Desarticulada una secta acusada de delitos sexuales en una masía del interior de Castellón
La policía ha liberado a 12 víctimas del complejo rural y ha detenido a nueve personas
La Policía Nacional ha detenido a nueve personas en el marco de un operativo con el que se ha desarticulado una secta destructiva con sede en una masía del término de Vistabella, un pueblo de Castellón de 350 habitantes. El líder del colectivo se autodenominaba un “enviado de dios”. A los arrestados, cinco mujeres y cuatro hombres, entre los que figuraría el líder espiritual de la trama, Antonio G.L., de 64 años, se les atribuyen “todo tipo de aberraciones sexuales” sobre sus adeptos, según ha informado el periódico ...
La Policía Nacional ha detenido a nueve personas en el marco de un operativo con el que se ha desarticulado una secta destructiva con sede en una masía del término de Vistabella, un pueblo de Castellón de 350 habitantes. El líder del colectivo se autodenominaba un “enviado de dios”. A los arrestados, cinco mujeres y cuatro hombres, entre los que figuraría el líder espiritual de la trama, Antonio G.L., de 64 años, se les atribuyen “todo tipo de aberraciones sexuales” sobre sus adeptos, según ha informado el periódico Levante. En la masía, de gran extensión, residían varias familias con menores. 12 de las víctimas han sido liberadas. El juez que instruye el caso, que ha decretado el secreto del sumario, ha decretado también la suspensión de la patria potestad de dos menores de edad y la Generalitat ha asumido la tutela, según fuentes de la consejería de Políticas Inclusivas.
El pasado martes a las 6 de la mañana en la masía de la Chaparra, donde supuestamente operaba la secta, irrumpieron numerosos efectivos de la Policía Nacional, según ha explicado el alcalde de Vistabella. “La masía está a apenas ocho kilómetros del pueblo, en dirección a Castellón, y se ubica junto a la carretera, así que todo el mundo que pasó por la zona vio el despliegue policial y el registro. Generó mucha intranquilidad e inseguridad entre los vecinos, la verdad, porque nadie sabía de qué iba la cosa”, explica.
Alcón asegura que “ni sospechábamos ni podíamos imaginar” cuál era la actividad que se desarrollaba dentro de la masía. Sobre los residentes, explica que constituían una comunidad autosuficiente desde su instalación, hace varios años. “Tengo 30 y la recuerdo de siempre”, detalla el alcalde. “Tenían animales y cultivos propios, aunque para abastecerse del resto de alimentos venían a los comercios pueblo, como cualquier otro vecino; algunos incluso han tenido negocios aquí o han trabajado para empresas locales; gente normal”, sostiene el primer edil.
Sin poder digerir aún la “magnitud” de lo ocurrido está también Santiago Agustina, alcalde de Atzeneta, una localidad vecina a apenas 11 kilómetros de la masía. “Hubo un movimiento grandísimo, con guardia civil, policía, ambulancias y un helicóptero; cuando nos dijeron que estaban actuando en la masía la Chaparra pensamos en un asunto de drogas o algo así, pero no esto”. Reconoce que el blindaje del recinto había despertado los rumores sobre lo que podía estar pasando de puertas para adentro. “Han vivido siempre muy celosos de su intimidad. La masía estaba completamente vallada, con cámaras de seguridad, y el acceso era casi imposible a pesar de estar justo al lado de la carretera”, indica. Santiago Agustina asegura que la relación de los habitantes de la masía con la población de Atzeneta era inexistente: “No tenían relación con la gente del pueblo, ni para bien ni para mal”.
La investigación arrancó hace un año tras una denuncia en la que se alertaba de delitos sexuales contra menores y adultos en la citada masía por parte de una secta destructiva. Dirigida por el grupo de sectas de la Comisaría General de Información y la Unidad central de atención a la familia y a la mujer (Ucfam) de la Comisaría General de Policía Judicial, con el apoyo de la Brigada de Información y de la de Policía Judicial de la comisaría de Castelló, la investigación ha culminado con estas nueve detenciones y la liberación de doce de las víctimas. Se cree que podría haber más personas afectadas.
En el registro de la Chaparra, producido de forma simultánea en una vivienda de Castellón, se encontraron artilugios sexuales que empleaban presuntamente para las violaciones y los abusos, así como material audiovisual para supuestamente someter las voluntades de sus víctimas. La Policía Nacional ha intervenido además efectos de tipo religioso, dinero en metálico, joyas, relojes, otros objetos de valor, y agendas con datos personales y movimientos bancarios.
Los detenidos permanecen en la Comisaría de la Policía Nacional en Castellón a la espera de pasar a disposición judicial.