Pensar la incertidumbre desde las humanidades en Dénia

El presidente de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, apostó por la ciudad de Dénia y creyó que la persona ideal para imaginar ese ambicioso proyecto de desarrollo local podía ser Josep Ramoneda —uno de los gestores culturales de mayor prestigio de la España democrática, actualmente director de Escola Europa d’Humanitats—. Lo imaginado antes de la pandemia pronto será realidad de forma presencial. Entre el 27 y el 29 de ...

El presidente de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, apostó por la ciudad de Dénia y creyó que la persona ideal para imaginar ese ambicioso proyecto de desarrollo local podía ser Josep Ramoneda —uno de los gestores culturales de mayor prestigio de la España democrática, actualmente director de Escola Europa d’Humanitats—. Lo imaginado antes de la pandemia pronto será realidad de forma presencial. Entre el 27 y el 29 de octubre se celebrará el Dénia Festival de les Humanitats. No se retransmitirán las sesiones por streaming (en directo). Durante tres días la Ciudad Creativa Unesco de la Gastronomía, la única española junto con Burgos, se convertirá también en un lugar para reflexionar con tiempo y en voz alta sobre cuál es el sentido de los seres humanos en la sociedad digital en construcción.

Todas las universidades de Valencia han establecido convenios de colaboración con un Festival que abre la puerta a todas las sesiones por 20 euros. Además de diversas instituciones políticas y académicas, Baleària es uno de los principales impulsores de unos debates de alto nivel cuyo propósito, como expuso el alcalde Vicent Grimalt en una conversación celebrada el jueves en Barcelona, es pensar al hombre en un tiempo de mutaciones. La dirección académica ha corrido a cargo de Ramoneda y Jordi Alberich —impulsores de la revista de pensamiento La maleta de Portbou, que publicará un número extraordinario sobre los diálogos celebrados en Dénia—. En sintonía con la línea de reflexión que desarrolla esta revista, los ámbitos de reflexión que aparecen en el programa de Festival son múltiples —van del cuerpo al mundo pasando por la alimentación o el patriarcado— y se reformularán preguntas clásicas sobre dónde estamos y hacia dónde vamos. Las preguntas de siempre que trascienden lo local y adaptadas a las coordenadas del presente global.

Los organizadores no disimulan cuál es la tradición a la que se adscriben. Como en otros momentos históricos de disrupción, la herramienta que prefieren para pensar el cambio es el humanismo. Allí donde las ciencias sociales y la reflexión filosófica convive con la ciencia y la tecnología. Así, al tiempo que se discutirá sobre los cambios que pueden hacer mutar al sujeto biológico (con la aparición de nuevas enfermedades o las prótesis biónicas) se cruzarán discursos que pretenden comprender un mundo global que parece haber entrado en una fase de cierre de fronteras porque el poder ha perdido sus límites y todo lo que parecía sólido parece que haya entrado en fase de mutación.

La sesión inaugural, que contará con la presencia del ministro Joan Subirats, se celebrará en la Sala La Androna y la primera conferencia será dictada por el escritor Theodor Kallifatides. Otros ponentes destacados son los neurobiólogos Rafael Yuste o Mara Dierssen, el antropólogo Michel Agier o las escritoras Remedios Zafra o Najat El Hachmi. La sesión de clausura la protagonizará Sophy Roberts, autora del prestigioso Los últimos pianos de Siberia.

Esta iniciativa intelectual, que ampara también un coloquio sobre la figura de Rafael Chirbes, espera consolidarse año tras año. Tampoco puede considerarse una iniciativa aislada. Tomará el relevo de la Biennal del Pensament de Barcelona y los Encuentros de Pamplona. Tres ejemplos de la necesidad ciudadana de reconstruir un ágora cívica que traspase muros académicos y permita razonar en comunidad y así no quedar desubicados en esta transición que nadie sabe aún dónde va a desembocar.