OPINIÓN

Querido president: no queremos compartir piso hasta los 40

Solo un 34% de las viviendas de alquiler de Valencia cuestan menos de 1.000 euros al mes

Una joven junto a un cartel que anuncia un piso para alquilar.Pepe Olivares

Un día, cuando estudiaba Periodismo y Políticas, aprendí la importancia de aprovechar cada altavoz mediático que tuviese disponible para defender lo que creo que es justo, y eso es lo que voy a intentar hacer hoy. Precisamente aquellos años de universidad en Madrid fueron la primera vez que viví fuera de nuestra Comunidad Valenciana, ya que, en las universidades valencianas, la oferta de dobles grados todavía brillaba por su ausencia. Luego vino un máster en Barcelona y actualmente otro en Salamanca. Incontables horas de trabajo duro, dos carreras y dos másters después, mis posibilidades de vo...

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Un día, cuando estudiaba Periodismo y Políticas, aprendí la importancia de aprovechar cada altavoz mediático que tuviese disponible para defender lo que creo que es justo, y eso es lo que voy a intentar hacer hoy. Precisamente aquellos años de universidad en Madrid fueron la primera vez que viví fuera de nuestra Comunidad Valenciana, ya que, en las universidades valencianas, la oferta de dobles grados todavía brillaba por su ausencia. Luego vino un máster en Barcelona y actualmente otro en Salamanca. Incontables horas de trabajo duro, dos carreras y dos másters después, mis posibilidades de volver a Valencia y establecer un proyecto de vida siguen siendo inexistentes.

El otro día fue 9 d’Octubre y, como cada año, seguí los actos a través de nuestra radiotelevisión pública, À Punt. Escuchándote hablar, president (espero que no te moleste que te tutee), me puse a reflexionar sobre los problemas que tiene una tierra como la nuestra, a pesar de ser tan maravillosa. Entonces, me entró nostalgia y comencé a plantearme qué será de mi futuro (que también es el de la mayoría de jóvenes de mi generación). Permíteme que te dé un dato, apreciado Ximo: apenas un 9% de las viviendas de alquiler en Valencia está por debajo de los 750 euros; en marzo de 2021, este porcentaje era del 54%, según Idealista. Y solo un 34% de las viviendas de alquiler de Valencia cuestan menos de 1.000 euros al mes; en marzo del 2021, este porcentaje superaba el 80%.

Estos datos son mucho más que simples cifras: son proyectos de vida truncados. Son historias como la de mi amigo Miguel, a quien le subieron su piso de alquiler antiguo a 750 euros. O como la de Javi, que tuvo que abandonar Benimaclet porque no paraban de aumentarle el alquiler. Leía hace poco que en torno a 4.000 jóvenes se beneficiarán del Bono de Alquiler Joven de la Generalitat. Y yo me pregunto: ¿Será suficiente en una tierra donde solo el 13,7% de los jóvenes pueden abandonar la casa familiar? Si sumamos que vivimos en un país a la cola de Europa en desempleo juvenil (menores de 25 años), la situación es más grave todavía. Señor president, aunque en España la media (34,1%) sea superior a la Comunidad Valenciana (28,2%), nuestros datos siguen siendo altísimos. Máxime teniendo en cuenta que la media europea es de 16.5% de paro juvenil.

Este cóctel entre alquileres impagables y paro juvenil alto es una combinación explosiva que está propiciando que una tierra con tanto talento como la nuestra lo esté perdiendo y entregando a otras comunidades autónomas como Madrid. Sí, como tú dices, esa gran aspiradora de recursos que aprovecha el efecto capitalidad para retener empleos de alta cualificación y recursos. La Generalitat debe liderar este camino mano a mano con el Vicepresident y consejero de Vivienda Illueca, los Ayuntamientos y el Gobierno. Necesitamos garantizar precios de alquiler asequible para poder quedarnos.

Y es que basta con hablar con cualquier joven para comprender lo complicado que está conseguir un trabajo de “lo nuestro” en la terreta a pesar de tener buenos currículos. Y si ya es complicado conseguir un trabajo de “lo nuestro”, de un salario para poder vivir dignamente mejor ni hablamos. Tras 7 años fuera viviendo en 10 pisos diferentes, hay una imagen que no puedo quitar de mi cabeza. No dejo de imaginarme conviviendo y compartiendo baño con 3 personas a los 40 años. Amamos nuestra tierra y queremos quedarnos, pero sin alquileres a precios dignos es imposible que los jóvenes valencianos construyamos un proyecto de vida. Y sin jóvenes no hay futuro, president.

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