Mossos y Urbana se enfrentan esta Mercè a la gran prueba de fuego contra las armas blancas

La policía municipal ha detectado 82 puntos donde se producen encuentros entre personas con navajas y cuchillos

Una ambulancia en la fiesta de la Mercè, en 2021.Lorena Sopena (Europa Press via Getty Images)

El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, la consejera de Interior, Núria Parlon y el de Justicia, Ramon Espadaler, llevan semanas repitiendo que la estrategia principal para acabar con la inseguridad es reformar las leyes y encarcelar a los multirreincidentes sacándoles, así, de la circulación. A la multirreincidencia también se asocia un aumento de armas blancas en las calles que ambos gobiernos -Generalitat y Ayuntamiento- dicen estar dispuestos a combatir. Con ambas instituciones en manos del PSC (por primera vez en 14 años) las fiestas de la Mercè son, este fin de semana, la primera prueba de fuego para aplicar las nuevas políticas de seguridad.

Las fiestas de la patrona de la capital catalana hace años que no son tranquilas. En 2022, con Colau en el gobierno, la Mercè se saldó con un muerto por arma blanca, 12 detenidos y varias noches de altercados y botellones. En 2023 se llegaron a contabilizar media docena de apuñalados. La violencia no es exclusiva en esta festividad, el pasado Sant Joan acabó con tres muertes en toda Cataluña, dos en un tiroteo en Girona y un joven que fue degollado en la Barceloneta. Con este histórico de violencia, Generalitat y Ayuntamiento ya ha anunciado que tanto Mossos como Guardia Urbana van a intentar hacer la vida imposible a la delincuencia en general y, en especial, a todo aquel que salga a la calle con un arma blanca en el bolsillo. De momento, los dos cuerpos policiales ya han anunciado un mayor número de controles para “sacar de la circulación” cuantas más navajas y cuchillos mejor.

La Guardia Urbana de Barcelona ha detectado 82 puntos en la ciudad donde se producen encuentros de personas que llevan armas blancas o donde ha habido incidentes con este tipo de objetos cortantes. El intendente mayor de la Guardia Urbana, Pedro Velázquez, anunció este miércoles -en una comisión municipal extraordinaria- que aumentarán los controles policiales en estos puntos. Velázquez no reveló donde se encuentran estas zonas pero sí informó que los controles llevan realizándose varias semanas y se incrementarán, todavía más, durante las fiestas de la Mercè. El perfil de persona que baja a la calle provisto de armas blancas suele ser el de un hombre de entre 16 y 34 años, con antecedentes (aquí se enlaza también la problemática con los multirreincidentes) sobre todo con temas de salud pública o delitos violentos. La presencia de navajas aumenta en los horarios nocturnos y en los festivos.

No es la primera vez que los representantes políticos hacen pública la preocupación por la presencia de estas armas. En 2023, con ERC al frente de la consejería de Interior se creó un plan específico de armas blancas que la consejera Parlon anunció el martes que debe revisarse ya que los datos son cada vez más desconcertantes. Los incidentes violentos graves (robos violentos, amenazas, lesiones…) aumentaron un 44% el pasado año respecto a 2019. Y junto a ellos las incautaciones de armas blancas han crecido de manera sostenida un 16% año tras año. Si comparamos las incautaciones de 2023 respecto las del 2019 han aumentado un 87% pasando de 4.899 a 9.180 debido, también, a que los cuerpos policiales realizan un mayor número de controles. En la capital catalana, el 25% de los delitos graves cometidos tienen en común que alguien ha utilizado un arma blanca. El 42% de los homicidios se comete con cuchillos, puñales, machetes…

Parlon, y Collboni se reunieron este miércoles -junto con sus equipos- en el Ayuntamiento de Barcelona para volver a cooperar policialmente después de que en la etapa del consejero de ERC Joan Ignasi Elena dejaran de operar conjuntamente algunas unidades de Guardia Urbana y Mossos d’Esquadra.

Tras la reunión, tanto Guardia Urbana como Mossos d’Esquadra aseguraron que tienen diseñados los operativos policiales para las fiestas de la Mercè. La Urbana ya ha preparado las 84 palas detectoras de metales con las que realizará registros. La policía autonómica tiene solo una decena pero también realizará operativos para sacar de la circulación armas blancas. “No es normal llevar en el bolsillo un arma blanca. En los próximos días presentaremos un plan para sacar de la circulación estas armas. No podemos permitir que se normalice su presencia”, ha denunciado Parlon. El teniente de alcalde de seguridad, Albert Batlle, advirtió que los controles de esta Mercè no se parecerán a las anteriores ediciones ya que se destinarán 2.500 urbanos para velar por la seguridad lo que representa 450 agentes por turno.

Collboni y Parlon quisieron representar el entendimiento entre dos instituciones que, en materia de seguridad (y otras) hacía años que eran dispares. El alcalde anunció que volverá a haber una unidad de investigación conjunta con 60 Mossos y 60 urbanos especializados en combatir los “pequeños delitos, la multirreincidencia, los narcopisos y las armas blancas”. Además, Collboni explicó que la Guardia Urbana tendrá acceso al sistema de identificación de Mossos d’Esquadra y el Ayuntamiento, por su parte, facilitará que la policía autonómica tenga acceso a las imágenes de las cámaras de seguridad que controlan la Guardia Urbana. “La ciudadanía tiene que ver que no hay impunidad y para ello la coordinación es importantísima para dar la mejor respuesta y dar un mejor recorrido al esfuerzo policial”, concluyó Parlon.

La consejera de interior echó mano de las estadísticas y defendió que, pese a la percepción ciudadana las estadísticas son optimistas. Parlon aseguró que en julio y agosto han disminuido los delitos generales en Barcelona un 6,8%, y concretó que los delitos contra el patrimonio han disminuido un 10,1%; los robos con violencia e intimidación y los hurtos un 5% y los robos con fuerza un 24%.

Aún así, mucha de la cifra de delincuencia apunta a que se debe a la multirreincidencia y tanto alcalde como consejera apuntaron a la necesidad de una reforma legal para que los autores de estos delitos acaben, cuanto antes, en prisión.

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