La migración de la ciudad al campo se reduce tras la pandemia en Cataluña

Las ciudades registraron un saldo negativo de 13.599 residentes en 2022, la mitad que en 2020

Turistas en las Ramblas, en verano de 2023Gianluca Battista

Las ciudades catalanas registraron en 2022 un saldo negativo de 13.599 residentes que se trasladaron a otros municipios no urbanos, una cifra menor que los dos años anteriores (-21.672 en 2021 y -27.867 en 2020), marcados por la pandemia. Según el Instituto de Estadística de Cataluña (Idescat), el análisis de la migración interna en Cataluña según el grado de urbanización de los municipios constata que “las ciudades tienen más salidas que entradas”.

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Las ciudades catalanas registraron en 2022 un saldo negativo de 13.599 residentes que se trasladaron a otros municipios no urbanos, una cifra menor que los dos años anteriores (-21.672 en 2021 y -27.867 en 2020), marcados por la pandemia. Según el Instituto de Estadística de Cataluña (Idescat), el análisis de la migración interna en Cataluña según el grado de urbanización de los municipios constata que “las ciudades tienen más salidas que entradas”.

Barcelona es el municipio que concentra la mayoría de las salidas hacia el resto del territorio catalán en 2022, con 10.079 personas menos, seguida por l’Hospitalet de Llobregat (1.518) y Badalona (1.224). Los municipios de áreas semidensas -de entre 5.000 y 50.000 habitantes- son los principales receptores de esta migración interna, con un saldo positivo de 9.531 personas. Por su parte, las localidades rurales han registrado 4.048 entradas más que salidas; un saldo inferior a 2020 y 2021 (11.374 y 7.735, respectivamente), pero superior a 2019, cuando hubo 2.799.

En cuanto a comarcas, el Barcelonés es la comarca con el mayor flujo neto negativo (-13.279), mientras que los saldos migratorios positivos más altos se registran en el Vallès Oriental (1.634), Baix Penedès (1.577), Maresme (1.498) y Garraf (1.107). El Idescat destaca también la alta movilidad interna de la “población extranjera”. El 29,4% de los movimientos internos registrados en Cataluña corresponden a población de nacionalidad extranjera, aunque representan únicamente el 17,2% de la población.

En cuanto a las migraciones con el extranjero, el balance resultante es de signo positivo, con un saldo neto de 158.546 personas, lo que representa el valor más alto jamás registrado. Por nacionalidad, el saldo externo de población de nacionalidad extranjera es de 165.069 habitantes, mientras que el de nacionalidad española es negativo (-6.523).

En cuanto a los flujos migratorios entre Cataluña y el resto de España, las emigraciones (55.972) superan las inmigraciones (50.107), dejando un saldo negativo de 5.865 personas que se han desplazado al resto del estado.

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