De una cámara de seguridad al posicionamiento de un móvil, así se le atribuyen al presunto asesino de Marta Calvo otras dos muertes
La séptima jornada del juicio contra Palma ha tenido como objetivo situarlo en el lugar del crimen
Tras entregarse y ser detenido como presunto autor de la muerte de Marta Calvo a Jorge Ignacio Palma le llovieron las acusaciones de otras mujeres que ejercían la prostitución por abusos sexuales y por drogarlas contra su voluntad pero los investigadores le atribuyeron también otros dos posibles asesinatos no resueltos que le pueden suponer 130 años de prisión.
En la primera de esas muertes, la de ...
Tras entregarse y ser detenido como presunto autor de la muerte de Marta Calvo a Jorge Ignacio Palma le llovieron las acusaciones de otras mujeres que ejercían la prostitución por abusos sexuales y por drogarlas contra su voluntad pero los investigadores le atribuyeron también otros dos posibles asesinatos no resueltos que le pueden suponer 130 años de prisión.
En la primera de esas muertes, la de Arliene Ramos, una cámara de seguridad le delató como el cliente que salió huyendo cuando la joven brasileña empezó a convulsionar en el piso al que acudió para contratar sus servicios. En el segundo, el de Lady Marcela, uno de sus muchos teléfonos móviles le situó en el área donde ocurrieron los hechos.
La séptima jornada del juicio contra Palma se ha celebrado este martes en la Ciudad de la Justicia de València y buena parte de la misma ha tenido como objetivo situarlo en el lugar del crimen. Esta vez, no era tan ‘fácil’. El cuerpo de Lady Marcela lo encontró su compañera de piso un día después de su fallecimiento, el 14 de junio de 2019, y tras preocuparse después de horas sin poder contactar con ella. La encontró desnuda, en una habitación con restos de cocaína y marihuana y una pipeta de fumar. Así lo ha narrado al jurado. Lo ha tenido que hacer bajo la mirada de Palma al rechazarse la petición de declarar tras un biombo por no ser ella víctima.
Tenía también espuma en la boca y unas pequeñas erosiones que podían corresponder a una asfixia por sofocación o que se las podía haber hecho ella misma al convulsionar, según transmitió a los investigadores el forense. Los análisis posteriores mostraron niveles muy altos de cocaína en sangre. “De un 9% cuando un 5% ya es muy tóxico”, ha explicado una de las policías encargadas del caso.
De manera paralela a la investigación de las causas de la muerte se empezó a buscar a su último cliente como posible responsable del crimen y la primera pista estaba en uno de los cinco móviles que se encontraron en la casa. Según las compañeras de la víctima faltaba un moderno Iphone rosa que el agresor se pudo llevar para intentar borrar su rastro pero en realidad la ‘huella digital’ de sus mensajes estaba en un modesto Alcatel. En el whatsapp se encontraron un nombre, Lucas Cárdenas, que resultó ser falso. El aparato era de prepago. La Policía sigue el rastro de ese número y aparece vinculado a la antena de Ausias March, una calle muy cercana al piso de Lay Marcela, y también, recurrentemente, en la localidad valenciana de Manuel.
Desde hacía tres meses, la Policía y la Guardia Civil tenían sobre la mesa la muerte de Ramos, que aunque en un primer momento se atribuyó a una crisis epiléptica y se archivó, dejó dudas en los investigadores. Unos días después de la muerte de joven brasileña, la Policía Local paró a Palma en un control rutinario y le encontró, además de siete mil euros, tres teléfonos, de los que se tomó nota.
Cuando la desaparición de Marta Calvo puso a los investigadores sobre su pista todo cuadró: dos de los móviles con los que iba aquel día le situaban el 25 de marzo cerca de casa de Arliene Ramos y el 14 junto a la de Lady Marcela.