Se mantiene, solo por aire, la búsqueda terrestre de los excursionistas catalanes perdidos en el Pirineo francés
Gendarmes franceses y bomberos de Andorra sobrevuelan dos zonas cercanas a donde desaparecieron cerca del pico del Rulhe
La Gendarmería francesa y los Bomberos de Andorra aprovechan este viernes las tres o cuatro “ventanas” –momento en que las condiciones meteorológicas mejoran- que calculan que tendrán y sobrevolarán los alrededores del pico del Rulhe (2.800 m), donde habrían desaparecido los dos montañeros catalanes el pasado sábado. Los bomberos andorranos centran su búsqueda en el Port d’Incles, con la esperanza de que si se hubieran desorientado por el violento viento que afectó la zona el sábado se hubieran perdido y hubieran acabado bajando por esta vertiente del pico. Destacan los rescatadores que, por el momento, “todo son hipótesis”. “No tenemos ninguna certeza de su recorrido ni de los horarios, tendremos más información cuando les encontremos”, aseguran. Miembros de Grupos de Actuaciones Especiales de los Bombers de la Generalitat y agentes de los Mossos de la Unidad de Montaña se han incorporado, a título personal, en las tareas de búsqueda.
Los rescatadores del Peloton de Gendarmerie de Haute Montagne de Savignac-les-Ormeaux (Francia), un cuerpo militar de profesionales del rescate que llevan la coordinación de la búsqueda, llegaron a aterrizar en el pico del Rulhe y a descender a pie en busca de los montañeros, sin éxito. También han buscado en la media docena de cabañas o refugios en los que se podían haber cobijado la manresana Txell Fusté, de 52 años y Esteve Carbonell, de 47 años y natural de Gironella (Berguedà). “Hemos hecho todo lo posible, hemos buscado en todos los sitios donde se les podía encontrar”, asegura un responsable de los gendarmes. Han priorizado buscar en puntos donde había la posibilidad de encontrarles con vida. Con el paso de las horas y los días esta posibilidad cada vez es más lejana, y siguiendo los estrictos protocolos de este cuerpo de rescate francés, una vez es casi imposible hallar a los desaparecidos con vida, no ponen en riesgo la vida de los profesionales, aseguran fuentes de la búsqueda.
Desde Andorra este viernes los Bomberos sobrevolarán con el helicóptero la vertiente del pico que da a la parte andorrana en el Port d’Incles, y revisarán todos los refugios “por si al perder puntos de referencia por el torb, escapando de la borrasca hubieran acabado bajando por esta ladera”, explica el Jefe de Guardia de los Bomberos de Andorra. Sostiene que tienen abiertas hasta seis hipótesis de lo que pudo pasar, “pero ninguna certeza”.
Cuando Txell y Esteve llegaron al refugio del pic del Rulhe el viernes, donde pasaron la noche, en la zona no había nieve. Tampoco a primera hora del sábado. Sin embargo, a mediodía empezó a entrar un violento torb, uno de los fenómenos meteorológicos más temidos por los montañeros. Comporta una fuerte caída de las temperaturas, acompañada por nieve y ventadas intensas que además levanta la nieve del suelo en forma de remolinos, “turbos”, de ahí le viene el nombre procedente del latín.
“Calculamos que el torb empezó a mediodía y sobre las 15.00 y las 16.00 horas estaba al máximo, con unas condiciones extremas. Llegó de norte y les cogió de pleno. En aquel momento la temperatura puedo bajar hasta -10 o -15ºC, pero con las ráfagas de viento puntuales de más de 100 km/hora la sensación térmica puede ser de -15ºC o -20ºC”, explica el jede de guardia de los Bomberos de Andorra. “Esta inclemencia, detalla, tan brutal puede causar una hipotermia en menos de 20 minutos por más experimentado que seas”. La esperanza es que se hubieran podido refugiar en algún lugar.
Txell y Esteve consiguieron hacer unos cinco kilómetros de la ruta que tenían prevista, salieron del aparcamiento del Pla des Peyres a unos 2.000 metros de altitud, y se quedaron a unos dos kilómetros del pico del Rulhe de unos 2.800 metros de altitud. “Esta ruta pasa por un valle muy salvaje, que se hunde mucho, muy estrecho y umbrío, sobre todo en invierno, con muchos bloques de granito. Es uno de los picos complicados del Pirineo, no es de fácil acceso, tiene un desnivel de unos 600 metros, mucha pendiente, con una vegetación muy baja porque los pinos no viven”, explica el jefe de guardia de los Bomberos andorranos.
Además, es una zona en la que tampoco hay cobertura de móvil. Tanto los gendarmes como los Bomberos andorranos intentaron también localizar a los excursionistas con el GPS. La última señal la encontraron a dos kilómetros del pico, pero desconocen si llegaron a coronarlo. También les buscaron con el sistema RECCO, un sistema electrónico de localización de víctimas que pueden haber quedado sepultadas por la nieve, que consiste es una especie pastilla que va dentro de la ropa y refleja la señal emitida por un radar de búsqueda. Pero sin éxito. Los bomberos también utilizaron un sistema suizo de repetidor que lleva su helicóptero y da cobertura a los móviles para intentar localizar los de los dos desaparecidos, pero tampoco ha habido suerte. A pesar de los numerosos intentos, cada hora que pasa la esperanza de encontrarlos con vida disminuye.