La banca opaca china desarticulada en Cataluña movía un millón de euros de la droga cada semana
La organización utilizaba encriptación militar en sus comunicaciones y controlaba con cámaras los coches en los que transportaba el dinero por toda Europa
La banca opaca controlada por ciudadanos chinos en Cataluña, que fue desarticulada por los Mossos d’Esquadra hace unas semanas, movía presuntamente un millón de euros del crimen organizado cada semana. La policía ha detallado este jueves el funcionamiento de una red de financiación que, a cambio de una comisión de entre el 3 y el 5%, permitía que el dinero del tráfico de drogas (en especial, de la marihuana) ...
La banca opaca controlada por ciudadanos chinos en Cataluña, que fue desarticulada por los Mossos d’Esquadra hace unas semanas, movía presuntamente un millón de euros del crimen organizado cada semana. La policía ha detallado este jueves el funcionamiento de una red de financiación que, a cambio de una comisión de entre el 3 y el 5%, permitía que el dinero del tráfico de drogas (en especial, de la marihuana) fluyera por toda Europa sin llamar la atención de las autoridades. Esos banqueros informales disponían de tecnología sofisticada: usaban “encriptación militar” en sus comunicaciones y ocultaban el efectivo en compartimentos de coches controlados en todo momento mediante cámaras y sensores durante sus desplazamientos, según la investigación en marcha.
El pasado 26 de noviembre, el titular del juzgado de instrucción número 4 de Badalona, Josep Maria Noales, lanzó la operación Doulu. Los Mossos detuvieron a 25 personas: los ciudadanos chinos que movían el dinero pero también sus clientes, presuntamente miembros de grupos criminales de origen albanés y lituano que compraban la marihuana a productores locales en Cataluña, la vendían en Europa y traían el dinero de vuelta para pagar a los productores. De todo ese trasiego de dinero en efectivo se ocupaban los banqueros chinos, algunos de ellos propietarios de todo tipo de negocios (textil, bisutería, restauración) en el polígono sur de Badalona. La policía ha acreditado movimientos de dinero a destinos como Italia, Bulgaria y República Checa, aunque sospecha que es un esquema que se repite, con otras organizaciones criminales, en todo el continente europeo.
El jefe del área de delitos económicos de la policía catalana, José Merino, ha detallado que la organización china se limitaba a mover el dinero de un lugar a otro mediante tres sistemas. El más opaco es el que se conoce como hawala (en árabe) o fei chien (en chino, literalmente: “dinero que vuela”). El método permite la compraventa de droga sin hacer transferencias bancarias ni tener que mover sumas de efectivo entre países, lo que reduce los riesgos: el comprador entrega el dinero a un hawalador en un determinado país y el vendedor recibe el efectivo en el lugar que le plazca, mediante un sistema que exige de una serie de comprobaciones previas; después, los banqueros chinos se “compensan las deudas” entre ellos a través de las distintas “sucursales” en cualquier parte del mundo, ha detallado Merino. “Operan como un banco clandestino”.
La existencia de una amplia red de locales dedicados al fei chien en Badalona fue descubierta en una primera fase de la operación, en 2023, que permitió constatar el uso de naves industriales y locales del polígono usar como bancos de grupos de narcotraficantes asentados en Milán. Este nuevo proceso penal ha permitido constatar otras dos vías de mover dinero: mediante transacciones bancarias que simulaban operaciones comerciales y, sobre todo, mediante el traslado de dinero metálico en coches especialmente habilitados para ese fin. Ciudadanos chinos, en ocasiones familiares de los banqueros, trasladaban presuntamente grandes sumas de dinero (los Mossos encontraron 600.000 euros en un solo maletero) en depósitos o caletas que contaban con sistemas “hidráulicos y eléctricos” para su apertura. El recorrido de esos coches, que llegaban a circular hasta 1.000 kilómetros cada día, era monitorizado por la organización mediante cámaras.
Tras pasar a disposición judicial, el juez Noales dictó el ingreso en prisión provisional de siete de los 25 detenidos; entre ellos, el matrimonio chino que supuestamente lideraba la trama, con domicilio en Sabadell. Tanto esa vivienda como otros pisos y locales desarticulados por la policía servían como punto de recogida y retirada de dinero, una suerte de sucursales bancarias que son, opinan los investigadores, esenciales para que la rueda del tráfico de drogas gire. “La estructura financiera facilita el lavado de dinero, por eso descabezando esas estructuras se debilita la capacidad de los grupos para cometer nuevos delitos”, ha explicado en la rueda de prensa el subjefe de la División de Investigación Criminal (DIC) de los Mossos, Jonathan Herrera.
30 millones en criptomonedas
Durante los registros, los Mossos encontraron 3,2 millones de euros en efectivo, la incautación más grande de su historia. Los investigadores calculan que la trama desarticulada era capaz de mover cerca de un millón de euros a la semana, lo que da idea del volumen de negocio de los grupos criminales. Los clientes, albaneses y lituanos, pueden no ser los únicos de un sistema que, sospechan los investigadores, no funciona solamente en Cataluña sino que es una “preocupación a nivel europeo”.
Aunque el efectivo es la base de esta organización, los Mossos han detectado también el uso de criptomonedas. Uno de los principales investigados de la organización china “estuvo vinculado a movimientos de criptomonedas por valor de 30 millones de euros” desde el año 2021. Los agentes han solicitado el bloqueo de esa operativa, que está “en fase de estudio”. El juez, por su parte, ha ordenado el bloqueo cautelar sobre 11 inmuebles y también sobre decenas de cuentas corrientes.