La Guardia Urbana de Barcelona estará armada con pistolas eléctricas en primavera
El Ayuntamiento anuncia la compra de 22 dispositivos Taser para la policía local
El teniente de alcalde de seguridad del Ayuntamiento de Barcelona, Albert Batlle, ha anunciado en el pleno del Consistorio que ya se han iniciado los trámites para comprar Dispositivos Conductores de Energía (DCE) -las popularmente conocidas como pistolas eléctricas o pistolas Taser- para la Guardia Urbana. “Estamos en proceso de contratación de estos dispositivos. Paralelamente redactaremos un protocolo de uso de estas armas y una formación específica para los agentes”, ha destacado Batlle, que ha asegurado que el proceso de compra comenzará el próximo mes de septiembre.
Los Mossos d’Esquadra usan estas armas desde 2018. Aun así, no todos los agentes de la policía autonómica tienen estas armas de dotación y solo algunos mandos disponen de la Taser y los conocimientos para utilizarla. De hecho, se usa muy pocas decenas de veces al año. “Este dispositivo evita, en situaciones de máxima complejidad, utilizar el arma de fuego. El Parlament de Cataluña celebró un debate sobre los pros y los contras de estos dispositivos. Tras el debate, se acabó dotando a los Mossos d’Esquadra y queremos, ahora, implementar estos dispositivos a la Guardia Urbana”, ha concluido Batlle.
El teniente de alcalde de seguridad confía en que, a finales de primavera de 2025, el Ayuntamiento ya habrá adquirido las Tasers y podrá entregarlas a los agentes. “El coste todavía lo desconocemos pero la intención es comprar 22 pistolas. No será un dispositivo del equipamiento individual sino que se entregará a los jefes de turno, como se hace en Mossos”, ha destacado.
“Hay situaciones en que se necesita una alternativa al arma de fuego. Los agentes disponen de una defensa y una pistola. En situaciones de alta complejidad disponen de una u otra. La Taser no tiene la lesividad de un arma de fuego y puede ayudar a reconducir algunas situaciones”, defiende el teniente de seguridad.
Barcelona en Comú se ha mostrado en contra de la adquisición de estos dispositivos. También se han mostrado en contra entidades como Salud Mental Cataluña o Iridia, Centro de la Defensa de Derechos Humanos. Batlle se ha defendido: “Nos centraremos en los debates e informes del Parlament de Cataluña, es un instrumento de uso muy limitado y lo utilizan multitud de policías en el mundo”.
Puedes seguir a EL PAÍS Catalunya en Facebook y X, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal