Cuatro alcaldes, cuatro recetas para gestionar la inmigración
Xavier García Albiol (Badalona) participa junto a los primeros ediles de Guissona, Badia y Manresa, en un debate sobre el fenómeno migratorio en el Círculo de Economía
El Círculo de Economía ha dedicado este jueves un ciclo a la inmigración en los países avanzados bajo el lema: ¿Problema o solución? La temática de este martes era confrontar las estrategias municipales en la gestión de la inmigración. Xavier García Albiol, alcalde de Badalona, ha criticado al Gobierno al sostener que no puede ser que se presuma de ser solidario, no se de los migrantes papeles y les dejen “campa...
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El Círculo de Economía ha dedicado este jueves un ciclo a la inmigración en los países avanzados bajo el lema: ¿Problema o solución? La temática de este martes era confrontar las estrategias municipales en la gestión de la inmigración. Xavier García Albiol, alcalde de Badalona, ha criticado al Gobierno al sostener que no puede ser que se presuma de ser solidario, no se de los migrantes papeles y les dejen “campar” en la ciudad sin permiso de trabajo, sin condiciones de normalidad y algunos acaban recogiendo chatarra o delinquiendo. “Es un país solidario pero luego apáñate Ayuntamiento para ordenar la situación”, ha afirmado. “Llevamos cinco años de gobiernos de izquierdas y no ha afrontado la inmigración irregular. Que cambien la ley, que tengan papeles y puedan trabajar”.
El alcalde de Badalona ha defendido en el debate en el Círculo de Economía de Barcelona una migración ordenada —“es un activo: no se puede discutir”— pero ha rechazado que se pueda abrir las puertas a todo el mundo como defienden, ha dicho, los partidos de izquierdas. “Si somos tan solidarios, que sean coherentes y les den papeles. Si dejamos entrar a todo el mundo, que sea con todas consecuencias y que puedan trabajar; si no, es hipocresía”, ha afirmado el alcalde popular en un debate en el que han participado también la alcaldesa de Badia del Valles (Eva María Menor, del PSC); el de Guissona (Jaume Ars, de Junts) y el de Manresa (Marc Aloy, de ERC), todos, por tanto, de un color político distinto.
El comentario de Albiol ha generado comentarios encontrados por parte de los otros ediles. Tras recordar que la ley de extranjería se aprobó en 2000 con el Gobierno de Aznar, el republicano Aloy ha afirmado que Manresa tiene ahora un 16% de población inmigrante y que el fenómeno no se detendrá porque los recién llegados vienen de países con guerra y hambre y buscan una vida mejor. “En los años 60, pasamos en poco tiempo de oleadas migratorias de tres a seis millones. Si fuimos capaces entonces, ahora también”, ha afirmado y ha apuntado que la norma actual impide a los migrantes sin papeles tener un permiso de trabajo y de residencia durante tres años. “Somos una sociedad garantista y les damos educación, y salud pero es imperativo transformar la legislación”, ha afirmado.
Ante un auditorio de un centenar de personas, entre las que figuraba el expresident Jordi Pujol y su hijo Oriol Pujol, Albiol, por un lado, y Menor y Ars, por otro, han discrepado sobre cómo se debe producir la integración en la sociedad de los migrantes. El popular ha planteado que todo el mundo quiere derechos pero que él exige deberes y obligaciones. “¿Tú que vienes a ofrecer? Estoy en contra del multiculturalismo y quiero que quien venga se adapte a nuestros valores, con respeto al marco de convivencia y a la ley”, ha afirmado, y ha puesto como ejemplo a personas que proceden de países donde las mujeres no tienen los mismos derechos que los hombres y que, a llegar aquí, mantienen esas mismas conductas.
“La inmigración es multifactorial y no se puede simplificar. No puedo estar de acuerdo con esa foto y considerar hipócrita querer acoger y vincularlo a problemas sociales y delincuencia”, ha apuntado la alcaldesa socialista, que ha reclamado un pacto político y ha rechazado que la cultura de origen tenga un plano de supremacía. “Los deberes no se conseguirán hasta que no lleguemos a una corresponsabilidad. Costará mucho y hay que ver cómo en municipios más grandes puede hacerse”, ha alegado el alcalde de Guissona, un municipio considerado modélico por tener una población de 7.800 habitantes, de 43 nacionalidades y donde el 52% es de origen inmigrante. “El trabajo ha sido el instrumento de cohesión”, ha afirmado en referencia al polo de atracción de la cooperativa agrícola. “El Ayuntamiento no tiene una varita mágica para resolverlo todo. Pero para Guissona la inmigración es una oportunidad”.
Albiol ha considerado “tremendamente” injusto que se le pueda acusar de asociar inmigración a delincuencia. “He dejado bien claro que la inmensa mayoría viene a nuestro país a trabajar”. Pero ha matizado: “Eso no me impide hacer un análisis: hay una parte minoritaria de esa población que no se quiere adaptar”. Y, entonces, como ejemplo, ha puesto el caso del sindicato del taxi Élite que quiere que se exija a los taxistas una prueba para que sepan catalán: “Me parece muy bien. No puedes subirte a un taxi y que no te entiendan. ¡Solo faltaría! Es un elemento de integración muy importante”. ha afirmado en un momento posterior del debate defendiendo el aprendizaje del castellano y el catalán.
No se han puesto de acuerdo los alcaldes sobre qué competencias más necesitarían para gestionar el fenómeno migratorio. Albiol ha reclamado más recursos económicos para afrontar las políticas sociales y de vivienda pero defendiendo que la gran regulación depende del Estado; Menor ha apoyado un debate más profundo que trasciende a los municipios y Ars ha advertido de que generalizar es delicado y que se debe adaptar el fenómeno a cada realidad. Donde sí han coincidido es que se tiene que cumplir a rajatabla la ley y empadronar a los inmigrantes. “Lo que está haciendo la alcaldesa de Ripoll negándose es una demagogia y una irresponsabilidad”, ha afirmado el edil de Manresa.
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