El tenor Jorge de León hace doblete con ‘Cavalleria rusticana’ y ‘Pagliacci’ en el Palau de les Arts
La ópera de Valencia concluye la temporada con dos obras veristas de Mascagni y Leoncavallo
El Palau de les Arts de València cierra la temporada de ópera 2020-2021 con dos obras veristas de compositores italianos: Cavalleria rusticana, de Pietro Mascagni, y Pagliacci, de Ruggero Leoncavallo, con el tenor tinerfeño Jorge de León como principal protagonista en ambas piezas. Ambos compositores defendían llevar el naturalismo de escritores como Émile Zola o Henrik Ibsen a la ópera, en una tradición postromántica italiana que recibió el nombre de verismo.
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El Palau de les Arts de València cierra la temporada de ópera 2020-2021 con dos obras veristas de compositores italianos: Cavalleria rusticana, de Pietro Mascagni, y Pagliacci, de Ruggero Leoncavallo, con el tenor tinerfeño Jorge de León como principal protagonista en ambas piezas. Ambos compositores defendían llevar el naturalismo de escritores como Émile Zola o Henrik Ibsen a la ópera, en una tradición postromántica italiana que recibió el nombre de verismo.
Del 23 de mayo al 5 de junio, el alcoyano Jordi Bernacer, como director musical, y Giancarlo del Mónaco, como director de escena, serán responsables de este doble programa (cada una de las óperas dura alrededor de una hora) en el que queda de manifiesto el dramatismo de ambas historias, cuyos personajes no son reyes ni dioses, sino gente sencilla del pueblo.
Estas obras han sido calificadas por el director artístico de Les Arts, Jesús Iglesias Noriega como el “doblete más famoso de la ópera”, y en ambas contarán con el tenor tinerfeño Jorge de León para interpretar los personajes principales: Turiddu (en Cavalleria rusticana) y Canio (Pagliacci).
De León, que ha celebrado la vuelta al Palau de Les Arts, un recinto que ha calificado de “hogar” pues en él ha interpretado papeles de las óperas Turandot, Carmen, Aida, Tosca, Il Trovatore o El Cid, entre otras, ha explicado la dificultad de encarnar a dos personajes que viven “dramas distintos”.
El tenor estará acompañado por la mezzosoprano Sonia Ganassi (Santuzza en Cavalleria rusticana), que ha celebrado su vuelta a los escenarios tras un año sin actuar para interpretar el papel de una mujer “que se venga, sufre y ama”.
Para Del Monaco, la mezzosoprano italiana aporta al personaje “una vocalidad elegante” por su experiencia en el bel canto, al tiempo que ha alabado también la figura del tenor tinerfeño al enfrentarse al “reto” de interpretar en una misma noche dos personajes pasionales en contextos muy diferentes.
El elenco se completa con la soprano Ruth Iniesta en el papel de Nedda (Pagliacci) y el barítono Misha Kiria en la doble misión de interpretar a Alfio (Cavalleria...) y Tonio (Pagliacci).
Cavalleria Rusticana, ópera en un acto basada en la obra de Giovanni Verga, cuenta una historia de amor, honor y celos ambientada en una aldea siciliana a finales del siglo XIX.
Del Mónaco ha recordado que estas obras son “delicadas” debido a la facilidad de “caer en los tópicos”, por lo que ha decidido alejarse del “realismo exagerado” para evocar un drama griego a través de la Sicilia de finales del XIX, con elementos propios como el uso de una especie de teatro griego junto a un “altar griego en el que acaba Turiddu”.
Turiddu sigue viéndose con su antigua amante Lola, pese a que ella se casó con Alfio, mientras que Santuzza, seducida por Turiddu, está desesperada porque su amante se ha vuelto a fijar en Lola, por lo que, corroída por los celos, revela a Alfio la infidelidad de su esposa, hecho que enfrenta los dos hombres en un duelo.
Pagliacci, por su parte, es un drama en dos actos de Ruggero Leoncavallo que narra la historia de una compañía de teatro itinerante durante una actuación ante el público, en la que el el payaso Canio tiene que hacer frente a la infidelidad de su mujer, Nedda, con un aldeano.
Estas dos óperas, en opinión de Giancarlo del Monaco, poseen un discurso similar, aunque el trabajo más destacado en Pagliacci ha sido la posibilidad de “eliminar lo superfluo y crear un concepto artístico más histórico”.
Giancarlo del Mónaco ha firmado, con esta producción del Teatro Real, uno de sus mejores trabajos de su trayectoria artística, galardonado con el premio Campoamor a la mejor dirección de escena en 2008.
El vestuario corre a cargo de Birgit Wentsch, la escenografía de Johannes Leiacker y la iluminación de Wolfang von Zoubeck.