El Palau de la Música de Valencia tiene goteras tras su cierre de cuatro años y su reforma de 12 millones
Un informe de mantenimiento refleja filtraciones y falta de conservación en el auditorio sobre todo en la ampliación que se excluyó de las obras de reparación del edificio original
El Palau de la Música de Valencia, con una de las mejores acústicas de España en su sala principal, continúa desafinado. Tras cuatro años cerrado a raíz del desprendimiento en 2019 de una parte de la concha acústica de su segunda sala y tras una reforma con un coste de 12 millones de euros, el audit...
El Palau de la Música de Valencia, con una de las mejores acústicas de España en su sala principal, continúa desafinado. Tras cuatro años cerrado a raíz del desprendimiento en 2019 de una parte de la concha acústica de su segunda sala y tras una reforma con un coste de 12 millones de euros, el auditorio padece filtraciones y falta de conservación, según un reciente informe de mantenimiento del recinto municipal. “Existen filtraciones procedentes de los jardines ubicados en la zona inmediatamente superior a la de administración, archivo, camerinos once, doce, trece y catorce y la conserjería”, señala el documento. La reinauguración del auditorio está prevista para el próximo 5 de octubre. Este viernes, la alcaldesa María José Catalá, del PP, visitará las instalaciones.
Los problemas afectan tanto a algún espacio del edificio original no intervenido en el proyecto de reparación promovido por el anterior equipo de Gobierno de Compromís y PSPV-PSOE, como, sobre todo, a la ampliación que inauguró en 2003 la entonces alcaldesa de Valencia, la popular Rita Barberá, con un coste cercano a los nueve millones de euros. Las filtraciones y goteras por el riego de los jardines han sido constantes desde la apertura de estos nuevos espacios. La situación se ha agravado esta semana con las lluvias del pasado sábado. La entrada del personal volvió a inundarse, según apuntan fuentes del Gobierno actual.
El equipo del anterior alcalde, Joan Ribó, optó por intervenir en las zonas más deterioradas y urgentes que afectaban al público y no hacer una reforma integral para limitar los costes y el tiempo de clausura del que fue durante décadas el principal auditorio de música clásica de Valencia, antes de la apertura de la ópera del Palau de les Arts. De modo que no se contempló actuar sobre las dependencias de la ampliación, más nueva y habilitada bajo los jardines adjuntos al Palau, casi a la misma cota del cauce seco del Turia, y sobre algunos espacios del edificio original abierto en 1987 y diseñado por José María García de Paredes, muy similar al Auditorio Nacional de Madrid, del mismo arquitecto.
El desprendimiento del fragmento del panel sonoro se produjo en 2019 porque los conductos de la climatización discurrían justo por encima de la concha acústica y cuando se condensaba el agua por los cambios de temperatura caía sobre la madera, que se iba deteriorando, según el informe de los bomberos. “Por prevención, cerramos las dos salas (la principal tiene 1.781 butacas), y optamos por cambiar la instalación para poner la climatización por el suelo, además de otras medidas, como reducir el consumo energético, que es muy elevado”, explicó la concejal de Patrimonio y Recursos Culturales, Gloria Tello, a este periódico hace año y medio. Lo que iba a ser una reparación puntual se convirtió en un proyecto más costoso y complejo de 12 millones de euros.
El reciente informe de mantenimiento precisa que “la zona más deteriorada es donde trabaja la orquesta y el personal” del auditorio y recoge que también existen filtraciones en el despacho de Relaciones Públicas, en la sala José Serrano y en la planta baja (zona de tienda e información) “procedentes de la condensación de tuberías de los climatizadores, así como de los que recogen el agua de las lluvias”. El documento concluye además que “las cabinas de ensayo de los músicos no presentan el grado de conservación adecuado” y que “es necesaria adecuarlas a la normativa acústica vigente”.
Igualmente, el documento plantea que “numerosas zonas del edificio conservan aún el techo original” y considera “recomendable su sustitución por techo técnico”. Por otro lado, indica que “el pavimento de la terraza de la cafetería presenta desniveles y agujeros”.
Fuentes municipales del actual Gobierno han lamentado, a partir de este informe, que “a un mes de la reapertura del Palau de la Música y tras cuatro años cerrado por obras, la situación sigue presentando graves deficiencias” y se citan “goteras y filtraciones, baños deficientes, suelos y techos deteriorados”. “Son actuaciones que llevan reclamándose desde hace años pero que no se han atendido en estas obras donde se han gastado casi 12 millones de euros”, han censurado.
En esta línea, han apuntado que “el icónico edificio del Palau de la Música en València está experimentando un revés inesperado”, tras “la finalización de las obras de reparación y adecuación debido a problemas que se derivan de una falta de gestión por parte de la anterior corporación municipal”.
Las mismas fuentes municipales aseveran que “desde hace años se viene observando una serie de problemas por las filtraciones de agua en el edificio que no estaban incluidas en el alcance de las obras realizadas”. Sostienen que esto muestra “una clara negligencia en la gestión del organismo autónomo municipal por parte de la anterior corporación”.
“Sin ir más lejos, en marzo del año pasado se produjeron filtraciones importantes en la cocina de la cafetería y posteriormente se produjo una grave inundación en la entrada del personal del edificio”, agregan. Estas fuentes aseguran también que “los baños presentan malas condiciones” y apunta han resaltado que “el edificio, que debería haber sido devuelto a la ciudad en pleno esplendor, ahora se enfrenta a desafíos adicionales”.