Collboni no descarta eliminar alguna de las siete terminales de cruceros en Barcelona

El Puerto defiende la vigencia del convenio que firmó con Colau en 2018 y recuerda la construcción de las dos terminales que todavía no están operativas

El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, en el acto celebrado este viernes en que se ha presentado el refuerzo de servicios en la ciudad durante un verano.Andreu Dalmau (EFE)

El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha reconocido este viernes -tal y como ha adelantado EL PAÍS- que su ejecutivo pretende limitar el número de cruceristas que llegan a la capital catalana y ha anunciado una nueva negociación con el Puerto de Barcelona para firmar otro convenio. “En el futuro podemos llegar a eliminar alguna terminal”, ha advertido el primer edil de la ciudad dando por obsoleto el convenio firmado en 201...

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El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha reconocido este viernes -tal y como ha adelantado EL PAÍS- que su ejecutivo pretende limitar el número de cruceristas que llegan a la capital catalana y ha anunciado una nueva negociación con el Puerto de Barcelona para firmar otro convenio. “En el futuro podemos llegar a eliminar alguna terminal”, ha advertido el primer edil de la ciudad dando por obsoleto el convenio firmado en 2018 entre la exalcaldesa Ada Colau y el expresidente del Port, Sixte Cambra.

Un portavoz del Puerto ha explicado este viernes que “por ahora” sigue vigente el acuerdo de 2018. La misma fuente defiende que hay una terminal en construcción, que estará operativa en 2025, y otra que se acaba de licitar y que entrará en funcionamiento en primavera de 2027. Con una terminal en construcción y otra ya licitada, se entiende que cualquier operación que pretenda eliminar una de ellas debería ir ligada con algún tipo de compensación.

El convenio vigente entre Ayuntamiento y Port se firmó en 2018 cuando la ciudad recibía 2,6 millones de cruceristas al año. Hasta entonces no había ningún convenio relacionado con los cruceros y Barcelona en Comú quería poner un límite. Colau y Cambra acordaron alejar la actividad crucerística al muelle Adosado y permitir que se construyeran allí siete terminales con capacidad para acoger hasta siete cruceros a la vez. Gracias a ese convenio, hay tres terminales que gestiona la empresa Creuers de Barcelona en las que se permite atracar a cualquier naviera, la cuarta terminal es de Costa Cruceros y la quinta de Carnival Cruceros. Además, la empresa MSC está construyendo la sexta terminal y la séptima se ha adjudicado recientemente a Royal Caribbean aunque, todavía, no ha comenzado a construirse.

Con 2,6 millones de cruceristas en 2018, el partido de Colau -y la propia alcaldesa- denunciaban que era necesario “limitar” los cruceristas, aunque nada se hizo para ello y el número de visitantes solo hizo que crecer. “Este 2023 hemos recibido un millón de cruceristas más que en 2018. Esto supone que los visitantes aumentan un 8% año tras año. Estamos llegando a un tope y hay que poner límites. Ya no vale mover las terminales, sino limitar la llegada de cruceristas”, ha destacado Colboni.

El alcalde ha advertido de que las medidas que pretende discutir con el Port de Barcelona ya las estás implementando puertos como Ámsterdam y Venecia. Además, el socialista ha apuntado a cuales son los cruceristas que pretende reducir: “Sobre todo los que hacen escala en la ciudad”. Es decir, aquellos que no utilizan hoteles, el aeropuerto o los restaurantes de la ciudad y pese a atracar en Barcelona realizan un gasto económico menor. La teniente de alcalde, Laia Bonet, ha admitido que todavía no hay un calendario de reuniones con el Puerto de Barcelona.

Una de las primeras ciudades en aplicar estas medidas fue Dubrovnik (Croacia), que en 2018 acordó limitar los atraques de barcos a dos cruceros diarios y un máximo de 5.000 viajeros. En 2021, Venecia (Italia) prohibió a los grandes cruceros atracar en el centro histórico. Este 2023 Palma de Mallorca ha restringido a tres los cruceros que pueden atracar simultáneamente y, solo uno de ellos puede superar los 5.000 pasajeros. En Monterrey (EE UU) solo pueden visitar la ciudad 1.000 cruceristas al día y en Ámsterdam (Países Bajos) se está evaluando el cierre de una de las terminales de cruceros fluviales.

La portavoz de Barcelona en Comú, Janet Sanz, mantiene que la capital catalana necesita limitar el número de cruceristas pero desconfía del anuncio del primer edil. “Cuesta creer que el alcalde Collboni quiera ahora limitar el número de cruceros. Hace dos meses presentamos en una comisión una propuesta para limitar el número de cruceristas y el PSC votó en contra”, recuerda Sanz. “Además, cuando gobernamos juntos, cada vez que queríamos dar un paso en estas cuestiones el PSC estaba en contra lo que nos hace recibir el anuncio con escepticismo”, ha concluido.

Refuerzo de 600 trabajadores municipales para el dispositivo de verano

El Ayuntamiento de Barcelona reforzará sus servicios este verano con cerca de 600 trabajadores municipales, con un dispositivo que cuenta con un aumento de la plantilla de la Guardia Urbana, con 200 agentes más respecto al verano de 2023.

Los equipos de limpieza aumentarán hasta 85 y en ellos trabajarán 288 personas, se reforzará el vaciado de papeleras, y se incorporará la limpieza intensiva en las playas, en los parques y en las zonas de estancia.

En esta temporada de playas, que se alargará hasta finales de octubre, habrá 100 agentes patrullando y 24 personas que informarán a pie de arena de 10 a 20 horas, además de 70 agentes cívicos desplegados por toda la ciudad.

    

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