Las campeonas del mundo se convierten en arte urbano y tocan el cielo en Barcelona
El mural realizado en un techo del barrio de Santa Caterina inmortaliza a la selección española de fútbol femenino
En una de las esquinas de una plaza del barrio de Santa Caterinal se encuentra un techo roto en el que, como si fuera un pedazo versionado de la Capilla Sixtina, aparecen las jugadoras de la selección española de fútbol, recientemente coronadas campeonas del mundo, elevadas en el cielo y tocando la gloria. “Nadie había hecho nada aún para recordar a las campeonas del mundo”, explica Diego, autor de la obra cuyo nombre artístico...
En una de las esquinas de una plaza del barrio de Santa Caterinal se encuentra un techo roto en el que, como si fuera un pedazo versionado de la Capilla Sixtina, aparecen las jugadoras de la selección española de fútbol, recientemente coronadas campeonas del mundo, elevadas en el cielo y tocando la gloria. “Nadie había hecho nada aún para recordar a las campeonas del mundo”, explica Diego, autor de la obra cuyo nombre artístico es nadiemedicearte y la ha realizado con su compañero Preo. “Unimos nuestras dos habilidades. Preo es pintor y yo editor gráfico. Primero la preparamos gráficamente para que tuviera ese efecto de profundidad, de romper el techo. Y antes de colgarla empezamos a pintarla. Las once jugadoras que aparecen están pintadas. Primero lo trazamos en el suelo, lo secamos y luego lo colgamos”.
Casi tres semanas después de la conquista del mundial de fútbol femenino por parte de la selección española, que se ha visto empañado por el beso no consentido de Luis Rubiales a la jugadora Jennifer Hermoso, es el primer mural conmemorativo de la hazaña lograda en Nueva Zelanda y Australia. En el centro de la obra se encuentra Alexia Putellas como la gran protagonista y referente de la selección al lado de un balón que es mitad pelota de fútbol, mitad planeta tierra. Y a su alrededor aparecen diferentes jugadoras, claves también para la consecución del título como han sido Aitana Bonmatí, Salma Paralluelo o Jennifer Hermoso. Todas ellas con la medalla de oro que reluce más que el resto debido al papel de oro colocado en la pintura.
Mientras realizan los últimos retoques, la gente que pasea por la zona se quedan clavados y con la mirada hacia arriba. La mayoría de ellos inciden en lo mismo: “Ya era hora que se le diera protagonismo a ellas”. Para el autor, el mensaje siempre es más importante que la obra: “En cada mural que he hecho siempre he apostado por la idea principal. Y después, durante la realización, se va transformando. Casi siempre lo que sale es muy diferente a la idea inicial pero el corazón del mensaje es siempre el mismo. Y en este era homenajear a las jugadoras que han conseguido algo histórico y del que lamentablemente apenas se está hablando”.
Un beso de Rubiales a Mike Tyson
En el Instagram de nadiemedicearte se encuentran más murales que ha realizado en la ciudad de Barcelona. El primero de ellos se hizo viral al reproducir, en el barrio del Raval, la imagen del beso entre Hakimi, jugador de la selección de Marruecos, y su madre durante el mundial de fútbol masculino. Poco después, en Poblenou, creó otro mural en contra del racismo con la aparición de jugadores negros como Vinicius o Samuel Eto’o. Su próxima obra iba a ser el actual de las jugadoras de la selección. Pero los hechos de Luis Rubiales le hicieron dedicarle una obra al presidente de la Federación Española de Fútbol, inhabilitado por la FIFA. En los alrededores de la estación de Sants se encuentra la obra en la cual Luis Rubiales besa a Mike Tyson. Y el exboxeador mientras tanto le da un mordisco. “El nombre del mural es ‘un piquito’, que fue la frase que dijo él para justificarse. Además se defendió diciendo que fue un beso como si fuera a una de sus hijas. Pero no lo hubiese hecho con ningún hombre. Por eso lo llevé hasta el extremo de Mike Tyson, a quien no le gustan los besos y más que besar, muerde. Se busca la ironía y el sarcasmo porque jamás haría nada de lo que hizo si hubieran sido hombres”.
Diego realiza estas obras urbanas siendo consciente de que tarde o temprano desaparecerán. “Es un arte efímero, el artista urbano tiene que aceptar que siempre le harán una obra encima de la suya. Por eso lo importante es que se replique el mensaje que se quiere dar. E intentar conseguir cambiar el pensamiento o la perspectiva de una sola persona. Ese el objetivo de mi trabajo”, afirma mientras sube la cabeza para contemplar su última gran obra.
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