Josep Maria Mainat, en el juicio contra su exmujer por intento de asesinato: “Si la condenan, será uno de los días más tristes de mi vida”
La mujer le inyectó insulina, lo que le causó una hipoglucemia (es diabético) que lo dejó en coma
Sobre el papel, Josep Maria Mainat pide 14 años de cárcel para su exmujer, Ángela Dobrowolski, por intento de asesinato. La noche del 23 de junio de 2020, mientras dormía en su casa de Barcelona, la mujer le inyectó insulina, lo que le causó una hipoglucemia (es diabético) que lo dejó en coma y a punto estuvo de acabar con su vida. Pe...
Sobre el papel, Josep Maria Mainat pide 14 años de cárcel para su exmujer, Ángela Dobrowolski, por intento de asesinato. La noche del 23 de junio de 2020, mientras dormía en su casa de Barcelona, la mujer le inyectó insulina, lo que le causó una hipoglucemia (es diabético) que lo dejó en coma y a punto estuvo de acabar con su vida. Pero los deseos íntimos del productor televisivo van por un camino distinto del de los escritos de acusación. Lo que Mainat quiere es que en el juicio se demuestre que Dobrowolski, madre de dos de sus hijos, no trató de acabar con su vida y es inocente. “Si este tribunal la condena, va a ser uno de los días más tristes de mi vida; no habré ganado, sino que habré perdido”, ha explicado en su declaración como víctima y testigo durante la primera sesión del juicio.
La ambivalencia de Mainat sobre la culpabilidad de su exmujer contiene una dimensión humana que rara vez trasciende en una sala de vistas. La ha provocado, casi sin proponérselo, el abogado de Dobrowolski. Aunque le han valido la reprimenda de la presidenta del tribunal, sus preguntas, escasamente jurídicas, han tocado la tecla precisa en el fundador de La Trinca. “¿Cree que su esposa es capaz de matarle?” “Me cuesta mucho aceptarlo. Llevo cuatro años haciéndome esa pregunta. Quiero pensar que, en el supuesto de que lo hiciera, en algún momento se arrepintió y quiso arreglarlo”, ha explicado la víctima en alusión al momento en que Dobrowolski llamó a los servicios de emergencias, que lo encontraron en unos niveles alarmantes de hipoglucemia.
Los hechos ocurrieron la noche del 22 al 23 de junio de 2020 en la casa de Mainat en Barcelona. Aunque ya no convivían, Dobrowolski pasaba a menudo por la casa y en alguna ocasión se quedaba a dormir. Esa tarde, el productor le comunicó que, al día siguiente, presentaría los papeles del divorcio. Un mes antes, la mujer había accedido sin permiso al ordenador que Mainat tiene en su despacho. Y se había reenviado una serie de correos electrónicos sobre los posibles términos de la separación, el reparto de la herencia o la situación patrimonial de Mainat, uno de los creadores de la exitosa Operación Triunfo. Un documento era de especial interés para Dobrowolski, que cobraba como administradora de una sociedad de Mainat y disponía también de una tarjeta de crédito con hasta 5.000 euros de gasto al mes. “Había una cláusula que decía que, si estábamos en trámites de divorcio, ella quedaba excluida del testamento”, ha explicado Mainat.
Esa tarde discutieron como siempre, aunque con más intensidad que nunca. El productor televisivo está convencido de que ella había consumido sustancias estupefacientes: había dejado la cocaína por una fisura en el tabique nasal y se había pasado a la metanfetamina. “Le sentó muy mal que fuese a presentar los papeles. Entró en estado de pánico. Luego se calmó y se ofreció a ponerme inyecciones de testosterona y vitamina b”, ha explicado Mainat, de 78 años, que ha pasado los últimos años buscando fórmulas para mantenerse fuerte, saludable y con un aspecto lo más joven posible.
Mainat se fue a dormir pero, sobre las 2 de la mañana, Dobrowolski le despertó y le dijo que iba a ponerle dos inyecciones más: una hormona del crecimiento y otra para adelgazar. Él le contestó que no quería. Pero quería evitar otra discusión y, como estaba medio dormido, le dejó hacer. “Lo siguiente que recuerdo es al médico del SEM [Sistema de Emergencias Médicas] diciéndome ‘señor Mainat, despierte, que está en coma, a 10 de azúcar. Me quedé horrorizado porque es un valor bajísimo”. Los técnicos preguntaron si había azúcar en casa. Dobrowolski no contestó: “Se quedó quieta como si no supiera qué hacer”. El hombre pidió a sus hijos que buscaran helados y una Coca-Cola y empezó a recuperarse.
Mainat, a la asistenta: “Ella me ha querido matar”
Mientras lo subían a la ambulancia, Mainat expresó a una de las asistentas de su hogar el temor que ahora, cuatro años después, trata de negarse a sí mismo en el juicio: “Le dije: ‘Ella me ha querido matar. No era 100% consciente de todo, pero analizando las inyecciones que me había puesto y que me desperté casi a 0 de azúcar... Mi intuición rápida fue que eso es lo que había pasado”. Los médicos de la clínica Quirón sospecharon también porque unos niveles tan bajos solo podían haber sido provocados... y alertaron a los Mossos d’Esquadra, que iniciaron la investigación por el presunto intento de homicidio.
Este lunes, en la primera sesión del juicio, el productor ha mirado unos segundos a la cara a Dobrowolski antes de sentarse para contestar al tribunal. Y ha pedido a su exmujer que aclare lo ocurrido esa noche, una escena que fue parcialmente grabada por las cámaras de vigilancia que hay en casa de Mainat. “Aún no sé por qué va tres veces a la cocina antes de pincharme. O por qué tardó tanto en llamar al SEM”, ha manifestado el productor, que nunca (ni antes ni después) había sufrido una hipoglucemia tan severa.
Si Dobrowolski se explica o guarda silencio se sabrá en la última sesión del juicio, cuando está prevista su declaración como acusada. La Fiscalía pide para ella 16 años de cárcel, dos más que Mainat. Desde el presunto intento de asesinato, la mujer (que ha aparecido en la Audiencia de Barcelona con el pelo teñido de rosa) ha entrado en una deriva destructiva que le ha llevado a ser detenida en varias ocasiones por distintos delitos. Permanece, de hecho, en prisión provisional por robos violentos a domicilios. Hace apenas unos días, trató de huir de la cárcel de Wad-Ras (Barcelona) desmontando la reja de alambre de una ventana.
“En este tiempo le he visto hacer unas locuras en su vida, cosas tan absurdas...”, ha expresado Mainat, que no obstante se aferra a la idea de que su exmujer, la madre de sus hijos (”una buena madre, aunque ha tenido sus lapsus”) sea inocente y actuara sin saber bien qué hacía, alterada por las drogas. “Me gustaría que se demostrara que no hubo tal intento de asesinato. Pero si es culpable, que la justicia haga lo que tenga que hacer”, ha dicho Mainat, a quien la magistrada ha ofrecido seguir el juicio desde el interior de la sala. El productor quiere escucharlo todo y, sobre todo, escucharla a ella. “Me quedo”.
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