La dirección del PSC apuntala a Núria Marín en la Diputación de Barcelona para allanar el pacto con Junts
El pleno de investidura en el ente provincial será después del 10 de julio, en plena campaña electoral del 23-J
Junts per Catalunya tiene una patata caliente sobre la mesa. Este viernes vence el plazo para que los partidos informen qué concejales serán diputados en la Diputación de Barcelona pero aún no hay acuerdo interno sobre si se ha de revalidar o no su pacto allí con el PSC. La apuesta de Xavier Trias por repetir la alianza, pese a Jaume Collboni le arrebataran la alcaldía de la capital catalana el pasado sábado, ha abier...
Junts per Catalunya tiene una patata caliente sobre la mesa. Este viernes vence el plazo para que los partidos informen qué concejales serán diputados en la Diputación de Barcelona pero aún no hay acuerdo interno sobre si se ha de revalidar o no su pacto allí con el PSC. La apuesta de Xavier Trias por repetir la alianza, pese a Jaume Collboni le arrebataran la alcaldía de la capital catalana el pasado sábado, ha abierto un intenso debate en el que pesa tanto el mantenimiento de las cuotas de poder como la estrategia de cara al 23-J. El PSC, que también defiende repetir, intenta dar garantías para decantar la balanza y ahí se inscribe que la dirección haya frenado en seco cualquier debate sucesorio sobre la presidencia de la Diputación y apuntale a Núria Marín en ese cargo.
“[Marín] es una persona que mantiene la palabra”, aseguró Trias el pasado lunes en una entrevista en TV-3. El exalcalde también metió en ese saco al alcalde de Cornellà, Antonio Balmón. Oficialmente, en Junts aseguran que Trias buscaba contraponer la manera de actuar de esos barones socialistas a la de Collboni pero es innegable que hay un guiño. La alcaldesa de L’Hospitalet, de hecho, ni siquiera es aún diputada provincial, tal como recordó ayer la portavoz en el Parlament, Alícia Romero. La Junta Electoral de Zona instó el pasado domingo a cada partido para que escoja entre sus concejales, según los partidos judiciales de la demarcación, a los representantes provinciales. Junts no lo ha hecho, ni ERC. En el PSC solo lo han comunicado algunos.
Los socialistas han expresado de diferentes maneras su deseo de renovar el pacto con Junts para dirigir la Diputación, al alegar que ha funcionado bien pero hasta ayer seguían sin aclarar formalmente su apuesta otra vez por Marín. En el partido ha habido cierto debate sobre si era necesario un cambio de caras ante un nuevo ciclo y sobre la mesa se pusieron nombres como el de Lluïsa Moret, alcaldesa de Sant Boi y secretaria de organización del partido y del círculo de Salvador Illa, primer secretario del PSC. “No está decidido”, afirman fuentes oficiales de la formación sobre la designación final.
La figura de Marín, responsable de grandes éxitos electorales en L’Hospitalet, era ambivalente en los pactos. Ella ya había expresado su deseo de seguir y argumentaba que lo que funciona es mejor no tocarlo. Si bien la apuesta era compartida en el PSC, la posibilidad de acuerdos con ERC si alteraba sus posibilidades. Las relaciones entre Marín y la cúpula republicana son nulas desde la por los ataques que le han dirigido durante la campaña electoral por su imputación en el caso del Consell Esportiu de L’Hospitalet y que fue finalmente archivado. EL presidente de ERC, Oriol Junqueras, repitió ayer que no participará en un pacto que le de la presidencia de la Diputación a un socialista. La incompatibilidad quedó así soslayada.
La sorpresiva elección de Collboni como alcalde, el pasado sábado, fue un terremoto politico de tal magnitud que muchas cosas volaron por los aires. La repetición de la sociovergencia en la Diputación fue la primera víctima. Junts, como ERC, no dudaron en lanzarse a buscar réditos electorales de un agravio que, consideran, muestra que el futuro de Barcelona se decide en un despacho en Madrid, en referencia a las negociaciones PSC, PP y Comunes. La decisión querida o no de Trias de mencionar a Marín fue lo que encendió la luz en la dirección socialista.“En estos momentos va a primar aquello que asegure la reedición del acuerdo y aquí, Marin, tiene más puntos”, añade una voz de la Ejecutiva socialista.
Marín, creen, da ayuda a construir una confianza arrasada por la elección de Collboni. “El sábado nos la pegan y una semana después estamos negociando la Diputación. No se puede pasar el duelo tan rápido”, defiende un concejal de Junts en Barcelona. “El PSC ahora quiere limpiar conciencias con la Diputación”, añade una primera espada del Partido fundado por Carles Puigdemont. Hasta ahora Junts había tenido cierta inmunidad por sus pactos con el PSC mientras que los republicanos parecen recibir un castigo. Hay voces internas que, sin embargo, alerta que no es el mejor de poner ello a prueba con la Diputación y piden ahondar un pacto con ERC y Tot Per Terrassa, que permitiría ganar en segunda vuelta -por mayoría simple- si el PP no ayuda al PSC.
La cercanía del 23-J lo condiciona todo. En la Diputación, a diferencia de los Ayuntamientos, no hay ni la salvaguarda de la lista más votada ni un calendario que apriete para el primer pleno. Fuentes de la Diputación han explicado que último pleno del actual mandato, será el día 10 de julio. Después de eso se podrá decidir la fecha del primero del nuevo mandato.
La negociación se prevé larga y parece que se evapora la reedición en la Diputación una operación como la del Ayuntamiento de Barcelona sustentada en PSC, PP y comunes. “Creo que no están hablando con el PP. Las conversaciones las lidera Moret”, ha afirmado Romero. David Cid, portavoz de los comunes expresó su certeza de que se renovará la sociovergencia y ha descartado que pueda repetirse el acuerdo de la capital catalana. “Esa alternativa no pasará. Por tanto lo descarto”, ha dicho.
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