La alcaldesa de Valencia: “No va a haber más supermanzanas”
María José Catalá, del PP, no revertirá la primera ‘superilla’ de la capital porque se han invertido cerca de 800.000 euros pero no descarta cambios
Valencia inauguró el pasado marzo su primera supermanzana en el barrio de la Petxina (en el distrito de Extramurs, de 48.500 habitantes) y, según la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, del PP, será la última, según ha anunciado este lunes. La regidora insiste en que no le gusta el concepto y añade que las que había previstas en los barrios de Orriol...
Valencia inauguró el pasado marzo su primera supermanzana en el barrio de la Petxina (en el distrito de Extramurs, de 48.500 habitantes) y, según la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, del PP, será la última, según ha anunciado este lunes. La regidora insiste en que no le gusta el concepto y añade que las que había previstas en los barrios de Orriols y de la Roqueta se revisarán y reconvertirán con un proyecto de reurbanización. La superilla de la Petxina, la primera inaugurada en la capital valenciana, no se revertirá “porque no soy de deshacer”, ha dicho la alcaldesa, “pero le daremos una pensada”.
La alcaldesa del PP ha vuelto a marcar distancias con el urbanismo desarrollado por el anterior gobierno local, de Compromís y PSPV-PSOE: “No soy nada de supermanzanas. A mí me parece una plaza pintada en el suelo y yo prefiero hacer un proyecto bonito, con una plaza en condiciones. La verdad es que nunca me han parecido un proyecto atractivo y no acabo de entender cómo al partido socialista le parece bonito aquí pero en Barcelona asfaltan las superillas que hizo Ada Colau”.
“No es mi modelo y no va a haber más”, ha reiterado la primera edil. “Para eso diseño una buena plaza, una buena zona de parques infantiles o de descanso. Ese es mi modelo. Tampoco soy de deshacer lo hecho cuando además ha costado dinero, unos 800.000 euros. No es una actuación barata. Si podemos mejorarla, lo haremos, pero no habrá más supermanzanas”, ha agregado la alcaldesa.
La supermanzanas, basadas en el urbanismo táctico, persigue reducir al mínimo el tráfico rodado para generar el máximo espacio peatonal posible en centros urbanos consolidados y de forma más ágil. Así, el tráfico motorizado circula por las vías perimetrales mientras que en las calles interiores solo se permite la circulación peatonal y el acceso de vehículos de residentes, emergencias, o carga y descarga.
Las obras de la supermanzana de la Petxina arrancaron a mediados de diciembre de 2022; era un proyecto incluido además en los 22 proyectos de València Ciudad de Plazas, con la que el anterior gobierno local estaba previsto recuperar 207.000 metros cuadrados de espacio público en Valencia para los viandantes.
La exvicealcaldesa de Valencia y anterior responsable de Urbanismo, la socialista Sandra Gómez, presentó en la pasada campaña electoral un ambicioso plan de supermanzanas, algunas previstas y otras nuevas, en Orriols, la Roqueta; en el Pla del Remei: donde se iba a licitar el estudio de recuperación de espacio público que definiría el alcance en los distritos de Extramurs y Eixample; y en Tres Forques, donde con los fondos Next Generation se iba a intervenir en el grupo de viviendas sociales conocido como Virgen de los Desamparados.
Gómez, ahora portavoz socialista en el Ayuntamiento, ha criticado la decisión de María José Catalá de descartar la supermanzana de Orriols, una obra que ya está adjudicada por 2,4 millones de euros, que cuenta con fondos europeos y responde a una reivindicación vecinal del barrio. “Catalá sigue demostrando que no es la alcaldesa de todos sino que sólo gobierna para unos pocos que comparten su idea de volver a hacer de Valencia una ciudad para los coches, hostil con los peatones y que camina en la dirección contraria del resto de ciudades europeas”, ha declarado tras conocer la decisión de la alcaldesa.
Financiación europea
La concejal socialista ha recordado que la obra, que contempla una peatonalización definitiva del espacio y no una actuación de urbanismo táctico como en el caso de la Petxina, debería haber comenzado ya y la decisión de paralizarla pone en peligro la concesión de fondos europeos para la ciudad de 5,1 millones de euros. “La supermanzana de Orriols forma parte de una serie de proyectos que obtuvieron financiación europea, una financiación que la ciudad perderá por el empecinamiento de la señora Catalá en hacer de Valencia de nuevo una ciudad gris, con más contaminación y humo de los coches en lugar de hacer en los barrios espacios más cómodos, con zonas peatonales como la que estaba prevista en Orriols”, ha continuado.
Gómez ha destacado que el proyecto de supermanzana de Orriols permitía “dignificar el núcleo histórico del barrio y daba una solución digna al desnivel de la calle Arquitecto Rodríguez que divide el barrio, mejorando la conexión peatonal y la accesibilidad. Ahora, sin embargo, Catalá impone a los vecinos de Orriols a vivir en un barrio peor, más contaminado y menos amable”.
La portavoz adjunta de Compromís per València, Papi Robles, ha acusado a Catalá de “involucionista”. Robles le ha recordado que estos proyectos nacen del diálogo y la participación vecinal, y van en la misma línea en la que trabajan las grandes capitales europeas, apostando por las supermanzanas como entornos más saludables y seguros para los ciudadanos. “Estamos de nuevo ante una decisión sectaria de un partido que quiere volver al pasado y tirar por tierra todo lo que se ha conseguido estos años en Valencia”, ha agregado Robles.