Valencia quiere el soterramiento de 1,6 kilómetros de las vías de Serrería y Transportes ofrece una solución blanda
El Ministerio plantea en un estudio informativo tres alternativas para integrar el paso ferroviario con un coste de entre 100 y 200 millones de euros
Las posturas entre el Ministerio de Transportes y el Ayuntamiento de Valencia para el soterramiento de las vías del tren en Serrería están muy alejadas. De las tres alternativas que baraja el Gobierno de España en un estudio informativo previo para una obra que lleva en danza décadas, el gobierno local pide la tercera opción, que sería la más costosa con un presupuesto aproximado de 200 millones de euros y que soterraría la línea del ferrocarril 1,6 kilómetros, mientras Transportes se decanta por la primera alternativa, una integración blanda presupuestada en 100 millones de euros, que taparía pero no enterraría las vías.
“Ha sido una reunión decepcionante”, ha manifestado el concejal de Grandes Proyectos de Valencia, José Marí Olano, del PP, tras reunirse este jueves en Madrid con la secretaria general de Transporte Terrestre del Ministerio, Marta Serrano Balbuena. Este departamento ha dejado abierta la puerta a un diálogo fluido hasta alcanzar un acuerdo sobre la infraestructura.
Transportes sostiene que el soterramiento del túnel ferroviario de Serrería es una obra eminentemente urbanística -no de funcionamiento de la red ferroviaria-, porque pretende eliminar en superficie la barrera de vías y conectar los barrios del Grao con el de Peñarroja, donde hay proyectado un ambicioso plan urbanístico que el consistorio quiere acometer para rematar la fachada marítima de la capital. De ahí el tira y afloja entre Transportes y las administraciones autonómica y local valencianas.
En este sentido, la oferta del departamento de Óscar Puente a la Generalitat Valenciana y al Ayuntamiento de la ciudad era que la obra fuera cofinanciada por las tres administraciones sin que el Gobierno de España se hiciera cargo del grueso del coste. El Ministerio aduce que ya tiene en marcha en la capital valenciana varios proyectos ferroviarios —túnel pasante, estación de alta velocidad y canal de acceso— que suponen una inversión de más de 2.600 millones de euros y ya advirtió que no asumiría el grueso del coste de la obra.
El ministro socialista Óscar Puente se mostró el pasado mes de marzo durante una visita a la capital a favor de esta obra pero a condición de que la Generalitat Valenciana y el Ayuntamiento de Valencia colaborasen en financiarla. “No es excesivamente costoso pero tenemos que ser justos con todos los territorios, así que vamos a hablar de financiación”, apuntó Puente apelando a la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, y al presidente valenciano Carlos Mazón. “Si hay acuerdo, no tiene por qué dilatarse mucho”, aseguró. De momento, la alcaldesa de la ciudad está dispuesta a aportar 10 millones de euros.
Los representantes de las tres administraciones han analizado durante el encuentro de este jueves en Madrid las alternativas incluidas en el Estudio Informativo de la prolongación sur del túnel de Serrería, en la línea ferroviaria Valencia-Tarragona. Un estudio que plantea tres alternativas de integración, con distintas longitudes de túnel.
El Ministerio abre la puerta a mantener un diálogo fluido con el Ayuntamiento y la Generalidad para definir la alternativa más eficiente y recuerda la necesidad de coordinar los estudios para evitar interferencias con infraestructuras planificadas antes de poder concluir la definición de las alternativas planteadas. El estudio informativo que se maneja ahora no está acabado definitivamente. La fórmula preferida por el gobierno de Catalá para la prolongación de Serrería hasta la V-30 implicaría un estrangulamiento de los accesos ferroviarios del Puerto de Valencia por las pendientes para el tráfico de mercancías, lo que ocasionaría un aumento del tráfico de camiones, por lo que hay que buscar otro tipo de solución, considera Transportes.
Marí Olano considera, sin embargo, que la alternativa que defiende Puente y que el ministerio describe como integración blanda solo cubriría con una especie de sombrero la zanja ferroviaria. “Sería como hacerle una joroba a la ciudad”, se ha quejado el concejal de Grandes Proyectos, que ha lamentado que haya colaboración en obras parecidas en Bilbao o el área metropolitana de Barcelona y en Valencia no sea posible. “Ha sido decepcionante pero el Ayuntamiento seguirá luchando por la alternativa 3″, ha subrayado el edil.