Héctor Illueca: “Las próximas elecciones autonómicas solo se pueden ganar por la izquierda”

El vicepresidente segundo y consejero de Vivienda de la Generalitat se postula como el candidato de Podemos a la presidencia de la Generalitat en los comicios de 2023

El vicepresidente segundo y consejero de Vivienda, Héctor Illueca, el pasado 11 de octubre en la sede de su departamento en Valencia.Mònica Torres

Héctor Iilueca (Valencia, 47 años) dejó la Dirección General de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social para incorporarse en septiembre de 2021 al Gobierno valenciano del Botànic como vicepresidente segundo y consejero de Vivienda y Arquitectura Bioclimática. El 5 de octubre presentó en Valencia, con Pablo Iglesias a su lado, su libro La propuesta republicana (Ed. Viejo Topo) y se postuló para ser candidato de Podemos a la presidencia de la Generalitat en los comicios de 2023.

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Héctor Iilueca (Valencia, 47 años) dejó la Dirección General de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social para incorporarse en septiembre de 2021 al Gobierno valenciano del Botànic como vicepresidente segundo y consejero de Vivienda y Arquitectura Bioclimática. El 5 de octubre presentó en Valencia, con Pablo Iglesias a su lado, su libro La propuesta republicana (Ed. Viejo Topo) y se postuló para ser candidato de Podemos a la presidencia de la Generalitat en los comicios de 2023.

Pregunta. La propuesta republicana es un compendio de reflexiones y herramientas con las que afronta usted la política. Dígame dos o tres irrenunciables.

Respuesta. La primera sería democratizar la política, en la línea de lo que señala Ignacio Ramonet [autor del prólogo], que es recuperar la soberanía popular de un proceso acelerado de oligarquización de la democracia. La organización del poder, desde un punto de vista republicano, tiene que enraizarse siempre en la ciudadanía. También la idea de que los derechos sociales deben elevarse al rango de derechos fundamentales. Esa frase de Rousseau que decía que la república es aquel sistema en el que nadie sea tan rico como para poder comprar a otro ni nadie tan pobre como para tener que venderse. Los derechos sociales son un pilar fundamental del nuevo republicanismo. Y las relaciones internacionales están vistas desde el respeto a la soberanía de los pueblos y la apuesta por la diplomacia como único elemento para articular un mundo en paz.

P. Propone en el libro de una agenda federal republicana. ¿Con qué reformas?

R. Conseguir un auténtico Senado federal que incorpore a las comunidades autónomas en la dirección política del Estado. Su actual configuración fue resultado de un debate previo a la Constitución, en 1977. Vino dada a las Cortes Constituyentes y se incorporó sin debate a nuestra Carta Magna. Hay que clarificar demás el marco competencial y el Estado autonómico es una buena base dado que ha permitido construir una administración lo suficientemente densa y eficaz para gestionar servicios públicos para la ciudadanía, pero hay algunas autonomías que piden más y creo que hay que tener un debate sano y honesto sobre este asunto y cerrar un nuevo pacto federal con el mapa de las competencias. Además, es preciso un nuevo sistema de financiación basado en la población y que vaya acompañado de una profunda reforma fiscal. Hay gente que no paga impuestos y al final el debate de la financiación es un debate sobre el bienestar. El actual sistema es injusto porque no se basa en la población y tiene, ante todo, un problema de escasez de dinero: un informe reciente cifra en 36.000 millones de euros las necesidades adicionales del Estado de Bienestar en toda España para la próxima década.

P. El mapa político en España es complejo: fragmentación, polarización… Fíjese en la renovación del Consejo General del Poder Judicial. ¿En este contexto, ve factible debates de tal calado?

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R. España está inmersa en una paradoja y es lo que trato de explicar en el libro. La última vez que el CIS preguntó por la reforma constitucional fue en septiembre de 2018 y el 70% de la población se mostró favorable. En otro sondeo también una mayoría se declaró a favor de la república pero, sin embargo, no se aborda una reforma constitucional, no se debaten en serio los grandes problemas del país, porque se tiene miedo de que, al hacerlo, se abra el melón de la Corona. Y los problemas se van agravando y acaban afectando a la propia legitimidad de la Monarquía. Espero que no sea verdad esa máxima que explica muy bien nuestra historia constitucional y es que en España las Constituciones, a diferencia de otros países europeos, no se reforman sino que se desmoronan.

