La nueva hornada de los Latin Kings en Cataluña: venganzas, drogas y un homicidio

La Guardia Civil investiga durante casi dos años a una treintena de personas en Barcelona y Tarragona con la voluntad de crear una organización estable

La Guardia Civil detiene en Cataluña a 32 personas acusadas de integrar los Latin Kings.GUARDIA CIVIL / EFE

Hace más de dos décadas que la marca Latin Kings resuena en España. Objeto de investigaciones, de procesos de legalización y de grandes operaciones policiales, con juicios y penas de prisión, en ocasiones menores, la Guardia Civil se ha puesto de nuevo tras la pista de la banda. El pasado 17 de abril, los agentes detuvieron a 32 personas en las provincias de Barcelona y Tarragona. Son jóvenes con unos 25 años de media, a pesar de que sus máximos jefes superan la treintena, y forman la nueva hornada de un grupo multicultu...

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Hace más de dos décadas que la marca Latin Kings resuena en España. Objeto de investigaciones, de procesos de legalización y de grandes operaciones policiales, con juicios y penas de prisión, en ocasiones menores, la Guardia Civil se ha puesto de nuevo tras la pista de la banda. El pasado 17 de abril, los agentes detuvieron a 32 personas en las provincias de Barcelona y Tarragona. Son jóvenes con unos 25 años de media, a pesar de que sus máximos jefes superan la treintena, y forman la nueva hornada de un grupo multicultural, con una disciplina férrea, al que cuesta entrar, pero cuesta más aún salir. Acusados de los delitos de organización criminal, coacciones, amenazas, estafa y tráfico de drogas, el titular del juzgado de instrucción 3 de Reus ha decretado su puesta en libertad, con la obligación de comparecer en el juzgado una vez al mes y la retirada del pasaporte. La investigación ha permitido radiografiar a los nuevos latins en Cataluña: unas 60 personas, con un homicidio a sus espaldas, y al menos cinco capítulos (sedes locales) en Barcelona y Tarragona.

La investigación arranca en agosto de 2022, en Reus (Tarragona), después de que los servicios de información de la Guardia Civil detectasen a través de las redes sociales grupos de jóvenes usando el “saludo típico” de los Latin Kings, la manera de vestir, los colores, la simbología... Al comprobar quiénes eran esos jóvenes, los agentes descubrieron que muchos de ellos tenían ya antecedentes por robos, lesiones, amenazas, tráfico de drogas... Y descubrieron también que muchos de ellos respondían a un código propio y tenían una dependencia de otras personas, superiores en su propio escalafón jerárquico, según ha relatado el teniente Miguel, responsable de la investigación, en rueda de prensa. Savia nueva para una banda “que nunca se ha disuelto”, en palabras del instituto armado, y que entre 2008 y 2014 se vio envuelta, junto a otra docena de grupos, en una oleada de episodios violentos con 10 muertos en Cataluña, según datos policiales.

La Guardia Civil ha detectado lo que parece su resurgir. Aseguran que dentro del Reino de España -como se conoce a la organización en Cataluña- existen cinco capítulos: Reus, Cubelles, Rubí, Sagrada Família (Barcelona) y Granollers, cada uno con un caja común por la que los miembros pagan entre 10 y 15 euros semanales. Y todos ellos dirigidos por responsables supremas (jefes), una Queen y un King, a los que rendían cuentas. La investigación aseguran que ha permitido evitar una “actuación inminente” de la banda: un ajuste de cuentas contra una Mara 13 enfrentada en L’Hospitalet de Llobregat. El 23 de febrero apuñalaron a uno de los suyos, y a la semana siguiente querían vengarlo. “La intención era causar lesiones graves o incluso la muerte” de la banda rival, han asegurado los agentes. Pero uno de los supremas paró el ataque por cuestiones internas, y se pospuso finales de abril. “El valor de la operación es que se haya logrado evitar que haya una persona mutilada”, ha defendido el general Pedro Antonio Pizarro, máximo responsable de la Guardia Civil en Cataluña, que ha insistido en el peligro latente de la violencia entre las bandas.

Dos de los acusados además ya se encontraban en prisión por un homicidio cometido en Terrassa. Aunque no forma parte de la investigación de la Guardia Civil, los agentes cuentan que dos de los latin fueron encarcelados por un asesinato en enero del año pasado en un bar de la localidad, después de una discusión. Los agentes señalan que se trata de dos miembros de los Latin Kings, aunque los Mossos d’Esquadra, que investigaron el caso, no lo relacionaron con peleas entre bandas latinas. La Guardia Civil asegura que los autores hicieron ostentación de su condición de latins, y que formaban parte del capítulo de Rubí. El máximo responsable de todos los acusados fue detenido en el aeropuerto de Madrid, cuando se disponía a volar al extranjero. Los únicos dos menores arrestados están encerrados a petición de la Fiscalía de Menores de Tarragona.

“Les gusta más la liturgia que lo que hacen”, aseguran fuentes judiciales, sobre el perfil de los arrestados. Los dos líderes trabajan respectivamente en una fábrica y en una tienda de telefonía móvil. Para poder cumplir con las obligaciones del grupo, a veces fingían enfermedad o directamente no se presentaban al trabajo. Y exigían la misma disciplina al resto de integrantes. Los investigadores escucharon en las intervenciones telefónicas como uno de los jóvenes, que estuvo seis meses fuera de la banda por problemas de salud mental, iba a ser castigado a su regreso “Se trataba de pegarle por un tiempo indeterminado, unos 30 segundos”, han indicado, con el resto del capítulo sentado alrededor mirando. También podían obligarles a hacer ejercicio físico, como flexiones, hasta la extenuación. En la operación también han sido arrestadas fases: personas en proceso de ingreso a la banda, algo que podía durar meses. Debían aprenderse la literatura (normas y códigos) y pasar pruebas, como podía ser vender drogas para la organización.

“El entramado criminal se habría constituido con un carácter estable y voluntad indefinida en el tiempo” con el objetivo del tráfico de droga y también las estafas, y todo ello ejercido con violencia. En los registros, la Guardia Civil halló varios machetes, puñales, una táser, una pistola de aire comprimido, elementos identificativos de los Latin Kings, como camisetas y collares, y pequeñas dosis de cocaína, hachís, éxtasis o marihuana. Y también anotaciones y reglamentos internos que reiteran la fidelidad al grupo -”moriré por mis hermanos y hermanas si es necesario”-, los castigos, la “disciplina, el honor y los deberes de la Nación”, y otras reglas, como la prohibición explícita de “las actividades homosexuales, bisexuales, transexuales”, bajo riesgo de ser suspendido y “puesto a investigación” de la propia banda.

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