Las aguas residuales de Valencia desvelan un mayor consumo de cannabis y cocaína que de nicotina

El CSIC, la Universitat de València y la Generalitat Valenciana detectan una tendencia de consumo al alza de las tres sustancias a partir de 2018

Imagen simulada de compra de drogas.

Cannabis, cocaína y tabaco son las drogas más consumidas, especialmente durante los fines de semana y en periodos festivos, en la ciudad de Valencia. Un estudio del Centro de Investigaciones sobre Desertificación (CIDE), centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), la Universitat de València y la Generalitat Valenciana ha evaluado, mediante ...

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Cannabis, cocaína y tabaco son las drogas más consumidas, especialmente durante los fines de semana y en periodos festivos, en la ciudad de Valencia. Un estudio del Centro de Investigaciones sobre Desertificación (CIDE), centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), la Universitat de València y la Generalitat Valenciana ha evaluado, mediante el análisis de las aguas residuales procedentes de tres depuradoras de la capital del Turia, el consumo de sustancias psicoactivas de las que han detectado un total de 16 (legales o ilegales), ocho de las cuales han recibido un control continuado, mediante estudios cromatográficos y de espectrometría de masas.

Los resultados muestran que el cannabis, la cocaína y el tabaco fueron las drogas más consumidas, con un promedio por cada 1.000 habitantes de 9,9 gramos al día, para el cannabis, 1,7 g/día para la cocaína y 1,5 g/día para la nicotina. El estudio también muestra una tendencia de consumo al alza de las tres sustancias a partir de 2018 pero, sobre todo, en el caso del cannabis que pasó, entre 2018 y 2019, de registrarse de entre 5 y 10g/día a los 23 que se detectaron en 2020.

Además, opiáceos como la codeína (0,5 g/día), alucinógenos como la bufotenina (0,2 g/día) o estimulantes como el éxtasis (MDMA 42 mg/día), las anfetaminas (36 mg/día) y las metanfetaminas (20 mg/día) son las que destacan en los siguientes puestos. Y, por último, la heroína, la ketamina o la metadona, entre otras, mostraron ser drogas de menor consumo en Valencia durante el periodo de estudio. Las muestras para el análisis fueron obtenidas tanto en forma de sustancias puras como de sus metabolitos.

La detección de cannabis, cocaína y tabaco fueron las más extendidas, datos que concuerdan con las estimaciones de la Unión Europea. El ingeniero Julián Campo, primer autor de este artículo e investigador del Grupo SAMA-UV en el CIDE, apunta que “estos datos son similares a los encontrados en otras ciudades españolas y están en concordancia con las estimaciones realizadas por el centro Europeo de Monitorización de Drogas y de Adicción a las Drogas para la UE”. El Informe Europeo sobre Drogas 2021 identificó la cocaína como el segundo estimulante más extendido e incautado en Europa, y el Informe de 2021 del Observatorio Español sobre Drogas y Adicciones (OEDA) confirmó que la cocaína es una de las drogas con mayor prevalencia de consumo en la población española entre 15 y 64 años y en el periodo 2019-2020, tras el alcohol y el tabaco.

El trabajo, recientemente publicado en la revista Water Research, aporta otros datos como el aumento del consumo de cocaína en la ciudad de València y sus municipios aledaños a lo largo de la década, coincidiendo con la tendencia general observada en toda Europa; el consumo estabilizado de metanfetamina, reducido para la anfetamina y al alza para el éxtasis. Durante los fines de semana y fiestas locales, principalmente Las Fallas, se observó una frecuencia mayor de consumo de sustancias psicotrópicas en comparación con los días laborables.

La catedrática de Nutrición y Bromatología de la Universitat de València y responsable del grupo SAMA-UV, Yolanda Picó, ha asegurado que estos resultados también son similares a los que se registran “en diferentes festivales, eventos o periodos vacacionales en diferentes ciudades del mundo, lo que confirma el uso recreativo de alguna de estas sustancias”.

“Los resultados de este trabajo ponen de relieve la pertinencia del análisis de aguas residuales como excelente complemento a los indicadores epidemiológicos clásicos (datos de prevalencia, estadísticas de incautaciones, etc) a la hora de componer un panorama objetivo, rápido, barato y anónimo de los patrones de consumo de drogas en una localización específica, como es el caso de la ciudad de Valencia”, concluye Julián Campo.

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