P. Compromís rechaza una coalición preelectoral con ustedes. Ya lo hizo en 2019. Son dos partidos muy diferentes.

R. Siempre he sido favorable a los procesos unitarios. Mi posición es clara y creo que es imprescindible que la izquierda aborde un debate serio sobre los problemas del país, compartir nuestros diagnósticos y, si es posible, nuestras propuestas. Y estamos moderadamente satisfechos de lo que ha sido nuestra participación en el Gobierno de España y en el de la Generalitat, pero también tiene muchísimas limitaciones gobernar con esta correlación de fuerzas, con el PSOE de socio. Lo hemos visto cuando hemos debatido del modelo productivo, de la tasa turística o de la gestión de los servicios públicos. Apostamos por un nuevo gobierno progresista pero con una correlación de fuerzas distinta y favorable a las alternativas al PSOE.

Creo que las próximas elecciones autonómicas solo se pueden ganar por la izquierda, movilizando con la política a sectores populares que están desencantados, que jamás se rindieron y a los que una izquierda integrada en el sistema no les sirve para nada. Lo digo con todo el respeto a los otros dos socios de gobierno. La única fuerza política que puede movilizar a ese electorado, que puede lograr que el Gobierno gane las elecciones, es Podemos. Es la única que tiene verdadero potencial de crecimiento cuando vuelve a cundir la desafección por la política.

P. ¿Sería más fácil si la exvicepresidenta Mónica Oltra estuviera al frente?

R. No trabajo sobre hipótesis. Sí es verdad que en el pasado hubo mayor coincidencia con ella en el planteamiento estratégico que con otros sectores de Compromís. Dicho eso, creo que cada fuerza política tiene que decidir autónomamente lo que considere.

P. ¿Cómo ve la situación de la exvicepresidenta Oltra?

R. Confío en que las cosas se hayan hecho bien y deseo de corazón que el final lo demuestre. Creo que hemos vivido una cacería política donde el procedimiento judicial se ha instrumentalizado por parte de la extrema derecha. Lo he vivido a lo largo de este año cada semana en las Cortes Valencianas pero evidentemente hay un procedimiento judicial en marcha y mi obligación es respetarlo y no interferir de ninguna manera.

P. ¿Las encuestas de los últimos días sitúan a Podemos en el filo de la navaja del 5%, necesario para obtener representación parlamentaria. ¿Está preocupado?

R. Los últimos días ha habido encuestas de todos los colores y le confieso que no me preocupan lo más mínimo. Desde que nacimos hemos vivido un intento permanente para instalar la idea de que votar a Podemos no tenga sentido, de trasladar que rebelarse no sirve de nada, de que hay que aceptar lo existente y matar la esperanza, porque eso es lo que representa Podemos en este momento tan difícil. Estamos en la vicepresidencia del Gobierno de España y en la vicepresidencia de la Generalitat Valenciana y tenemos mecha para rato.

Héctor Illueca, vicepresidente segundo y consejero de Vivienda de la Generalitat y candidato de Podemos a la presidencia en 2023. Mònica Torres

“Sumar solo será viable en las generales con arraigo territorial”

P. ¿Progresa adecuadamente el proyecto Sumar de Yolanda Díaz?

R. Digo lo que dije el primer día. Hago una valoración positiva, porque abre un marco esperanzador, de ampliación de las alianzas posibles en la izquierda pero lo cierto es que ese proyecto no va a estar en las elecciones autonómicas y lo que ahora tenemos por delante son unas elecciones municipales y autonomías decisivas. Primero para impedir a las derechas unificadas del PP y Vox que puedan revertir las conquistas sociales. Además, veíamos hace unos días que la Fiscalía Anticorrupción pedía 19 años de cárcel para un expresidente de la Generalitat [Eduardo Zaplana] por los delitos de organización criminal, cohecho o blanqueo. Debemos impedir que ese pasado nos atrape. Y en segundo lugar, para crear un gobierno progresista. Las elecciones autonómicas son decisivas para el propio proyecto de Yolanda Díaz porque solo con arraigo territorial será viable posteriormente en unas elecciones generales. Un proyecto que no tiene detrás un país organizado en los municipios y en las comunidades autónomas es más una operación de márketing. Por eso es tan importante que estos comicios salgan bien y seamos capaces de construir las bases para un nuevo gobierno progresista. Es en lo que estoy.

