Asalto armado a un ‘mosso’ que cayó en una trampa en una aplicación de citas
La Fiscalía pide siete años de cárcel para un hombre que secuestró y robó más de 33.000 euros al agente tras quedar con él a través de Grindr
Un agente de los Mossos d’Esquadra acabó sufriendo un robo violento tras caer en una trampa que otro hombre le tendió a través de Grindr, una aplicación de citas. La noche del 5 de enero de 2020, el policía invitó a casa al hombre, para mantener relaciones sexuales con él, y fue víctima de un secuestro y de ...
Un agente de los Mossos d’Esquadra acabó sufriendo un robo violento tras caer en una trampa que otro hombre le tendió a través de Grindr, una aplicación de citas. La noche del 5 de enero de 2020, el policía invitó a casa al hombre, para mantener relaciones sexuales con él, y fue víctima de un secuestro y de un atraco a mano armada por parte de cuatro individuos. Cuando los ladrones abrieron el armario y vieron que había un uniforme de la policía catalana, vejaron al mosso por su orientación sexual y amenazaron con matarle: “Eres policía y encima maricón. ¿Cómo lo llevan tus compañeros?”, le espetaron.
La Fiscalía pide una pena de siete años de cárcel para uno de los cuatro asaltantes —el individuo con el que el agente se citó a través de Grindr— por detención ilegal y robo a mano armada en casa habitada, con violencia e intimidación. Los otros tres presuntos ladrones, sin embargo, evitarán el banquillo de los acusados: uno es menor de edad, otro no pudo ser identificado y el último murió mientras se instruía el procedimiento. El juicio se celebra la próxima semana en la Audiencia de Barcelona.
La medianoche del 5 de enero de 2020, el mosso contactó a través de Grindr con el acusado, M., y le invitó a acudir a su casa. Cuando ya estaban juntos, oyeron el timbre. M. se levantó primero y abrió la puerta para que tres hombres, con los que previamente se había puesto de acuerdo, entraran en el piso con el objetivo de cometer un robo. Empezó así un secuestro de cuatro horas durante el cual el policía fue inmovilizado, amenazado y sometido a humillaciones por su orientación sexual.
Mientras M. mantenía retenido y vigilado en el sofá al policía, sus compañeros se llevaron la cartera, las llaves de la casa y las del coche. Los ladrones insistieron al agente para que les condujera a una supuesta caja fuerte. “No estás colaborando, dime dónde está la caja fuerte. Colabora o te vamos a hacer daño”, le dijo, presuntamente, el acusado, que le obligó a desbloquear su teléfono móvil y a realizar transferencias a su favor desde una cuenta del BBVA: en total, ingresaron en sus propios depósitos más de 33.500 euros, siempre según el relato de la acusación.
M. registró a fondo la vivienda del policía en busca de objetos de valor. En el armario encontró un uniforme de los Mossos d’Esquadra, lo que le llevó a “proferir expresiones intimidatorias y vejatorias” contra el policía que pretendían “menoscabar su dignidad” y expresar el “desprecio a su profesión”, recoge el escrito de la Fiscalía. “Encima eres mosso, te voy a reventar, ahora el tercer grado te lo vamos a hacer nosotros”, le dijo. El grupo obligó al policía a sentarse en una silla, donde le ataron con una toalla y le amenazaron con un cuchillo que pasaron presuntamente por encima del cuello, el pecho y la cara: “Te voy a matar, te voy a rajar el cuello si no me das la pasta”.
La pesadilla acabó pasadas las cuatro de la madrugada. M. y sus compañeros abandonaron la casa. Se llevaron la cartera, un iPhone, un reloj y también un chaleco antibalas y el uniforme de los Mossos. Además de los siete años de prisión, la Fiscalía pide que se prohíba al acusado acercarse a menos de un kilómetro de su víctima o comunicarse con él de cualquier forma. También le exige que devuelva el dinero robado y que pague 3.000 euros de indemnización por las “secuelas y daños morales” causados al agente.
Grindr, una plataforma de enorme popularidad en el colectivo homosexual, ha sido utilizada en ocasiones como vía para cometer delitos. Fue el caso de un perfil, Activo XL, tras el que se ocultaba una banda llegada a España con la intención de drogar y robar a hombres.
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