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Mazón dijo a Vilaplana cuando hablaba por teléfono en la comida el día de la dana que lo reclamaban “para la foto”

La periodista declaró a la jueza que se sentía víctima de la “manipulación política” y de un “machismo atroz”

El presidente en funciones de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, dijo a la periodista Maribel Vilaplana durante la comida que ambos mantuvieron durante casi cuatro horas el 29 de octubre de 2024, el día de la dana que dejó 229 muertos en Valencia, que cuando él salía para hablar por teléfono era “para lo de siempre, lo de la foto”. Así consta en la transcripción íntegra de la declaración de Vilaplana, que el pasado 3 de noviembre compareció como testigo durante cuatro horas ante la jueza de Catarroja (Valencia) que investiga la tragedia, Nuria Ruiz Tobarra, y a la que ha tenido acceso EL PAÍS.

Cuando el dirigente hizo alusión a esta frase, la informadora interpretó que el barón popular se refería a “algún evento en el que querían que estuviera y él decidió no ir”. Durante su estancia en la casa de comidas (15.00-18.45 horas) el día de la dana, Mazón recibió e hizo ocho llamadas, entre las que figuraron las de la entonces consejera de Justicia e Interior Salomé Pradas, que reportó al jefe del Consell datos clave, como la grave situación de Utiel tras el desbordamiento del río Magro o la posible rotura de la presa de Forata, que podría haber causado 8.000 muertos. “No hizo alusión al nombre de Pradas durante el tiempo que estuvimos reunidos”, declaró la periodista.

La informadora relató en el juzgado que la cita en El Ventorro no “estuvo programada de forma oficial”. Y reconstruyó cómo se acordó. Dos semanas antes de la tragedia, el entonces president y la periodista coincidieron en un acto. “Cuando acabó, Mazón se quedó en el cóctel, fue a saludarme y me dijo: necesito hablar contigo, me gustaría que tuviéramos algún tipo de colaboración. Dime cuándo y de qué manera podríamos quedar y cuándo te vendría bien”. Vilaplana respondió “yo el martes lo tengo libre”. Y ambos se intercambiaron los teléfonos.

La testigo llegó al restaurante a partir de las 15.00 horas. Tras subir unas escaleritas, la periodista entró en un reservado del establecimiento. “Llegué a una sala grande donde estaba él [Mazón]”. “Estábamos solos. No vi a su personal de escolta. Si estaban abajo, no lo sé”, expuso.

El ‘president’ a la periodista: “Yo no hablo bien”

Durante el almuerzo, Vilaplana ofreció al entonces jefe del Consell asesoría sobre oratoria, la especialidad de la testigo. “Me enseñó un discurso y me dijo: Es que yo no hablo bien”.

Vilaplana reiteró en sede judicial –donde tenía la obligación de decir la verdad- que no atendió el contenido de las llamadas de Mazón. Y justificó que, cuando el entonces president salía del reservado para hablar, ella aprovechaba para sacar el ordenador portátil y prepararse las clases de oratoria que imparte. “Estuve trabajando abstraída de él. Él se sentaba y actuaba con normalidad. No hubo nada extraño en esa comida”, indicó. Reconoció que “Mazón hablaba poco, escuchaba más” y no supo precisar si “llamaba o le llamaban”.

Entre plato y plato, el entonces jefe del Consell no habló de la emergencia con la informadora. Vilaplana reconoció que, a las 17.39 horas, recibió a través de un chat familiar de WhatsApp un mensaje sobre la grave situación de Utiel tras el desbordamiento del río Magro. Relató que ella respondió con una carita de “vaya”, pero que no abrió el enlace adjunto del informativo de la televisión autonómica À Punt. “Es como si me dicen que en Torrelodones hay mucha lluvia”, ironizó.

La periodista enmarcó las críticas contra ella en una estrategia de manipulación política y de “machismo atroz”. “Me siento súper utilizada por la manipulación de la información. Es durísimo. Esto es una maldita casualidad. No lo consigo aceptar. Me he repetido muchas veces por qué tuvo que ser ese día. Fue una mala suerte”, lamentó. Recordó que perdió un amigo a consecuencia de la dana, que tiene pesadillas y que no sabe cómo podrá superar la conmoción de la aciaga jornada.

“No sé si me acompañó al aparcamiento”

Expuso que salieron de El Ventorro “sobre las 18.45 horas”. “Hay un momento en el que [Mazón] me dice, si te parece, lo dejamos estar. Y todavía, alargamos, entre que recogimos, salimos. Allí es de donde viene la confusión del dichoso aparcamiento. Recuerdo salir del restaurante y seguir charlando”, relató. “No sé si me acompañó al aparcamiento”, expresó la periodista en alusión al subterráneo Glorieta 24 horas, en la céntrica plaza Tetuán de Valencia, donde la informadora dejó su coche. La jueza pidió el jueves a la empresa que explota este establecimiento que indique cuándo sacó su vehículo Vilaplana el 29 de octubre de 2024. “De camino al aparcamiento, él va solo. No lleva escoltas detrás. No vi a nadie. Si le seguían de forma discreta, no lo recuerdo. No recuerdo caras conocidas ni de su gabinete ni de su Gobierno”, afirmó.

Tras abandonar El Ventorro, tras una comida y sobremesa de casi cuatro horas, la testigo relató que se quedó un rato más con el entonces president. Conversaron. “Recuerdo salir del restaurante, estar un rato charlando. Creía que era en la puerta del restaurante, pero, haciendo memoria recuerdo que la fachada de la Fundación Bancaja”, dijo. La charla trató de fútbol. Vilaplana es consejera del Levante UD. “Las horas no las puedo precisar, paseamos con normalidad ese tramito (sic)”. “No llovía. Yo no tenía prisa. Ni tenía la sensación de prisa por la otra parte. Fue todo con total normalidad. Por eso me cuesta retener información”, apuntó.

La salida del restaurante coincide con los 37 misteriosos minutos (18.57-19.34) en los que el expresident estuvo ilocalizable. “Le mandé un mensaje a mis hijos diciendo que había tráfico y estaba de camino”, relató.

“Desde el restaurante al aparcamiento se tardan cinco o diez minutos paseando. Él me acompaña hasta la Fundación Bancaja, en la céntrica plaza Tetuán. [...] En el rato que estamos hablando, él también está con el teléfono”, detalló la informadora.

El relato de Vilaplana -que ha cambiado tres veces de versión en un año- no aspira a “tapar, destapar o encubrir a nadie”, respondió la informadora al abogado Joaquín Esteve, que representa a tres víctimas y que propició el auto de la Audiencia Provincial de Valencia que acordó la declaración como testigo de la periodista.

La informadora ha sido parada por la calle por desconocidos para “darle ánimos”. “Estamos contigo, tienes que salvarnos”, le han llegado a decir, según relató ante la jueza Ruiz Tobarra.

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