La Casa Orsola se cuela en el pleno del Ayuntamiento de Barcelona y enfrenta a Collboni con los comunes
Junts, PP y BComú consiguen aprobar una proposición reclamando al PSC un cambio en la manera de gobernar
Centenares de de personas han taponado, a las 9.00 de la mañana de este viernes, los accesos de la Casa Orsola -en el 122 de la calle Consell de Cent de Barcelona- para evitar que a las 10.30 desahuciarán al profesor de instituto Josep Torrent del piso en alquiler donde vive desde hace 23 años. La convocatoria ha sido un éxito y la comitiva judicial ha tenido que recular y posponer el desalojo. Mientras en Consell de Cent se concentraban vecinos para evitar el desahucio, el Ayuntamiento de Barcelona ha celebrado el pleno de enero y la Casa Orsola no ha tardado en aparecer evidenciando las posturas -parece que irreconciliables- entre PSC y comunes.
Nada más comenzar el pleno, la líder de BComú en el Consistorio, Janet Sanz, ha reprochado al alcalde, Jaume Collboni, que no haya asistido a la concentración para evitar el desalojo de Torrent . De hecho, la líder de BComú ha deducido, públicamente, que si Collboni no estaba en la concentración se debe a que no le importa el futuro de los vecinos de la Casa Orsola. Aquí han empezado a saltar las chipas entre dos formaciones, que fueron coalición de gobierno en los dos anteriores mandatos municipales. La primera teniente de alcalde, Laia Bonet, ha salido en defensa de Collboni y ha exigido a Sanz: “Menos lecciones y más coherencia”. Bonet se ha defendido criticando que cuando Ada Colau ostentaba la alcaldía, el equipo de gobierno tuvo la oportunidad de adquirir el edificio de la Casa Orsola y lo descartó. “Estamos aquí por su dejadez”, ha lamentado Bonet que ha defendido que el gobierno del PSC está haciendo “todo los posible” para evitar el lanzamiento de los vecinos.
Sanz ha defendido el gobierno al que perteneció enorgulleciéndose de que con Colau se evitaron “centenares” de desahucios como el de Casa Orsola. Bonet ha contratacado defendiendo el actual gobierno y ha concluido que están haciendo “todo para que no haya más casas orsolas y están arreglando chapuzas” del gobierno anterior, liderado por Colau. En el pleno estaban saltando chispas, cuando la comitiva judicial se ha personado – a las 10.30- en la casa Orsola. El desahucio se ha suspendido pero, la sensación resultante ha sido agridulce, la nueva fecha será el martes a las 5 de la mañana.
Nada más enterarse de la suspensión, la primera teniente de alcalde también ha manifestado que el aplazamiento del desahucio supone una “ventana de oportunidad” para encontrar una solución y ha emplazado a todas las partes a sentarse en una mediación. Además, Bonet ha puesto en valor las medidas que está llevando a cabo el Ayuntamiento de Barcelona para hacer frente a la crisis de la vivienda, con la voluntad de evitar “que haya más Casas Orsolas” (esta misma expresión la ha utilizado el propio Jaume Collboni en varias ocasiones durante el pleno barcelonés).
No ha sido la única ocasión del pleno en que Bcomú y el PSC se han enzarzado. Collboni ha acusado en a Sanz de no haber comprado la Casa Orsola y ha defendido que el gobierno del PSC ha regulado los alquileres y prohibirá los pisos turísticos: “Estos sí que son medidas estructurales”. “Entre el Círculo Ecuestre y la casa Orsola, usted elige el Círculo Ecuestre”, ha acusado Sanz a Collboni criticando al alcalde de querer modificar la normativa urbanística que desde 2018 obliga a los promotores a destinar el 30% de los pisos que se construyen, en nuevos edificios o grandes reformas de la ciudad, para consolidar vivienda pública. Collboni ha mostrado un artículo publicado en EL PAÍS el pasado 24 de enero en el que destaca que solo se han construido 26 pisos desde que la norma entró en vigor y la medida ha supuesto la caída en la construcción de vivienda en la capital catalana. “El 30% de cero pisos construidos es cero. Señora Sanz hay que rectificar y hacer viable la norma del 30%. Todos los grupos de este Consistorio, salvo la extrema derecha, debemos tener honestidad política”, ha concluido -visiblemente enfadado- Collboni.
El primer pleno del año no ha sido nada fácil para el PSC. Junts y los dos grupos que respaldaron la investidura de Collboni -Bcomú y PP- han apoyado una proposición (no llega a ser una reprobación, pero casi) reclamando un cambio urgente en las manera de gobernar de Collboni. ERC se ha abstenido y PSC y Vox han votado en contra de la proposición.
El presidente de JuntxBarcelona, Jordi Martí, ha recordado a Collboni que tan solo cuenta con 10 de los 41 concejales del Consistorio, y ha lamentado que lidere un gobierno “sin hoja de ruta”, ya que tampoco ha aprobado un nuevo Plan de Acción Municipal (PAM) ni los planes de actuación en los distritos. Bonet ha respondido al líder de Junts que la prórroga presupuestaria también se llevó a cabo durante el mandato del exalcalde Xavier Trias, y ha defendido los acuerdos que el ejecutivo ha encontrado con las “fuerzas progresistas” del Consistorio. “La ciudad ha avanzado”, ha asegurado Bonet, que ha reprochado a Junts que lo que afecta a los barceloneses no se decide únicamente en el pleno, sino también en el Parlament o el Congreso, y ha lamentado que su formación tumbara inicialmente el decreto ómnibus, ya que provocó preocupación durante días respecto al aumento de las pensiones o las bonificaciones del transporte público.