuvo que no dio instrucciones a Pradas sobre un posible confinamiento. Y adujo que no podía aportar los mensajes de su móvil del día de la desgracia porque los había perdido. Los mensajes de la exconsejera le desmienten.

El abogado Manuel Mata, que ejerce la acusación popular que representa a la asociación Acció Popular del País Valenciá (Acpv), ha pedido un careo entre Cuenca y Pradas.

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