El Ejército de Etiopía entra en el pueblo de los turistas españoles retenidos, que confían en acelerar su evacuación

El Gobierno anuncia la reapertura del tráfico por carretera en la zona tras forzar a retroceder posiciones a las milicias que inmovilizaron al convoy en un hostal. “Hasta el viernes por la mañana no sabremos si todo está del todo controlado”, admite la guía a EL PAÍS

Las milicias de Fano, en Lalibela, en una imagen tomada en 2021, durante el conflicto armado en el norte del país.SOLAN KOLLI (AFP)
Barcelona -

“Esta mañana lo veíamos todo muy negro, pero ahora la cosa ha cambiado”. Noelia, la guía del grupo de 18 personas que están retenidas desde hace una semana en el norte de Etiopía, en pleno conflicto armado, empieza a relajarse. Es miércoles por la noche en una localidad rural de Amhara, y los viajeros acaban de cenar. A su alrededor todo ha cambiado en 24 horas. Las milicias que les retenían han desaparecido y en su lugar ha llegado el Ej...

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“Esta mañana lo veíamos todo muy negro, pero ahora la cosa ha cambiado”. Noelia, la guía del grupo de 18 personas que están retenidas desde hace una semana en el norte de Etiopía, en pleno conflicto armado, empieza a relajarse. Es miércoles por la noche en una localidad rural de Amhara, y los viajeros acaban de cenar. A su alrededor todo ha cambiado en 24 horas. Las milicias que les retenían han desaparecido y en su lugar ha llegado el Ejército. A lo largo de las últimas horas las tropas nacionales han forzado a retroceder a las milicias rebeldes de Fano, enfrentadas al Gobierno del país. “Los soldados han desmontado los parapetos levantados por los rebeldes, han apartado las grandes piedras de la carretera y han abierto el tráfico”, explica la joven a EL PAÍS. El Ministerio de Exteriores español en funciones avanza en el desarrollo de una salida coordinada con otros países y organizaciones Internacionales, según un portavoz.

Las perspectivas parecen mucho más favorables, aunque Noelia prefiere no cantar victoria. “Hasta mañana por la mañana no sabremos si realmente el ejército tiene la situación controlada”, analiza. En un país que vivió entre finales de 2020 y noviembre de 2022 un conflicto armado en la región del Tigray (colindante con Amhara), y que declaró hace una semana el estado de emergencia en la región, la estabilidad parece una quimera. Los vecinos le aseguran que lo peor ha pasado y los guías y conocidos que habitan en otras localidades de la región coinciden. “Mañana, después de desayunar, veremos qué decisión tomamos”. Noelia confía en que los autobuses y los camiones retomen la circulación por las vías terrestres ordinarias y aprovechar la movilidad para acercarse hacia los aeropuertos, que también han recuperado la actividad según ha informado este jueves el Gobierno. El grupo confía en contar con la protección del Ejército y el apoyo de las autoridades locales e internacionales.

Los viajeros han permanecido retenidos en un establecimiento rural que hasta hace 24 horas compartían con las milicias. “Nos han tratado bien”, dice Noelia. La situación, sin embargo, ha inquietado a las familias, especialmente por la escasez de medicamentos. Un miembro del grupo necesita Sintrom, un fármaco contra la coagulación de la sangre, y algunos viajeros sufren por la malaria. “Se acaba la medicación y no nos encontramos en las condiciones sanitarias adecuadas”, aseguró por la mañana Núria, una de las turistas, en la emisora Rac1. “Está lleno de pulgas y mosquitos, no tenemos agua corriente y la comida es muy precaria”, ha remarcado. Ante el temor de que la situación empeore, la mujer hizo un llamamiento a las autoridades. “Es urgente que se den prisa en sacarnos de aquí”. Los primeros intentos (la intervención de la Cruz Roja o un cordón humanitario) fracasaron.

Un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores asegura que, desde agosto del año pasado, las recomendaciones de viaje incluidas en la página web del departamento desaconsejan viajar a Amhara por razones de seguridad. La última vez que se actualizaron estas recomendaciones fue el pasado 4 de agosto, cuando se incluyó la decisión del Gobierno etíope de declarar el estado de emergencia en la región, pero el aviso de que no se viajara a la zona figuraba ya en la versión anterior, de abril de este año, y no se había variado desde agosto de 2022, según el mismo portavoz. Miquel Ribas, director de operaciones de la agencia de viajes Kananga, que fletó el viaje, afirma que “no constaba” una recomendación del Ministerio de Exteriores para evitar la zona de Amhara en la que se encuentra su grupo. “Ya eliminamos el Tigray del recorrido por la situación que se vivía, pero no podríamos saber que se daría un conflicto como este. Los primeros interesados en evitar los problemas somos nosotros”, alega.

En un comunicado posterior de este miércoles, Kananga señala que “en ningún caso el viaje se organizó por zonas sobre las que existiera conflicto armado alguno o noticias de que pudiera producirse”, según la información de la que disponían. Además, asegura que había trasladado a los viajeros la información establecida en la página web del Ministerio sobre las recomendaciones de viaje aplicables al destino. Núria, a través de la comunicación radiofónica, refuerza esta idea: “Consulté la página de Exteriores y no encontré ningún aviso”.

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