Phoenix engalanan el SanSan más multitudinario
El grupo francés ofrece un exquisito concierto en la segunda jornada del festival que se celebra en Benicàssim, una de las primeras citas masivas de nuestro calendario
Quizá no fuera el concierto más concurrido de todo el día, porque resultaba relativamente fácil acercarse hasta las primeras filas para verles y escucharles, pero la presencia de Phoenix (en su único concierto español hasta que pisen el BBK de Bilbao en julio) fue, sin duda, la que marcó la diferencia ayer en el San San. Sin desmerecer el resto de un cartel en el que también destacaron nombres habituales como La Habitación Roja, Dorian o Rayden, sin perder de vista a fenómenos de nuevo cuño como Guitarricadelafente (jugando en casa, metiéndose al personal en el bosillo desde el primer segundo)...
Quizá no fuera el concierto más concurrido de todo el día, porque resultaba relativamente fácil acercarse hasta las primeras filas para verles y escucharles, pero la presencia de Phoenix (en su único concierto español hasta que pisen el BBK de Bilbao en julio) fue, sin duda, la que marcó la diferencia ayer en el San San. Sin desmerecer el resto de un cartel en el que también destacaron nombres habituales como La Habitación Roja, Dorian o Rayden, sin perder de vista a fenómenos de nuevo cuño como Guitarricadelafente (jugando en casa, metiéndose al personal en el bosillo desde el primer segundo) o los elegantísimos Blanco Palamera.
El festival que se celebra esta semana santa en Benicàssim desde hace seis años –con sus contratiempos: temporales y pandemias han cortocircuitado su trayecto desde que se mudó desde Gandía, donde había arrancado en 2014 – tiene en esta octava edición a los franceses como principal reclamo internacional, tras haber programado a los holandeses Chef’Special el jueves y a los alemanes Milky Chance hoy sábado, y lo cierto es que difícilmente Phoenix pudieron defraudar a nadie que les conozca: escenografía exquisita, sonido impecable, actitud entregada y un equilibrado balance entre su producción más reciente y la más entrada en años.
El sexteto que encabeza Thomas Mars (marido de la cineasta Sofia Coppola: la hija adolescente de ambos ha protagonizado una divertida polémica en TikTok a cuenta del pijerío de las nepo babies) tiene la capacidad de aparentar que los hits se les caen de los bolsillos. Esas canciones elásticas, pegadizas, luminosas, con leves aderezos electrónicos, son marca de una casa que funciona a pleno rendimiento desde hace dos décadas sin que la factoría se agote. No deja de tener su mérito, sobre todo cuando “Lasso” y “1901″ se parecen como dos gotas de agua (por algo son del mismo disco), aunque en su set medie más de una hora entre la una y la otra. Pero es que Phoenix tampoco son un grupo de un par de registros, pese a las apariencias: revivieron su sarampión italodisco (”Ti amo”), revisaron aquel tiempo en que seguían los pasos de The Strokes (“Long Distance Call”) y remitieron a sus inicios disco funk con una “If I Ever Feel Better” que fundieron con el rock pseudoprogresivo del final de “Funky Squaredance”, con la irrupción de un oscuro personaje que parecía salido de El fantasma de la ópera: me recordó por un momento a sus amigos Daft Punk, quienes tanto se inspiraron en El fantasma del paraíso, la adaptación cinematográfica de Brian de Palma, y cuyo “Face to Face” sonó precisamente antes de que los parisinos pisaran el escenario. Dejaron un estupendo sabor de boca. Y Thomas Mars acabó dándose un baño de masas, surfeando sobre las cabezas de los asistentes.
15.000 espectadores diarios (45.000 en el global de los tres días) está reuniendo el San San en su edición más multitudinaria. Se nota que es una de las primeras grandes citas outdoor del calendario festivalero. Y que su parroquia, heterogénea en edad (desde adolescentes a padres de familia), lo ha cogido con muchas ganas. Ayer, al margen de Phoenix, su público pudo disfrutar de la clase de Blanco Palamera, el magnetismo de Guitarricadelafuente, la rotundidad de La Habitación Roja, la frescura de Cariño, la locuacidad de Rayden o la solvencia de unos Dorian que saben como mantener la tensión bailable con nocturnidad y algo de alevosía pasadas las dos de la madrugada. Hoy el festival cierra con Alizzz, Delaporte, Leiva, Sidonie o Milky Chance.