El yihadista de Badalona, a los Mossos: “Vi un vídeo en el que mataban a niños palestinos y ataqué el McDonald’s”
Hamza Warid, el pakistaní encarcelado por terrorismo, grabó una despedida para su familia antes de romper con un hacha los cristales de un centro comercial
Hamza Warid estaba dispuesto a morir. O, al menos, era consciente de que su muerte era el desenlace más probable para la acción que estaba a punto de cometer. Creía que, inevitablemente, iba a ser abatido por la policía. Y envió un vídeo de despedida a su familia en Pakistán, un gesto habitual de los terroristas islámicos que se disponen a ir al paraíso. El pasado 27 de marzo, por la tarde, Hamza sal...
Hamza Warid estaba dispuesto a morir. O, al menos, era consciente de que su muerte era el desenlace más probable para la acción que estaba a punto de cometer. Creía que, inevitablemente, iba a ser abatido por la policía. Y envió un vídeo de despedida a su familia en Pakistán, un gesto habitual de los terroristas islámicos que se disponen a ir al paraíso. El pasado 27 de marzo, por la tarde, Hamza salió del piso en el que vivía, en Badalona, y caminó apenas 10 minutos hasta llegar al centro comercial Màgic. Armado con un hacha, rompió los cristales del McDonald’s, un ataque que acabó no con su esperada muerte sino con su detención por un mosso d’esquadra que estaba fuera de servicio.
Cuando las patrullas de los Mossos se desplazaron al Màgic, Hamza les explicó de forma espontánea, en inglés, las motivaciones de su ataque: “Hoy he visto un vídeo en el que mataban a niños palestinos y por eso ataqué el McDonald’s, porque es norteamericano”, les dijo, según consta en el auto de prisión provisional dictado por el titular del juzgado de instrucción número 4 de Badalona, Josep Maria Noales. Hamza parecía actuar en venganza por el apoyo de Estados Unidos a Israel en sus ataques sobre la franja de Gaza, que han provocado la muerte de alrededor de 30.000 palestinos; casi la mitad de ellos, niños.
Las explicaciones de Hamza llevaron a la policía a solicitar autorización judicial para registrar su vivienda. Y allí encontraron indicios de que el hombre llevaba tiempo consumiendo propaganda yihadista y preparándose para sumarse, de alguna forma, al combate. Su intención inicial era trasladarse a Palestina para luchar contra Israel, apuntan fuentes de la investigación. El vídeo que consultó el 27 de marzo fue la chispa que le llevó a pasar a la acción de inmediato y en un lugar accesible, cercano a su domicilio.
Los investigadores todavía se preguntan por qué la acción de Hamza fue limitada. Aunque las personas que presenciaron la escena entraron en pánico, nadie resultó herido en el ataque, en el que el presunto yihadista se limitó a golpear con un hacha los cristales del establecimiento de comida rápida, que resultaron dañados. Las cámaras de vigilancia muestran cómo el hombre se mantuvo durante 45 minutos prácticamente inmóvil, mirando al McDonald’s. Después, alrededor de las 19.30, se enfundó un pañuelo palestino, cogió el hacha y golpeó el aparador hasta que un agente de los Mossos d’Esquadra, con ayuda de un vigilante de seguridad privada, logró reducirle hasta la llegada de las patrullas.
Tras registrar la vivienda y ordenar su ingreso en prisión provisional sin fianza, el juzgado de Badalona remitió la causa a la Audiencia Nacional al apreciar indicios de terrorismo yihadista. La causa ha recaído en manos de Joaquín Gadea como juez de refuerzo del juzgado central de instrucción número 6. Mientras sopesa si se queda la causa, los Mossos siguen adelante con su investigación para aclarar la trayectoria de Hamza y si llegó a planificar otras acciones.
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