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La jueza de la dana pide a la Generalitat Valenciana las imágenes de la entrada de Mazón en el Cecopi

Un alto cargo del Consell reconoce que los agentes medioambientales no vigilaron los barrancos el día de la tragedia que dejó 229 muertos en 2024

La jueza de Catarroja (Valencia) que investiga la dana, Nuria Ruiz Tobarra, ha pedido a la Consejería de Emergencias de la Generalitat las imágenes de la entrada en el Cecopi —el órgano que coordinó la catástrofe que dejó 229 muertos en Valencia en 2024— del presidente del Consell en funciones, Carlos Mazón.

El día de la tromba, el dirigente llegó a estas instalaciones en L’Eliana (Valencia) a las 20.28 horas, 17 minutos después del envío del mensaje masivo a móviles. Una notificación que se coló en los teléfonos a las 20.11 horas, cuando la mayoría de los desaparecidos ya había muerto. Mazón aterrizó en el Cecopi tras una comida de casi cuatro horas (15.00-18.45) en el céntrico restaurante El Ventorro con la periodista Maribel Vilaplana.

El dirigente ha modificado su relato sobre este hecho. Tras la riada, el barón popular sostuvo durante cuatro meses que desembarcó en el centro de L’Eliana “pasadas las 19.00 horas”. Y el pasado febrero, la Generalitat Valenciana difundió una imagen de la cámara de seguridad del edificio del órgano de emergencias que mostraba la entrada de Mazón en el complejo a las 20.28.

La instructora, que quiere conocer la hora exacta de la llegada, considera “relevante” esta petición en el marco del “proceso de decisión” de la principal investigada en la causa, la exconsejera de Justicia e Interior, Salomé Pradas, que fue la responsable del envío de la alerta.

El movimiento se produce después de que la Audiencia Provincial de Valencia avalara la declaración como testigo de Vilaplana, que en su comparecencia del pasado 3 de noviembre aseguró que, tras salir de El Ventorro, el presidente le acompañó a recoger su coche al aparcamiento de la plaza Tetuán de Valencia.

Por otra parte, un alto cargo de Mazón ha reconocido este jueves en el juzgado que los agentes medioambientales no vigilaron los barrancos durante la tragedia. Luis Gomis, director general de Medio Ambiente Natural y Animal de la Generalitat Valenciana, ha expuesto ante la instructora que estos profesionales (hay 264) se dedicaron el día de la tromba a labores ordinarias y no hicieron hincapié en los barrancos. “Salieron a hacer sus funciones, a la normativa de caza, pesca y vías pecuarias”, ha explicado, según fuentes presentes en su declaración. El alto cargo ha comparecido en calidad de testigo, una condición que le obliga a decir la verdad y a contestar a todas las partes.

Una trabajadora de Emergencias de la Generalitat explicó durante su declaración en el juzgado de Catarroja en octubre que el Ejecutivo de Mazón denegó la víspera de la dana la incorporación de los agentes medioambientales para controlar el barranco del Poyo. Aunque el Consell aseguró haber ofreció a estos empleados —encargados de la vigilancia y protección del medio natural— el propio día de la riada, la empleada reconoció que no conocía este hecho. La negativa obligó a movilizar a los bomberos forestales.

La controversia sobre el control de los barrancos estalló después de que el que fue jefe del Consorcio Provincial de Bomberos durante la riada, José Miguel Basset, ya jubilado, justificara que los integrantes del dispositivo se marcharon a las 15.00 horas del barranco del Poyo, génesis de la tragedia, porque “había ganas de comer”. Tras arreciar la bronca política y pedir disculpas, el mando enmarcó la retirada en un descenso del caudal. Una hora y cuarenta minutos después de la marcha, decenas de llamadas de vecinos de Chiva, donde nace esta rambla, alertaron al 112 —la centralita telefónica de la Generalitat— del desbordamiento.

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