P. Lleva un año en el Consell. ¿Cómo es la convivencia en el Botànic?

R. Desde que llegué tuve la sensación de pertenecer a un Gobierno de verdad donde he podido exponer mi posición a los socios sobre cada asunto. Me he sentido escuchado y he constatado diferencias importantes, fundamentalmente con el PSPV. Pero también he visto voluntad de acuerdo y de llegar a una síntesis. Lo último fue la propuesta de reforma fiscal. El presidente Ximo Puig la formuló y desde entonces estamos trabajando para que tenga una mayoría que hoy no tiene. Nosotros le hemos trasladado al consejero de Hacienda la nuestra.

P. ¿Y qué dice su propuesta?

R. Que la reforma compense la pérdida de ingresos por la vía de la recaudación y que sea verdaderamente progresiva: que quien más tiene, más pague con vistas a blindar los servicios públicos y garantizar los derechos sociales. Ofrecemos un abanico de medidas que pueden contribuir a este objetivo y que pasan por aumentar la escala en los tramos superiores del IRPF, actualizar la base liquidable del Impuesto de Sucesiones y Donaciones, que está completamente desfasado; reducir el mínimo exento del Impuesto de Patrimonio e incrementar la escala, y la revisión a fondo del impuesto más regresivo, desde mi punto de vista, que es transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados. Lo que le hemos planteado al consejero de Hacienda es compensar con más recaudación la pérdida de ingresos y favorecer la progresividad del sistema fiscal. Somos conscientes de que en un gobierno de coalición, al final la influencia es proporcional al peso parlamentario de cada una de los socios, pero al mismo tiempo creemos que aportamos ideas y proyectos. Vinimos a fortalecer la unidad del Botànic y lo hemos conseguido.

P. Su vicepresidenta es responsable de las políticas de vivienda en la Comunidad Valenciana. ¿De qué se siente satisfecho y de qué no?

R. Las políticas de vivienda no existían hasta que llegó Podemos al Gobierno valenciano. Hoy las tenemos, en un momento en que la vivienda está catalogada como el cuarto pilar del bienestar de los ciudadanos. Me siento satisfecho del aumento del parque de vivienda pública, con la adquisición de más de 1.000 viviendas en la Comunidad Valenciana desde que empezó la legislatura y una inversión cercana a los 60 millones de euros. Después de décadas sin adquirir una sola vivienda pública, creo que las cifras son suficientemente elocuentes. Y, sobre todo, hemos dejado herramientas normativas y administrativas a la Generalitat para que esas políticas tengan continuidad en el futuro, como es el caso del derecho de tanteo y retracto.

Nos queda por hacer muchísimas cosas. Lo inmediato es un decreto ley para responder a la situación de emergencia habitacional, que se agrava por la subida de tipos de interés y que trata de regular la actividad de los grandes propietarios de vivienda. Les obliga a ofrecer alquileres asequibles a sectores vulnerables, incluso con posibilidad de expropiación temporal del uso de los pisos deshabitados. ¿Frustraciones? Son tantas las necesidades, que tengo la sensación de que cualquier cosa que hagamos es poco. Pero algunas cosas más estamos haciendo bien.

P. Es año electoral y la precampaña lo tiñe todo. ¿La negociación de los presupuestos de la Generalitat para 2023 será a cara perro entre los socios del Botànic?

R. En cualquier gobierno, en el valenciano también, la negociación más difícil siempre es la de los presupuestos. Va a ser una discusión complicada, ya lo está siendo. La comisión política ha iniciado ya sus trabajos, los equipos están sudando la camiseta y confío en que habrá acuerdo. Deben ser unos presupuestos expansivos porque vivimos un momento muy difícil y los poderes públicos tienen que orientarse a las necesidades de la población.

P. Podemos ha vivido en el pasado años convulsos dentro de la formación y se ha perdido capital humano. ¿Recuperará a alguna de esas personas?

R. Desde que llegué a la política valenciana, empecé una nueva etapa y he trabajado mucho para que hubiera otro clima en el partido y creo que efectivamente lo hay. La candidatura está en construcción y me gustaría contar con todo el mundo, ya veremos si es posible. Y si no es posible en la candidatura será en otros ámbitos pero creo que vivimos un momento diferente y mi voluntad es que todo el mundo se sienta partícipe e integrado en el proyecto. Creo que he construido una relación sólida con todos los sectores de la formación y me siento satisfecho con ello.

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