Caen dos grupos de aluniceros dedicados a volar cajeros automáticos con explosivos

Los arrestados están acusados de ganar unos 600.000 euros con el robo de 11 dispensadores automáticos en menos de un año

Armas y munición intervenida a dos grupos criminales especializados en robos en cajeros automáticos con explosivos.Foto: GUARDIA CIVIL | Vídeo: EPV

Poco más de 48 horas en un mismo sitio, con coches de alta gama robados y dispuestos a volar los cajeros que hiciesen falta. Tres cuerpos policiales se han coordinado para desmantelar una banda de aluniceros pluriempleados que también se dedicaban a robar dispensadores automáticos de dinero con explosivos por España. Solo con 11 cajeros, y dos robos violentos, se hicieron con 600.000 euros en menos de un año, según los investigadores. Los Mossos, la Policía Nacional y la Guardia Civil detuvieron a 14 personas, y cuatro de ellas h...

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Poco más de 48 horas en un mismo sitio, con coches de alta gama robados y dispuestos a volar los cajeros que hiciesen falta. Tres cuerpos policiales se han coordinado para desmantelar una banda de aluniceros pluriempleados que también se dedicaban a robar dispensadores automáticos de dinero con explosivos por España. Solo con 11 cajeros, y dos robos violentos, se hicieron con 600.000 euros en menos de un año, según los investigadores. Los Mossos, la Policía Nacional y la Guardia Civil detuvieron a 14 personas, y cuatro de ellas han ingresado en prisión por orden del juez.

La Policía, por un lado, y los Mossos y la Guardia Civil, por otro, iniciaron dos investigaciones paralelas de robos calcados: cajeros automáticos cargados de dinero que los ladrones explotaban con pirotécnica. A resultas, llegaron a dos grupos formados sobre todo por aluniceros que compartían metodología y mano de obra. Durante casi un año, los agentes siguieron los pasos de los grupos, la mayoría de ellos afincados en barrios del sur de Madrid, pero con una gran movilidad geográfica.

No dudaban en viajar expresamente allí donde sabían que había un cajero que les interesaba: con poca seguridad, y en fines de semana y puentes para asegurarse que iban preñados de billetes, según ha relatado en una atención a los medios el subinspector de los Mossos, jefe del área central de multirreincidentes, Isidoro Barbero. Luego huían en los vehículos robados que habían usado en el golpe, que después quemaban.

En Cataluña actuaron contra cuatro cajeros, en dos noches distintas, en las que ganaron la mitad de todo el botín: más de 300.000 euros. En donde encontraron más dinero fue en un cajero de Sant Boi de Llobregat, donde se hicieron con 127.210 euros, seguido de otro robo en Barcelona de 92.860, uno en Santa Coloma de Gramenet, de 67.450, y otro último en la capital catalana del que lograron 47.380. Los ladrones actuaron también en Madrid, con un botín de entre 50.000 y 90.000 euros según la Policía, dos en Málaga (43.970 y 38.180), en Valencia (40.000), en Alcalá de Henares (46.350), y Alcobendas (78.330), además de otros robo en Pinto donde no obtuvieron nada.

Uno de los detenidos era el encargado de fabricar el artefacto explosivo, en un método que la policía ha bautizado como pizza slice, porque se introducía por la ranura de los cajeros, en una forma triangular, como si fuese una porción de pizza. Lo que insertaban en el cajero era una petaca, cargada con pólvora negra de petardos y otros artefactos de pirotecnia, que activaban a través de un impulso eléctrico y hacía estallar el dispensador. La policía insisten en la peligrosidad del sistema, que suponía un riesgo para transeúntes y las viviendas de la zona, aunque nunca hirieron a nadie.

La Policía, los Mossos y la Guardia Civil, bajo la tutela de dos juzgados distintos (uno en Málaga y otro en Barcelona) entraron el pasado 24 de abril en 23 domicilios de Madrid, Toledo, Leganés, Málaga, Navalcarnero y Santo Domingo de Caudilla. Allí detuvieron a 13 personas y e imputaron a otra más que ya se encontraba en prisión preventiva. Todos muy jóvenes, entre los 20 y los 30 años, con multitud de antecedentes. Un último presunto integrante de la banda, un joven alunicero de Madrid, John M., logró escapar al ser avisado del dispositivo policial. Cuatro de ellos ingresaron en prisión preventiva.

Además, al grupo se les atribuye también robos violentos disfrazados de policías, con chalecos, identificaciones falsas, bastones policiales y bridas de detención. A una víctima la golpearon en la puerta de su domicilio, la llevaron a un descampado, le pidieron las llaves de su casa y le robaron 1.270 euros, en Vélez Málaga. A otra, en un polígono de Málaga ciudad le robaron 30.000 euros en efectivo que llevaba en el coche, junto a un pagaré de más de 3.000 euros, en una actuación muy violenta en la que le cerraron el paso con dos vehículos, le rompieron los cristales y le sacaron de él para llevárselo. “Hacían sobre todo robos con fuerza no porque no sean peligrosos, sino porque saben que están menos penados que los violentos”, asegura el subinspector Barbero sobre el perfil de los arrestados, personas “con muchos años en el mundo de la delincuencia, muy especializados en robos nocturnos, que provienen del mundo del alunizaje”.

En los registros, los agentes intervinieron pólvora, material pirotécnico, 42.000 euros en metálico (6.000 de ellos tintados), siete vehículos de alta gama, llaves falsas, tres armas de fuego (una detonadora), cuatro carabinas de aire comprimido, una de airsoft, identificaciones policiales falsas, chalecos antibalas, bastones policiales, balizas, inhibidores de alarmas y ropa de Policía Nacional y de Guardia Civil. También desmantelaron una plantación de marihuana.

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